RockFM

R.E.M.

Origen: Estados Unidos

Premios:
  • Más de 85 millones de discos vendidos en todo el mundo.
  • Reconocidos por la revista Rolling Stone como uno de los 100 mejores grupos de la historia.
  • Miembros del Rock And Roll Hall Of Fame.
  • Ganadores del Brit Award como mejor banda internacional en varias ocasiones.
  • Ganadores de un Grammy a mejor álbum de música alternativa por Out Of Time y mejor actuación pop por 'Losing My Religion'.
  • Ganadores de varios MTV Music Awards por los videoclips de 'Losing My Religion' y 'Everboydy Hurts'.
  • Ganadores de varios premios concedidos por la revista NME incluyendo mejor álbum por Green y Automatic For The People

Web: http://remhq.com/index.php

Historia

Sería fácil señalar el momento exacto en el que el llamado rock alternativo explotó a nivel mundial. En 1991 el videoclip de ‘Smells Like Teen Spirit’ de Nirvana llegaba a través del tubo catódico a todos los hogares del planeta via MTV. Aquello fue todo un antes y un después en la industria musical y uno de los acontecimientos más relevantes de la historia del rock. Sin embargo, antes de que Nirvana, Oasis o Green Day dominasen las ondas, hubo una serie de bandas pioneras que de algún modo allanaron el camino a todas esas formaciones surgidas de la escena independiente. Una de ellas la encontramos en un grupo de jóvenes estudiantes universitarios de Athens, Georgia (Estados Unidos).

Coincidiendo durante sus estudios en la universidad, