RockFM

AC/DC

Origen: Australia

Premios:
  • Premio Grammy a la Mejor Actuación de Hard Rock por “War Machine” (2009)
  • Nombre de una Calle en Leganés (Madrid, España) desde 2000, “Calle de AC/DC”
  • Nombre de una Calle en Melbourne (Australia) desde 2004, “ACDC Lane”.
  • En 2003 ingresan en el Rock and Roll Hall of Fame.

Web: http://www.acdc.com

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Historia

El rock es alto voltaje, el rock es AC/DC. La banda del colegial eterno, de la saga Young, del inmortal Bon Scott, del incombustible Brian Johnson, de los contundentes Phil Rudd y Cliff Williams… La banda australiana, mil veces renacida de sus propias cenizas, sigue manteniendo viva su llama y olor a azufre primigenio.

Justo cuando el rock comenzaba, por algunos flancos, a ramificarse y ganar complejidad, tanto instrumental como compositiva, los hermanos Young volvieron al cruce de caminos que frecuentaba Robert Johnson, con un bidón de gasolina en una mano y una caja de cerillas en la otra. Abrazaron y abrasaron las raíces del rock, siguiendo los pasos de Chuck Berry y toda la estela previa del blues eléctrico de Chicago, creando una bola de fuego de hard-rock que arrasaba allí por donde pasaba. Un estilo que huía de virtuosismos y se basaba en la contundencia y precisión instrumental, rescatando a su vez el lenguaje cotidiano e inmediato, haciendo palpitar de nuevo al género como nunca y como siempre. Un bypass de fuego que volvió a hacer latir, con tres acordes y ritmo seguro, el sentir de las generaciones venideras que soñaron con ser unas auténticas rock stars.

De su sonido bebieron y siguen bebiendo cientos de bandas. Desde los también australianos Airbourne, a los más melódicos y guitarreros, Jet. Pero antes, aterrizaron en Reino Unido en plena fiebre punk y removieron los cimientos de Buckingham Palace -hasta la reina se habrá tomado más de un té a ritmo de “It’s a Long Way to the Top (If You Wanna Rock ‘n’ Roll)”-, despeinando más de una cresta punky y empujando con sus riffs la nueva ola de heavy metal británico, de Saxon a Judas Priest o Iron Maiden.

Axl Rose, frontman de Guns N' Roses, fue uno de los grandes e innumerables músicos americanos que quedó hechizado en su juventud por el sonido de AC/DC y, décadas después, el caprichoso destino le acercaría más a ellos de lo que cualquier fan de ambas bandas podría imaginarse.

Comenzaba la década de los 60 y, aunque las oportunidades escaseaban en Glasgow (Escocia) para la familia Young, la música era un bien de primera necesidad en su hogar. De los ocho hermanos, siete tocaban algún instrumento desde pequeños. En busca de nuevos horizontes, parte de la familia Young, se mudó de Glasgow a Sídney (Australia) a mediados de 1963. Los futuros líderes de AC/DC, Malcolm y Angus, tenían entonces 10 y 8 años respectivamente. Su hermano mayor, George Young, tenía 17 y no tardó en montar una banda al llegar a Australia, siendo la mayor influencia en Angus y Malcolm en sus primeros pasos.

George formó The Easybeats, con los que cosechó numerosos éxitos en Australia en la década de los 60 y cierta repercusión internacional en 1969, con la canción “Friday on my mind” (versionada más tarde por gente de la talla de David Bowie o Peter Frampton).

Malcolm, el siguiente en la saga, se une al grupo australiano Velvet Underground (nada que ver con el apadrinado por Andy Warhol, con Lou Reed a la cabeza), pero el proyecto no termina de cuajar y se disuelven al poco tiempo. Por su parte, el joven Angus formó parte de una banda local llamada Kentuckee (más tarde, Tantrum), donde comenzó a rasgar las seis cuerdas con asiduidad durante una temporada.

