A veces el verdadero éxito reside en superar con éxito los peores momentos que se nos plantean en la vida. Def Leppard es un ejemplo de esto, su pico de popularidad se concentró entre 1983 y 1987, pero, entre medias, también sufrieron grandes contratiempos, incluyendo verdaderas desgracias que, con mucho trabajo, consiguieron superar.
Aunque en un principio se iban a llamar Deaf Leopard, algo así como Leopardo Sordo, fue Joe Eliot el que propuso que el nombre de la banda se cambiara por dos motivos: no parecer demasiado punks y realizar un homenaje a Led Zeppelin. Aunque cuenta la historia que a su primer concierto, en el gimnasio de un instituto, sólo acudieron seis personas, sólo hizo falta un contrato discográfico para que la banda comenzara a ganar notoriedad. 'On Through the Night' resultó un éxito en el Reino Unido y, aunque en tierras americanas no fue tan efectivo, sí que sonó en las radios del país.
Sin embargo, todavía quedaban muchas cosas buenas por venir. Convertidos en pequeñas estrellas que ya habían tocado con bandas como Judas Priest o artistas como Ozzy Osbourne. Su siguiente disco, 'High 'N' Dry' alcanzó la categoría de platino. Pero su sucesor, 'Pyromania', llegó aún más lejos, vendiendo más de siete millones de copias y siendo emitido una y otra vez en la MTV. No es para menos, porque contenía temas como “Photograph” y “Rock of Ages”, dos de los éxitos más destacados de la banda.
Todo iba viento en popa, ¿qué podía salir mal? La gente esperaba con ansia el lanzamiento del siguiente álbum de unos Def Leppard que se habían consagrado como uno de los grupos más populares de la época. Fue justo en este momento cuando la desgracia golpeó a la banda en forma de accidente automovilístico. Rick Allen, batería del conjunto, casi pierde la vida en un accidente producido en la Nochevieja de 1984. Las secuelas fueron graves, el músico perdió el brazo en aquel terrible evento. Sin embargo, esta es una historia de superación. El músico decidió seguir tocando y se negó a dejar la banda. Sus compañeros, que le apoyaron en todo momento, se decidieron a ayudarle y Joe Elliot diseñó una batería electrónica que permitía tocar con un brazo además de con las piernas. En 1987, se publicó 'Hysteria', la obra maestra de la banda, con Allen a la batería.
Este disco contuvo la friolera de 7 canciones que se convirtieron en singles de éxito:“Animal”, “Rocket”, “Women”, “Hysteria”, “Armaggedon' It” y “Pour Some Sugar On Me”. Esta última, quizás, es la canción más reconocible de la banda. Elliot, el principal responsable del nacimiento del tema, recuerda estar en un descanso mientras trabajaban en la parte vocal de uno de los temas del disco y ponerse a tocar una progresión de acordes en la guitarra mientras cantaba una melodía. Cuando el productor Mutt Lange, que había salido del estudio durante unos instantes, volvió a entrar, se dio cuenta de que aquella improvisación sonaba terriblemente bien. En ese momento, y aunque ya había 11 temas compuestos para el redondo, Lange decidió que tenían que grabar la canción. El resto es historia. La banda se juntó y, en dos días, completaron el que se acabaría convirtiendo en su tema más notorio.
Aunque la banda estaba en su mejor momento, convertidos en ídolos adolescentes y grandes estrellas del rock and roll, su suerte volvió a cambiar repentinamente cuando su guitarrista, Steve Clark, falleció de una sobredosis de alcohol y drogas. Sus problemas con los estupefacientes habían sido una constante y, pese a haber entrado en rehabilitación apoyado por sus compañeros de banda, no consiguió vencer la batalla contra sus adicciones. La banda, poco después, publicó 'Adrenalize', que no logró alcanzar el nivel de ventas de sus anteriores trabajos. A esto le siguió la contratación del guitarrista Vivian Campbell, que gozaba de una dilatada trayectoria como parte de bandas como Whitesnake o Dio.
Aunque Def Leppard continuó publicando singles de éxito, incluso tirando de material descartado en anteriores trabajos en 'Retro Active', sus días de mayor gloria se terminaron según avanzaron los '90. De la última parte de su trayectoria destacan canciones como “Promises”, incluida en su disco 'Euphoria', de 1999. Aún con todo, Def Leppard sigue siendo, a día de hoy, una banda de culto que continúa formando parte de la parte alta de los carteles de los festivales a los que asisten y continua llenando grandes recintos.
