De qué trata “Every Breath You Take” (The Police), la canción que Sting define como “maligna"

Aunque parezca un tema emocionante sobre el amor, "Every Breath You Take" esconde un oscuro significado

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Pocas canciones en la historia del rock y del pop han sido tan malinterpretadas, hasta por sus propios autores, como “Every Breath You Take”, clásico de The Police que la banda dejó plasmado en su quinto y último álbum, 'Synchronicity' (1983). Lo que a primera vista (o escucha) parece una canción de amor, esconde un oscuro significado que le pondría los pelos de punta a más de uno. Su autor, Sting, ha llegado a calificarla como una canción “maligna”.


Pero empecemos por el principio, ¿dónde y por qué se compone “Every Breath You Take”? Curiosamente, Sting compuso este tema en Jamaica, justo en la misma mesa en las que Ian Fleming escribió sus novelas de James Bond. Con la popularidad del conjunto inglés por las nubes, los músicos podían permitirse ir a lugares exóticos para intentar inspirarse. El cantante y bajista, en aquel momento, tomó un control mucho más férreo sobre la música de la banda, dejando fuera a sus compañeros de parte del proceso de composición, lo que provocó, entre otras cosas, que sólo su autor supiera lo que realmente significaba aquella letra.


Y es que el tema de la canción no es el amor, sino algo que dista mucho de él, pero que a veces, por desgracia, confundimos con el mismo. “Every Breath You Take” habla sobre el control, los celos, la persecución y el acoso, camuflados con una bonita melodía que hasta emociona. Y es que esta preciosa balada es engañosa e insidiosa, casi como el protagonista de la misma, que, tras el escudo de los sentimientos, no se da cuenta de que lo que está pensando es, en realidad, algo terrible.


“Una vez la compuse y la toqué”, recordaba Sting en una entrevista con Isle of Noises, “me di cuenta de que era muy oscura. Mi intención había sido la de escribir un tema romántico, seductor, envolvente y cálido. Después me di cuenta de que había otro lado de mi personalidad involucrado, uno repleto de control y celos. Ahí reside la fuerza de la canción. La compuse en un momento difícil”.


En efecto, lo era. El músico había visto como su matrimonio se rompía y, al escribir el tema, vio como los celos, el control y la pérdida se adueñaban de su cabeza. Sin embargo, casi al instante, el bajista y vocalista fue capaz de identificar aquellos sentimientos negativos y, casi como si fuera una terapia, canalizarlos en esta canción, quizás para recordarse que no le gustaba sentirse así y, en el futuro, no dejar que aquellas sensaciones se apoderaran de sus acciones, lo único sobre lo que él tenía el control.


En una entrevista de 1983 con NME, Sting no dudó en hablar sobre el verdadero significado del tema: “Creo que es una pequeña y horrible canción que, de hecho, es bastante maligna. Habla sobre los celos, la vigilancia y el control”.


Sin embargo, el músico afirmó que el hecho de que confunda tanto a quien la escucha, es lo que la hace realmente buena: “Creo que la ambigüedad está intrínseca en la canción, da igual como la escuches, porque las palabras son muy sádicas. En una de sus capas, es una agradable y larga canción con los clásicos acordes menores pero, debajo de ella, hay un personaje desastroso hablando sobre vigilar a alguien en todo momento. Disfruto de esa ambigüedad. El otro día vi a Andy Gibb cantándola con una chica en la tele, muy dulces y amorosos, e interpretándola de forma totalmente errónea. ¡Todavía puedo escuchar las palabras, que no van sobre el amor en absoluto! Me hice pis de la risa viéndoles”.


Si no te has dado cuenta de cuál era el verdadero significado de la canción, quizás te consuele saber que Steward Copeland, batería de The Police, tampoco lo hizo hasta tiempo después de que se publicara. “Sting era un maestro del engaño”, le confesaba a Songfacts en 2019. “Estuve con él hace un par de semanas grabando un documental sobre música y le pregunte: '¿Por qué no hiciste de 'Every Breath You Take' una canción agradable con la que la gente se pueda casar? ¿Cuál es tu problema?'. Y nos reímos”. Y es que, en efecto, hay quien se ha llegado a casar con esta canción sin saber su verdadero significado.


Sin embargo, en el videoclip del tema hay una pista de lo más sutil que puede hacerte descubrir que de lo que se habla es más turbio de lo que parece. Y es que, más allá del plano cenital de las colillas y las tazas vacías que hay en al principio del tema (que bien pueden resaltar los nervios de alguien que está fuera de sí), existe un detalle que lo cambia todo: además de los músicos, la única persona que aparece en el vídeo es un misterioso limpiador de ventanas del que no se explica absolutamente nada. ¿Quién narices es?




Según el co-director del vídeo, Kevin Godley, en otra entrevista con Songfacts, todo tiene sentido: “El tío de la ventana nos daba la sensación correcta a la hora de darle un aire oscuro al vídeo. Sin embargo, puede ser alguien que no te esperas viendo el proceso, que hace referencia a esa vigilancia de la que la canción trata en realidad. En este caso, elegimos deliberadamente no saber su historia. Eso es algo a lo que me he aferrado todo el tiempo que llevo haciendo esto: odio contar la historia de una canción, porque o muestras o cuentas, pero no las dos cosas. Si la canción dice algo, no deberías mostrar lo que se está cantando (…) Pero, en este caso, creo que el hombre de la ventana sugiere que hay alguien mirando”.

La redención de Sting


En 2005, en su directo en Live 8, Sting cambió la letra de la canción para ajustarla a la situación. Este evento, organizado por Bob Geldof (responsable del Live Aid), se creó para concienciar sobre el activismo y reclamar más ayuda para África. En este caso, el músico cantó “We'll be watching you” (“Te estaremos mirando”) en primera persona del plural, entre otros cambios. ¿Por qué? Para mandar un mensaje a los políticos, diciéndoles que el mundo les estaría observando cuando tomaran decisiones críticas sobre el destino del continente.



Mirando dos décadas más atrás, en 1985, Sting dejó grabada la canción “If You Love Somebody Set Them Free” (Si quieres a alguien, déjale que sea libre), en su primer disco en solitario, 'The Dream of the Blue Turtles'. Esta canción fue una respuesta directa a su anterior himno, una declaración de paz para consigo mismo y un mensaje para todos los que hubieran escuchado la otra canción, apelando a una forma sana de querer. Y es que más allá de querer mucho, hay que, también, saber querer bien.

En el libro 'Lyrics by Sting', el músico lo explicaba de la siguiente manera: “Esta canción fue un himno a mi nueva libertad y un antídoto para los terribles problemas de control y vigilancia que poseían a 'Every Breath You Take'. Quizás, el mejor piropo que le puedes decir a tu pareja es: 'No te poseo, eres libre'. Si intentas controlar a alguien, nunca podrás apreciarle de la manera en la que realmente importa. Ya hay demasiadas prisiones en este mundo”. ¿No es esa la moraleja con la que nos deberíamos quedar?





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