Ramones

Si hablamos de la historia del punk, Ramones no podrían ser considerados los padres del género, honor que pertenece a Iggy & The Stooges, pero sí los que lo pulieron para convertirse en el modelo a seguir para las bandas que vendrían a continuación. Su estilo, con chupas negras y vaqueros en homenaje al estilo rocker de los ’50, se ha convertido en la base estética sobre la que ha evolucionado la imagen de los artistas y seguidores del género.

El núcleo duro del éxito de Ramones reside, sin duda, en sus cuatro primeros álbumes, en los que no dudaron en revolucionar la música con un sonido rápido y visceral. Sus tracks eran cortos, de menos de 3 minutos de duración. Esa brevedad, las estructuras sencillas y sus mensajes hiperbólicos y directos se convirtieron en la firma de la formación.

Su tema más conocido, “Blitzkrieg Bop”, es, también, el primero de su opera prima. En un principio, el tema no fue un hit, pero el paso de los años convertiría este track en un himno punk que todo seguidor del género conoce. Si bien es cierto que la influencia de ‘Ramones’ aterrizó con fuerza en Inglaterra, la banda, cuyo primer trabajo sólo costó 6000 dólares, no llegó alto en las listas de ventas y tampoco tuvo una gran cobertura radiofónica.

Por otro lado, la formación nunca paró de girar durante sus 20 años de actividad. El directo, sin duda, era uno de los puntos fuertes de la banda. Cuenta Marky Ramone, quien fuera batería de la banda durante gran parte de su actividad –entre 1978 y 1983, así como entre 1987 y 1996- que, tras bambalinas, las cosas no iban tan bien durante las giras. Dee Dee vivía en su mundo, era muy imaginativo, lo cual le permitía escribir gran parte de las letras de la banda, pero inaccesible. Johnny, por su parte, era profundamente racista y republicano, además de antisemita, sus prejuicios y su manera de ser le llevaron a chocar con el resto de la banda en muchísimas ocasiones. Por último, Joey era una persona tímida e introvertida que además sufría un trastorno obsesivo-compulsivo. Marky también tuvo bastantes problemas derivados, sobre todo, de su alcoholismo, que le llevó a dejar la banda durante un tiempo.

Los Ramones, en su segundo, tercer y cuarto trabajo, siguieron componiendo temas que quedarían para el recuerdo como “Sheena is a Punk Rocker”. La canción está inspirada en un personaje de comic muy popular durante los 40 y los 50.

“I Wanna Be Sedated” tiene una historia algo más interesante detrás. Joey Ramone se quemó inhalando vapor de una tetera, como solía hacer antes de sus conciertos para despejar sus fosas nasales, y tuvo que ser trasladado a un hospital. Esta anécdota, junto a la vez que la banda se tuvo que hospedar en Londres en Navidad, mientras los locales estaban cerrados y no tenían nada que hacer, inspiró la letra de la canción. Su solo de guitarra, por cierto, consiste en la repetición de una sola nota 64 veces.

Si queremos resumir el espíritu gamberro e hiperbólico de los Ramones en una sola canción esa sería “Now I Wanna Sniff Some Glue”, su letra se repite periódicamente durante algo menos de dos minutos y habla sobre, como dice su nombre, esnifar pegamento. Esta no era una práctica que la banda llevara a cabo, pero Dee Dee tuvo la idea, seguramente basándose en vivencias de su infancia, de escribir esta letra. “Creo que Dee Dee hablaba de su niñez, de cómo él pensaba que eso era algún tipo de alivio cuando era pequeño. Yo pensaba que era una especie de parodia, él podría haber hablado un poco más en serio”, afirmaba Tommy Ramone en ‘Hey! Ho! Let's Go! The Ramones Anthology’, “No podíamos escribir sobre amor o coches, así que cantábamos sobre estas cosas, sobre esnifar pegamento. Pensábamos que era divertido. Creíamos que podíamos salirnos con la nuestra haciendo cualquier cosa”, añadía.

Los ’80 y los ’90 no fueron tan amables con Los Ramones, cuyos discos fueron cayendo cada vez más a nivel de ventas. Tras hacer el disco de versiones ‘Acid Eaters’, que fracasó en ventas una vez más, la banda comenzó a preparar ‘¡Adiós, Amigos!’, alegando que si esta última aventura no alcanzaba el nivel de éxito necesario, los Ramones dirían adiós para siempre. Así fue, el plástico no aguantó más que dos semanas en las listas de ventas y el grupo realizó un último tour antes de despedirse para siempre.

Sus integrantes fallecieron pocos años después, anulando, evidentemente, cualquier posibilidad de regreso. Sin embargo, Ramones sigue viviendo el grupos como The Offspring o Green Day, que no hubieran nacido si no hubiera sido por aquellos chicos de chaqueta oscura y vaqueros que decidieron, un día, llevar el punk rock un paso más allá.