El estreno serio como músicos profesionales de Angus y Malcolm, viene de la mano de su hermano mayor en 1972. George Young trabaja en un disco junto a su amigo Harry Vanda, bajo el nombre de Marcus Hook Roll Band. Necesitan músicos adicionales en el estudio e invitan a sus hermanos a formar parte del proyecto.

A finales de 1973, Malcolm estaba decidido a montar un nuevo grupo, que, en principio, solo iba a contar con él mismo como guitarrista, pero al final pensó que sería mejor compartir ese rol con otras seis cuerdas… ¿Quién mejor que su hermano Angus?

Deciden llamarse “AC/DC”, abreviatura de “Alternating Current/Direct Current” (“Corriente Alterna/Corriente Continua”), que aparece en los aparatos eléctricos. El nombre se le ocurrió a Margaret, la hermana de Angus y Malcolm, al ver esas siglas en su máquina de coser.

Completan la formación con el bajista Larry Van Kriedt, el batería Colin Burgess y el cantante Dave Evans, con los que comienzan a ensayar versiones de blues y rock. Se estrenan sobre un escenario el 31 de diciembre de 1973, en el Chequers Club de Sídney,

Los hermanos Young buscaban una puesta de escena impactante para la banda, y en los primeros conciertos de AC/DC, Angus probó con varios disfraces (El Zorro, un Superman personalizado, “Super Ang” y Spiderman, entre otros), pero ninguna terminaba de convencerle. Hasta que un día, encontró su indumentaria de guerra perfecta y el futuro símbolo visual de la banda. Una vez más, su hermana Margaret ayudo en el asunto: La decisión se fraguó cuando Angus estudiaba y, nada más terminar las clases, se iba directamente a ensayar con su grupo sin cambiarse de ropa. Margaret le sugirió que podía tocar con ese uniforme escolar, ya que seguía comportándose como un niño.

La formación pasó por diferentes cambios a la batería y al bajo y, tras grabar dos singles con Dave Evans como cantante, “Can I sit next to you” y “Rockin’ in the Parlour”, en septiembre de 1974, el carismático Bon Scott lo sustituye como vocalista.

En 1975, sólo para Australia, lanzan 'High Voltage', y el mágico tridente comienza a funcionar: Seis de las ocho canciones que conforman el disco están compuestas por los hermanos Young y Bon Scott. La canción que abre esa edición australiana y primera pista que graban con Scott, es toda una declaración de intenciones, una versión muy personal del blues “Baby, Please Don't Go” de Big Joe Williams.

El combo se estabiliza y la alineación titular queda con: Phil Rudd a la batería, Mark Evans como bajista y Scott como frontman y pieza clave junto a los hermanos Young.

Lanzan el single “It’s a Long Way to the Top (If You Wanna Rock ‘n’ Roll)”, que se convertiría en un tema referente de la banda. La canción se incluyó en diciembre de 1975 en su segundo trabajo 'T.N.T.', que se publicó sólo en Australia y Nueva Zelanda. En el álbum aparecen otros futuros clásicos de AC/DC, como “High Voltage”, “T.N.T.” y “The Jack” que, junto al single anterior, se incluirían en la edición internacional de 'High Voltage' (Atco Records, 1976) para Estados Unidos, con nueve temas en total.

En 1976 firman un contrato internacional con Atlantic Records y comienzan una gira europea con grandes bandas de rock, como Aerosmith, Kiss, Blue Öyster Cult o Cheap Trick. Ese mismo año, (tras la edición de 'High Voltage' para Estados Unidos), sacan su tercer disco de estudio y el segundo lanzado al mercado internacional (en Europa vio la luz en diciembre, pero en Estados Unidos no se lanzó hasta 1981), 'Dirty Deeds Done Dirt Cheap' (Atlantic Records, 1976). La canción titular fue el mayor éxito, junto a “Problem Child” y “Ride On”. En este álbum dan un paso más allá del boogie y el eléctrico hard-rock que los definía, con cierto toque glam y una mayor perversidad sonora, ADN que rezumará con fuerza en su música, con Bon Scott abriendo en sus letras la Caja de Pandora de las bajas pasiones, desbordando lujuria en cada fraseo. La versión internacional contenía una canción que no apareció en la edición lanzada en Australia y viceversa. En el primer caso fue la sudorosa erupción de testosterona de “Squealer”, y en el segundo, la más conocida y lanzada como single “Jailbreak”.

