Donington Monsters of Rock: cómo Scorpions y Judas Priest salvaron a un festival del desastre total

Sabes que las cosas no van a ir bien cuando, en tu primer concierto, el cantante se traga una abeja

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Los '80 fueron, sin duda, una de las décadas doradas de la historia del heavy metal. Y es que, durante aquellos años aparecieron miles de grupos de los cuales unos cuantos consiguieron dejar su huella en la historia de la música. Sin embargo, en aquella época, al igual que hoy en día tenemos festivales de referencia como el Hellfest francés, el Resurrection Fest gallego o Graspop Metal Meeting belga, el lugar para ir en esa década fue el Donington Monsters of Rock. Todo comenzó con Scorpions y Judas Priest un 16 de agosto de 1980.

El primer evento tuvo lugar cerca de una pista de carreras en Leicestershire y fue escogido estratégicamente. ¿Por qué? Porque estaba situado justo a medio camino de Londres y a medio camino de Sheffield y, además, solo estaba a una hora en coche de Birmingham. Si eras un fan inglés del heavy metal, no tenías excusa para no ir. Llegó el día y entre 35.000 y 60.000 fans se presentaron en el recinto para disfrutar de una jornada inolvidable.

El cartel era mágico e insuperable. No en vano, la fiesta comenzaría con dos desconocidos, Touch y Riot, esta última banda procedente de Nueva York, para continuar con los prometedores Saxon, los canadienses April Wine, Scorpions, Judas Priest y, por último, con los Rainbow de Ritchie Blackmore, que cerraban su tour mundial en Donington Park. Un cartel de lujo para un día perfecto.

¿Era casualidad que Blackmore y los suyos acabaran ahí la gira? Ni de lejos, puesto que el festival fue diseñado por los mismos promotores responsables del tour de Rainbow. La celebración del festival, de hecho, tampoco vino de la nada. Otro gran festival, el Reading inglés, estaba incorporando cada vez más grupos de heavy rock a su cartel con un gran recibimiento. Era la oportunidad perfecta para celebrar un evento exclusivo de esta temática.

Eso sí, no todo iba a ser fácil, porque una lluvia torrencial asoló el lugar los días anteriores, lo cual aseguró que Donington estaría lleno de barro, quizás demasiado para todos los jóvenes vestidos de cuero que llegarían al festival. Todo comenzó mal, muy mal, cuando los desconocidos Touch se subieron al escenario ante una audiencia que pasaba de ellos, y a mitad del concierto, el cantante se tragó una abeja. Aunque los Riot lo hicieron un poco mejor, aún no habían sacado su 'Fire Down Under' y no hicieron volver precisamente loco al público.

La suerte quiso que luego salieran los Saxon con su potente 'Wheels of Steel', el cual desgranaron para alegría del respetable. Tan bueno fue el concierto que los mismos ingleses decidieron que le iban a dedicar una canción, el tremendo "And the Bands Played on". Por desgracia, April Wine no tuvo la misma suerte y volvió a dejar al público indiferente.

No pasaba nada, porque los siguientes en actuar serían los primeros responsables en que el Monsters of Rock pasara a la historia, Scorpions invadían el escenario sacándose del bolsillo los temas de los potentes 'Animal Magnestism' y 'Lovedrive'. "¡Hola Donning Castle!", saludó Klaus Meine antes de dejar anonadada a la audiencia.

Si los Scorpions dejaron el listón alto, Judas Priest no podía hacer nada más que superarlo. ¿Cómo comenzó el show? Pues con Rob Halford montado en su Harley Davidson, haciendo que la gente se volviera loca en el potente asalto metálico que estaban a punto de vivir. Y es que no es para menos, porque las leyendas inglesas acababan de estrenar uno de los mejores discos que jamás haya visto nacer el rock, el 'British Steel', con temas como "Breaking the Law", "Grinder" o "Metal Gods" que supondrían un antes y un después en la historia del heavy metal y de la música británica.

La siguiente actuación supondría un momento anticlimático y fácilmente olvidable, por desgracia. Y es que, después de Judas Priest, le tocaba actuar a Rainbow. Si antes te hemos dicho que la principal atracción del grupo era el guitarrista Ritchie Blackmore, lo cierto es que nos quedaba un detalle por clarificar, el conjunto estrenaba a Graham Bonnett como cantante. Aunque no era malo, lo cierto es que, por si no lo sabes, el anterior vocalista de la banda era el mismísimo Ronnie James Dio. En lugar de tocar clásicos como "Man on the Silver Mountain" o "Stargazer", la banda se centró en su nuevo álbum, 'Down to Earth', lo cual decepcionó -y mucho- al público.

¿Qué momentos se pudieron destacar del concierto? Quizás el solo de batería de Cozy Powell, que supuso su última actuación con la banda, acompañado de pirotecnia y con un sonido tan potente que casi revienta la P.A. De la banda durante los ensayos el día previo.

Al acabar todo, nadie dudó de que el Donington Monsters of rock había sido un éxito, aunque solo dos grandes actuaciones hubieran destacado. A fin de cuentas, la afluencia había sido masiva y todo el mundo se lo había pasado bien. Los promotores habían perdido dinero, pero también sabían que, con una edición en 1981, recuperarían ganancias. Así fue, porque, al año siguiente, AC/DC fue la banda que encabezó el festival, con Whitesnake, Blue Oyster Cult, Slade y Blackfoot acompañando a los australianos en el cartel.

Así fue como nació, oficialmente, la franquicia del Monsters of Rock, que duró toda la década, llegando a saltar a otras partes de Europa y América e inspirando a muchos más festivales, de los cuales muchos siguen vigentes a día de hoy, para celebrar sus propias ediciones.

RockFM