Pocos guitarristas han tenido la presencia y el talento que Eric Clapton ha destilado a lo largo de toda su vida. El inglés se ha convertido en uno de los mejores guitarristas de la historia, sólo superado por Jimi Hendix, dejando temas míticos en cada formación en la que ha militado, así como durante su carrera en solitario.
Ya en su primera banda, The Yardbirds, se comenzó a consagrar como un prodigio que superaba, y por mucho, a los guitarristas medio. Tras tocar durante un breve periodo de tiempo con John Mayall, Clapton formó Cream junto a Jack Bruce y Ginger Baker. Fue aquí donde se consagró como uno de los mejores guitarristas de su generación.
Cream, pese a su breve periodo de actividad, consiguió dejar temas como la mítica “Sunshine of Your Love” y convertirse en una influencia tremenda para grupos de muy diferentes estilos que vendrían después, sentando, también, una base para lo que algún día se convertiría en el heavy metal.
Aunque ya era una figura de renombre, a Clapton le costaba mucho dar un paso al frente para reclamar su papel protagonista en el mundo del rock. Su siguiente banda fue Derek and the Dominos, en la que Duane Allman también estaba implicado. Su único disco, 'Layla & Other Assorted Love Songs', tiene una curiosa y dramática historia detrás. Eric estaba enamorado de la mujer de su vecino y amigo, el ex-Beatle George Harrison y el plástico está repleto de canciones de amor desesperado en alusión a ella. El disco, pese a contener “Layla”, tema que ha acabado convirtiéndose en uno de los favoritos del públcio, no fue bien recibido ni se vendió bien. Al final, por culpa de las drogas así como de varias tragedias personales, la banda se disolvió.
Pasaron dos duros años en los que las drogas fueron protagonistas de la vida del guitarrista, pero, una vez recuperado de sus adicciones, Eric Clapton por fin dio el paso y comenzó su carrera en solitario. Su carrera despegó aún más desde mediados de los '70, en los que compuso verdaderos hits como “Cocaine” o “Wonderful Tonight” que, esta vez sí, se convirtieron en éxitos de ventas al instante.
“Cocaine” habla sobre la adicción a esta droga, a la cual estaba enganchado pese a haber superado sus problemas con la heroína. Aunque pensaba que podía convivir con ello, no fue hasta que lo dejó cuando se dio cuenta de lo perjudicial que estaba siendo para su vida.
Sin embargo, fue en la década de los '90 cuando la desgracia golpeó de lleno al artista. Su hijo pequeño falleció después de caer, por accidente, desde una gran altura. Esto marcó la vida del artista, que, en pleno duelo, publicó su directo '24 Nights' y publicó la banda sonora de la película 'Rush'. Mientras trabajaba con el compositor Will Jennings para este último álbum, Clapton manifestó que quería escribir una canción sobre su hijo. Entre los dos acabaron componiendo “Tears In Heaven”, una obra maestra y, seguramente, la canción más escuchada de la carrera de Eric Clapton. Aunque en un primer momento el músico dudó en publicarla o no, al final la llegó a incluir en su álbum acústico en directo en MTV, con el que consiguió el mejor índice de ventas que jamás había tenido.
Con la llegada del nuevo milenio, Clapton siguió trabajando en diferentes discos incluyendo colaboraciones con B.B. King y JJ Cale. Cuando este último falleció en 2013, Eric Clapton juntó a varios músicos de renombre para rendirle homenaje, entre los que destacaron Tom Petty, Mark Knopfler y Willie Nelson.
Hoy en día, y ya en el ocaso de su carrera, el guitarrista ha admitido que está perdiendo audición. Sin embargo, redimido y en paz, sigue girando, consciente de que es un verdadero héroe de la guitarra y, que, cuando decida descansar, será muy difícil que la sangre nueva le supere.