La simbiosis de las doce cuerdas de los hermanos Young y la magnética y corrosiva sensualidad de la voz de Bon Scott, acrecentada hasta el infinito en directo, hace que la popularidad de la banda vaya creciendo a pasos agigantados en Europa.

En el otoño del 77, contraatacan con su cuarto álbum, 'Let There Be Rock' (Atlantic Records, 1977), una obra poderosa en la que consiguen maximizar y afianzar el sonido lascivo, oscuro y peligroso que haría grande a la banda. De la apoteosis sónica del tema titular “Let There Be Rock”, con ese muro de riffs (marca de la casa) que levanta Malcolm y funde con las diabluras finales de Angus, a las siempre palpitantes raíces boggie en “Bad boy boggie”, hasta desembocar en la oda sexual de altos quilates de “Whole lotta Rosie”. Un cierre con regusto inicial a blues y rock añejo -del Elvis primigenio de “Heartbreak hotel”, al Little Richard más clásico incluido-, que da paso a una orgía guitarrera final en la que Scott se sumerge una y otra vez, demostrando que es la voz a batir del momento. Este álbum termina de fijar el estilo y la senda a seguir de la banda, además de calar en el mercado estadounidense. Es el último trabajo con Mark Evans como bajista.

El siguiente año, tras codearse en la gira con gigantes como Black Sabbath o The Who, lanzan 'Powerage' (Atlantic Records, 1978), donde Angus, Malcolm y Scott, como en todos los anteriores, vuelven a firmar la composición del disco. Es un trabajo más denso y agudo, considerado el álbum de transición antes de conseguir el éxito rotundo. Y aunque no tiene singles claros, destacan temas como la inicial y pegadiza “Rock 'n' Roll Damnation”, la agresividad acelerada de “Riff Raff’” o “Sin City”. En la producción repite el mayor de los Young, George, y Harry Vanda, con Angus estrenándose a la coproducción. En esta grabación, debuta al bajo Cliff Williams y queda constituida la base clásica de la formación.

Recogen todo el poderío y visceralidad creciente de la banda en su primer disco en directo, 'If you want blood (You've got it)' (Atlantic Records, 1978). Grabado casi en su totalidad en el Apollo Theatre de su Glasgow natal, la noche del 30 de abril de 1978.

El sexto álbum -quinto a nivel internacional- de AC/DC, que le da el tiro de gracia a la década de los 70, no sale del horno, sino del mismísimo infierno del rock ‘n’ roll. 'Highway to Hell' (Atlantic Records, 1979) es la autopista rápida que los lleva fulminantemente al estrellato, consiguiendo entrar en las primeras posiciones de las listas de ventas, como esa bola de acero gigante que impacta con un edificio sin avisar. Fue el primer disco del grupo en sobrepasar el millón de copias vendidas.

Diez temas compuestos de nuevo por el tridente más letal del hard-rock, Scott, Malcolm y Angus, firmando algunas de las mejores canciones de su trayectoria y de la historia del Rock en general. De la pegadiza “Touch Too Much”, con la guitarra rítmica de Malcolm Young marcando el rumbo y Bon Scott, con sudorosa sensualidad glam, cantando como un volcán a punto de estallar, al fuego inextinguible de “Shot Down in Flames” o “If You Want Blood (You've Got It)”, donde desbordan ríos de humeante sangre.

