La guitarra de los Beatles que fue atropellada por 13 camiones: "¿Cuál es la ventaja? ¡Recuperar tu trabajo"

Mucha gente define la década de los 60 como la batalla entre Beatles o Stones, donde la pugna por el cetro del mundo se lo peleaban las dos bandas. Y claro, eso conlleva lujos por doquier, además de tener las mejores condiciones de hoteles, cenas, viajes... Bueno, aunque hubo un trayecto que hicieron en el 65 hacia Berwick-upon-Tweed, por la M1 británica, del que seguro que George Harrison no tiene un gran recuerdo.

El que es conocido como el Beatle silencioso dejó de serlo en ese preciso instante cuando una de sus guitarras acabó atropellada por varios camiones en medio de la autovía británica. Era su guitarra Grestch Country Gentleman. Claro, sorprende que con el nivel que tenían los Beatles una guitarra acabara volando es algo casi impensable, pero ocurrió, y su chófer, Alf Bicknell, es algo que nunca olvidará.

Alf cuenta que un camión le hizo varias señales para que parase y así fue como descubrió todo: "Fui junto a este gran vehículo y el conductor me dijo: ‘Creo que dejaste caer un banjo por la carretera’. No me lo podía creer. Así que volví al coche y nos quedamos allí mirando, no podíamos creerlo. Nos quedamos parados, mirando la parte trasera del auto, notando que las cuerdas estaban sueltas. Había dos guitarras allí, pero ahora solo había una. Le dije a Neil: ‘Será mejor que vayas a informar lo sucedido’. Él dijo: ‘No, díselo tu a ellos’. Así que fui al coche y les dije: ‘Creo que hemos perdido una guitarra’. En la oscuridad una voz respondió: «Bueno, si puedes encontrarlo, obtendrás una bonificación». Este era John. Siempre temía a John más que a nadie, así que le dije: ‘Bueno, ¿cuál es la ventaja entonces?’ Él respondió: ‘¡Recuperarás tu trabajo!’".

Geroge Harrison lo recuerda así: "Catorce de nuestras guitarras estaban atadas al techo de nuestra Austin Princess y la única que perdí fue mi Gretsch. Cayó en la carretera y en medio del tráfico. Alrededor de trece camiones pasaron encima antes de que nuestro chófer pudiera acercarse. Entonces, uno de los camiones se detuvo y el conductor se acercó con los restos colgantes y dijo: «Oi, ¿tiene algo que ver el banjo con usted?» Algunas personas dijeron que no debería preocuparme porque yo podía comprar todas las guitarras quisiera.