Slash, los mejores músicos y una batería de temazos: el disco que resucitó su carrera
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En 2009, Slash se encontraba en bastantes apuros. Su salida de Guns N' Roses en 1996 ya se antojaba lejana, pero ninguno de sus proyectos musicales había conseguido la suficiente potencia como para poder decir que el guitarrista había remontado. No en vano, Velvet Revolver y Slash Snakepit habían desaparecido y la idea de hacer una nueva banda resultaba descorazonadora para el guitarrista, harto de ver como todo lo que creaba, pese a tener potencial, acababa convertido en ceniza.
¿Qué podía hacer entonces? ¿Dónde estaba la clave del éxito? La idea le llegó rápidamente, se tenía que rodear de los mejores, pero no para montar un grupo, sino para que le ayudasen a dar forma, desde una distancia prudencial, al que sería uno de los mejores discos de toda su carrera. En aquellos días, Iggy Pop, Lemmy, Ozzy Osbourne y Alice Cooper recibieron llamadas de teléfono. Aquellos tres músicos iban a ser los pilares del nuevo proyecto y, sin embargo, aún quedaba alguien a quien llamar.Una de las claves del éxito de este álbum fue, sin duda, el hecho de que Slash no estaba en una banda. Sin fronteras musicales, sin un sonido al que ajustarse, sin expectativas y sin presión, todo lo que saliera, pese a ser dispar, sería brillante. El disco, como no podía ser de otra manera, sonaba a rock, pero de una manera tan amplia que, el acto de escucharlo se convierte en un verdadero viaje a través de las influencias y la mente del artista.
Los tres singles del disco fueron "By the Sword", con Stockdale (Wolfmother) a la voz, "Back From Cali" con Myles Kennedy (Alter Bridge) y "Beautiful Dangerous", con Fergie (Black Eyed Peas) a la voz. Este era, posiblemente, el disco más ambicioso de toda la década. En el caso del primero, Slash ni siquiera conocía al cantante, pero disfrutó con su voz en "Woman", uno de los mayores singles de Wolfmother. El disco fue un éxito.
En aquel momento, sin reunión de Guns N' Roses a la vista, Slash llegó a triunfar con un disco tan grande como su figura y volviendo a la parte alta de los carteles de los festivales. Huelga decir que aquel proyecto, que acabaría mutando en Slash ft. Myles Kennedy & The Conspirators, llegó a lo más alto y se extendió a lo largo de los años. No hay que olvidar, sin embargo, que todo comenzó con unos cuantos músicos que decidieron ayudar a un amigo.