Y si el disco comienza a tumba abierta con el tema que le da nombre, “Highway to Hell”, hit instantáneo e himno eterno, esta primera obra maestra de la banda, termina con la absorbente oscuridad de “Night Prowler”, un blues en el que vuelven a abrir el tarro de las esencias.

El disco lo produjo Mutt Lange (primero sin George Young y Harry Vanda) y fue el último de Bon Scott. Con 33 años, en la cima de su carrera, preparado para un largo reinado y seguir rompiendo techos en la música, 'Highway to Hell' fue el inesperado y triste álbum de despedida del cantante. El 19 de febrero de 1980, tras una larga noche de consumo de alcohol, Alistair Kinnear, íntimo amigo de Scott, lo llevó a descansar a su coche. A la mañana siguiente, lo encontró sin respiración. En el hospital fue declarado muerto por intoxicación etílica.

Tras la pérdida irreparable de Bon Scott, el futuro de la banda se presentaba incierto, con una posible disolución en el aire. Pero finalmente, tras algunas audiciones, le ofrecieron el puesto al inglés Brian Johnson, que contaba con experiencia de sobra en la banda Geordie. Sin embargo, el vocalista contaba con una ventaja aún más importante: Bon Scott había reconocido en varias ocasiones que Johnson era su cantante preferido.

Brian Johnson acepto el reto. El espíritu de Bon Scott sonrió y siempre estaría presente en las cuerdas vocales del nuevo frontman inglés. Como anécdota cercana, la última aparición televisiva de Bon Scott actuando con AC/DC, fue en el programa español “Aplauso”, de TVE.

Reaparecieron con 'Back in Black' (Atlantic Records/Warner Bros, 1980) y el éxito de estas diez canciones teñidas de negro fue estratosférico. Nunca un disco de hard rock había tenido tal repercusión. Acaparó el número uno de las listas de medio mundo y se mantuvo en ellas durante años, desatando el fervor por la banda y disparando también la venta de sus anteriores obras. A día de hoy, este el el séptimo álbum más vendido de la historia, sólo por debajo de icónicos trabajos de Eagles, Michael Jackson, Billie Joel, Led Zeppelin y Pink Floyd.

La voz de Brian Johnson (con un timbre agudo muy particular, pero al mismo tiempo muy parecido al de Scott), encajó a la perfección en la banda, como la hoja afilada de un cuchillo en la noche más oscura. Además, hizo buen equipo compositivo con los Young, escribiendo, mano a mano, todas las canciones.

El disco era un homenaje fúnebre cargado de simbolismo, con esas campanas de la inicial “Hells Bells”, que te erizan la piel cada vez que doblan. Pero entre tanta oscuridad, irradia una vitalidad que te hace levitar. “Shoot to thrill”, “Back in Black” y “You shook me all night long”, eran clásicos desde su primera escucha, engordando un repertorio que se antojaba ya de ensueño.

Repitió a la producción Mutt Lange, que hizo lo propio en el siguiente 'For Those About to Rock (We Salute You)' (Albert Productions, 1981). Este segundo disco con Brian Johnson, tuvo muy buen recibimiento entre los seguidores, con los cañones de la portada muy presentes en los directos, cada vez que suena la canción titular.

Aunque era de esperar que, tras dos obras maestras consecutivas, en algún momento la banda bajara el nivel, nadie estaba preparados para que el grupo, en la segunda mitad de los 80, encadenara sus dos peores trabajos: 'Flick of the Switch' (Albert Records, 1983) y 'Fly on the Wall' (Atlantic Records ,1985), que coincidieron con la marcha de las baquetas todopoderosas de Phil Rudd, que fue sustituido por Simon Wright.

Entre esas dos obras menores, lanzan el EP '74' Jailbreak' (Atco, 1984), que festeja los diez años de existencia de la banda, recopilando cinco primerísimas canciones que sólo se habían editado en Australia.

