El último día de Cliff Burton (Metallica) antes de morir: el sorteo que costó una vida (y salvó otra)

En 1986, Cliff Burton fallecía a los 24 años. Un sorteo la noche anterior lo pudo haber cambiado todo

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En 1986, Metallica estaba en lo más alto. La salida de 'Master of Puppets', disco que supuso su primera firma con una gran discográfica y un tremendo éxito comercial, había comenzado a posicionar a la formación como el fenómeno mundial en el que se acabaría convirtiendo. Los de San Francisco, sin embargo, estaban a punto de recibir un golpe que lo cambiaría todo para siembre.

La desgracia estaba a punto de golpear a la banda en forma de un terrible accidente de autobús que, por desgracia, se llevaría la vida de su bajista, Cliff Burton, que hoy cumpliría 60 años, y dejaría al resto de sus miembros marcados para siempre.

Este álbum, tercer disco de la banda, tenía como uno de sus principales valedores a Cliff Burton, único en su dominio del bajo, adentrándose en terrenos que iban más allá de lo rítmico para llegar a lo melódico. A lo largo de su historia, el redondo acabaría vendiendo más de 6 millones de copias. Como no podía ser de otra manera, una gira mundial estaba a la orden del día y, por desgracia, su rama europea resultó ser la última para Burton.

La noche del 26 de septiembre de 1986, los miembros de Metallica se encontraban en carreteras suecas, en las que se desplazaban en su autobús de gira. Relajados, los miembros del conjunto vivían, felices, su vida en la carretera. En un determinado momento, surgió una cuestión de lo más banal, Cliff quería dormir en la litera que le tocaba a Kirk Hammett y ambos echaron a suertes quién se la quedaba. Ninguno se esperaba que, del resultado de aquel sorteo, dependiesen sus vidas. Burton sacó la carta más alta y, a regañadientes, Hammet aceptó su derrota.

En la mañana del 27 de septiembre, poco antes de las 7 de la mañana, los miembros de la banda se despiertan abruptamente, justo cuando el bus comenzó a deslizarse de un lado a otro. Unos segundos después, el automóvil se salió del camino y volcó. Burton, dormía en la litera de arriba, y, por desgracia, salió disparado por la ventana, quedando atrapado debajo del bus. Cuentan los testigos que se hicieron varios intentos de rescatar al bajista, de tan solo 24 años, de debajo del metal. Una grúa comenzó a levantarlo pero la mala suerte quiso que se desenganchara y que volviera a caer, de nuevo, sobre Burton. Nunca se ha sabido si murió en el primer o en el segundo impacto.

El conductor alegó a las autoridades que había perdido el control del vehículo cuando resbaló con hielo negro en la carretera. James Helfield siempre ha afirmado que, solo con unos calcetines y su ropa interior, recorrió varias veces el camino en busca de aquel hielo que nunca encontró. Todos los miembros de la banda han especulado, en diferentes ocasiones, sobre si la bebida o el conductor quedándose dormido al volante tuvieron algo que ver con el accidente. Aunque el caso nunca se llegó a aclarar del todo, el conductor quedó libre de cargos.

Burton fue incinerado y enterrado en el Maxwell Ranch de California. Durante la ceremonia funeraria, sonó el “Orion” de Metallica y la letra de “To Live Is to Die” quedó marcada para siempre en su lápida. Cuando se enteró de su muerte, Dave Mustaine, de Megadeth, compuso “In My Darkest Hour” y sus compañeros de Anthrax le dedicaron el álbum 'Among the Living'.

Burton entró al Rock and Roll Hall of Fame el 4 de abril de 2009 de manera póstuma y como miembro de Metallica.

RockFM