El extraño caso de The Grateful Dead y el FBI: ¿vendían LSD en los conciertos?

De hecho, no solo fueron investigados por el FBI, también decidieron seguirles la pista otras agencias estadounidenses como la ATF, la CIA o DEA

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La realidad siempre supera a la ficción… y si no que se lo digan a The Grateful Dead y su historia con el FBI, digna de las mejores películas de Hollywood. Y es que, la relación de la agencia de investigación con el mundo de la música es de sobra conocida. En su punto de mira han estado en multitud de ocasiones grandes e influyentes grupos del rock y sus músicos.

Las sospechas del FBI

El Buró Federal de Investigaciones (FBI) es la principal agencia de investigación criminal del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Como comentamos, la agencia ha abierto expedientes e investigaciones durante años a reconocidas estrellas de la música como John Lennon, Jim Morrison, Elvis Presley, Pete Seeger, Woody Guthrie y los Monkees…

En general, los motivos que han llevado siempre a la agencia a abrir investigaciones sobre estos artistas eran sus letras. O más bien, los mensajes que se trataban de incluir en ellas, por ser considerados “peligrosos”, “sediciosos” o simplemente demasiado “progresistas”. Sin embargo, el caso que nos ocupa es bien distinto. Y es que, The Grateful Dead estuvo en el punto de mira del FBI por una supuesta venta de LSD.

De hecho, no solo fueron investigados por el FBI, también decidieron seguirles la pista otras agencias estadounidenses como la ATF, la CIA o DEA. ¿El motivo? Una acusación realmente grave: ¿estaban los Dead creando y distribuyendo LSD en sus conciertos? Esa era la pregunta que se estaba haciendo el FBI, en una época, además, en la que la lucha contra la venta y el consumo de drogas en los Estados Unidos era implacable. Una cosa tenemos clara, haberlo, obviamente, lo había, pero que fuese distribuido por la propia banda…





The Grateful Dead y el LSD

La relación de la banda con esta sustancia era un hecho. Owsley Stanley, famoso ingeniero de sonido de los Dead, antes de trabajar con la banda había sintetizado su propio LSD en un laboratorio improvisado. Lo hizo en un momento en el que la sustancia era legal, antes de que fuese perseguida a partir de 1966. Meses después de la ilegalización, en pleno 1967, Stanley terminó siendo arrestado por distribuir LSD.

Este fue el nexo de unión que encontró el FBI para perseguir de forma constante a la banda. ¿Se vendía la sustancia en los conciertos de Grateful Dead? Sí, pero suministrada por Stanley, único responsable con conexiones con la droga. Esta persecución propició numerosas redadas que, a su vez, desembocaron en varias detenciones.

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