Si bien es cierto que hubo altibajos compositivos a lo largo de su trayectoria, en directo la banda nunca bajó el nivel y, disco a disco, eran cada vez más conocidos por sus descargas y vibrantes puestas en escena, capaces de reventar estadios en cualquier punto del globo, característica que se mantiene intacta en la formación a día de hoy.

Con 'Blow up your video' (1988) levantaron un poco el vuelo en las ventas, pero seguía siendo un disco de nivel inferior al que se les exigía. Brian Johnson escribió por primera -y última- vez todas las canciones. Retomaron los mandos de la producción George Young y Harry Vanda.

En la gira de ese mismo año, Malcolm Young tuvo que ser sustituido, durante la parte americana, para recuperarse de su alcoholismo, por su sobrino Stevie Young, quien a larga se convertiría en miembro titular de AC/DC. Volvió, también a producirse un cambio a las baquetas y Chris Slade sería el siguiente batería en entrar a la formación australiana.

'The Razors Edge' (Albert Productions, 1990) fue el disco que los volvió a situar en los primeros puestos de las listas de ventas, con más de 12 millones a día de hoy, catapultados, sobre todo, por el exitoso hit y gran último himno de la banda, “Thunderstruck”.

Fue polémica la producción de Bruce Fairbairn, más sofisticada que nunca, además de potenciar las voces de apoyo, con lo que el sonido característico de la banda perdió crudeza, oscuridad y músculo. “Are you ready” fue otro de los temas ganadores del lote. Todas las canciones fueron compuestas por Malcolm y Angus ya que Brian Johnson, inmerso en un proceso de divorcio, no pudo colaborar en el proceso compositivo. La exitosa gira quedó grabada para la posteridad en el álbum 'Live!' (Albert/Epic, 1992).

En 1993 colaboran en la película 'Last Action Hero' con el sencillo “Big gun”, tema que rebosa la solera y garra de antaño.

Cinco años después de su anterior LP, llega 'Ballbreaker' (1995), con la vuelta de Phil Rudd a la batería y el afamado Rick Rubin a la producción. Once canciones donde la banda tira de raíces y recupera en su sonido, parte del fuego lujurioso de los años de Bon Scott. Del rompedor inicio con “Hard as a Rock”, a la sensualidad sudorosa de “Cover you in oil” y el contoneo adictivamente corrosivo de “Boogie man”, la banda suena como en sus mejores momentos y vuelve a dejar quemaduras en temas como “Hail Caesar” o el “Ballbreaker” de cierre, con un Brian Johnson rejuvenecido, reventándonos el pecho con cada embestida de voz.

La espera para la llegada de nuevo material de estudio fue larga, pero los conciertos emblemáticos no pararon, valga la mención especial para las tres noches seguidas que abarrotaron la madrileña Plaza de toros de Las Ventas, inmortalizada en el DVD 'No Bull' (1996), con la formación “clásica”, dado el retorno de Phil Rudd a la banda en 1994, en todo su esplendor.

En 'Stiff Upper Lip' (Albert Productions, 2000), la banda estrena milenio como una apisonadora y sigue aireando sus raíces con una docena de pistas en las que los riffs de los hermanos Young, vuelven a crear un volcán sónico que escupe blues y hard rock de la vieja escuela. Una traca continua, de la titular y magnética “Stiff Upper Lip” a “Satellite blues” o la explosión final de “Give it up”. Las críticas fueron buenas, pero se quedó muy por debajo del éxito de ventas de su antecesor. A la producción volvió el mayor de los hermanos, George Young.

Tras un largo silencio discográfico de ocho años, el combo “original” se mantiene y vuelve con 'Black Ice' (Columbia, 2008). La ferocidad sigue intacta, pero, aunque nos montamos en marcha y sin pensárnoslo al “Rock N Roll Train” inicial, los surcos que le siguen carecen de esos singles afilados tan marca de la casa, que sí poseían los dos anteriores álbumes.

A esta salida le sigue una gira mundial y nuevo material en vivo, grabado en el Estadio Monumental de Buenos Aires, DVD (2011) y disco, 'Live at River Plate' (2012). La banda, con más de 200 millones de discos vendidos a lo largo de su intachable carrera, sigue demostrando en sus eléctricos e incomparables directos por qué sigue siendo una de las bandas más taquilleras de la historia.

Con la grabación de 'Rock or bust' (Columbia, 2014) llegan las malas noticias. Un disco que funciona, sin novedades en el sonido del grupo, pero más corto que todos sus predecesores (35 minutos). Este sí contiene un par de singles pegadizos y claros, “Play ball” y “Rock or bust”. Volvemos a comprobar que la garganta de Brian sigue arañándonos por dentro en cada boogie y blues. Además, encontramos alguna sorpresa, como los ritmos sureños y refrescantes de “Rock the blues away”.

Pero 'Rock or bust' no pasará a la historia de la música por el cariz positivo del trabajo, sino por ser el primer disco sin Malcolm, que dejó ese mismo año la banda por problemas de salud. Su sobrino Stevie Young fue el encargado de reemplazarlo en el estudio. El 23 de septiembre de 2014, se confirman oficialmente los tristes rumores: diagnostican demencia senil a Malcolm Young y Stevie Young ocupará el sitio de su tío en la banda para promocionar el disco.

Pero las malas noticias, a distintos niveles, no se quedan ahí. Phil Rudd tiene problemas con la justicia y es sentenciado, a mediados de 2015, a arresto domiciliario. Además, en abril de 2016, los crecientes problemas auditivos de Brian Johnson, le obligan a dejar de girar con AC/DC, al ser advertido por médicos especialistas de que, si seguía actuando en grandes recintos, corría el riesgo de sufrir una sordera total.

A Phil Rudd lo sustituye Chris Slade y se busca cantante temporal para poder realizar los conciertos comprometidos. Se barajan muchos nombres y hasta la posibilidad de suspenderlo todo. Al final, el elegido es el fan de la banda y cantante de Guns N' Roses, Axl Rose. La controversia y el malestar de muchos fans es creciente y se teme que Axl empañe un legado sobresaliente. Comienza la gira en Lisboa y sigue en Sevilla, con Axl actuando sentado por una lesión en el pie. Pese a las críticas, el vocalista clava cada nota y da un concierto que deja a más de uno con la boca abierta, coronándose también en el resto de gira como el sustituto perfecto. Tanto es así, que no tarda en saltar la noticia de que Axl podría sustituir a Brian Johnson en la grabación del futuro disco de estudio de la banda. Mientras tanto, Cliff Williams, bajista titular desde 1977, anuncia que se retira.

El 22 de octubre de 2017 muere George Young a los 70 años, hermano mayor de Malcolm y Angus, mentor de ambos y productor de un buen puñado de discos de AC/DC. Pocos días después, el 18 de noviembre del 2017, vuelven a doblar las campanas puesto que fallece Malcolm Young a los 64 años.

Con tantas tristes y malas noticias, cuando parecía que la banda, ahora sí, estaba abocada a disolverse definitivamente, AC/DC, cual ave fénix, anuncia que se dispone a grabar nuevo material. Además, en agosto de 2018 se filtran varias fotos cercanas al estudio que parecen denotar que Brian Johnson y Phil Rudd de vuelta.

En febrero de 2019, junto a la más que posible participación de Cliff Williams, se especula que no sólo el nuevo álbum está ya completado, sino que en él además “hay ideas y riffs de guitarras de Malcolm”. El punto de partida del futuro lanzamiento fue rendirle un gran homenaje y “unirse para publicar su música y celebrar AC/DC”. A la espera, con los brazos abiertos quedamos.

Por David Pérez Marín