Metallica y 'St. Anger': crónica de un fracaso anunciado
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5 de junio de 2003, Metallica, una de las bandas más grandes de rock y de metal de todos los tiempos, lanzan su primer disco de estudio en seis años tras un periodo de silencio, disputas, amenazas de ruptura y de cambios. Los fans se amontonan en las tiendas de discos, ansiosos por escuchar el nuevo trabajo de su grupo favorito. Sin embargo, ese disco era 'St. Anger' y las sonrisas se congelaron rápidamente, solo para tornar en muecas de furia.
La historia de este redondo es de lo más complicadas. Generalmente, cuando un trabajo no gusta es ignorado. En todos los ámbitos del mundo del espectáculo, que se omita tu presencia es lo peor que te puede pasar. Sin embargo, eso no es lo que pasó con 'St. Anger', un disco que tampoco fue redimido por la historia. Lo cierto es que este redondo puso a Metallica en una tesitura de lo más complicada, la de ser odiados. Y es que, tras escándalos como el de Napster y todos aquellos años de fractura interna, los detractores de los de San Francisco tenían razones para criticar a Metallica mucho más allá de su corte de pelo o su sonido menos duro. Lo que había en 'St. Anger' simplemente no estaba a la altura.
Los miembros de Metallica estaban agotados. Por más que se negase la evidencia, aquel era el momento de tomarse un descanso o de separarse para siempre. Por algún motivo, el conjunto siguió adelante, pero no sin tomar una decisión pésima, secundada, aparentemente, por un Bob Rock que había perdido el brillo que, en un principio, le dio al 'Black Album'. De repente, más de una década después de que Nirvana popularizara el grunge crudo y sin tratamiento, Metallica se deshacía de muchos de los elementos de producción que les hacían sonar bien. Aquel redondo sonaba, en muchos aspectos, como una maqueta (¡y qué se puede decir de esa batería!).
Ojo, no es que no hubiera ideas interesantes detrás de estas canciones. El problema es que están mal desarrolladas, mal ejecutadas, mal grabadas y reflejan, a fin de cuentas, el peor momento de la historia de la banda.
¿Qué fue lo que pasó? Que el álbum debutó como número 1 en ventas en 30 países diferentes. Imagínate a miles de personas de todo el mundo abriendo este disco, admirando su -bastante bonita- portada, deseoso de escuchar el nuevo trabajo de Metallica por primera vez y que, de repente, se encuentra esto. Al final sí, el disco generó mucho "anger" por parte de fans, crítica y casi todo aquel que siguiera a la banda.
Metallica seguiría girando, intentando enmascarar sus nuevos temas combinándolos con sus clásicos más queridos por los fans para salvar los platos. Poco a poco, Metallica las iría descartando de su set. Solo con el tiempo, hemos podido escuchar los dos temas anteriormente mencionados de manera espontánea.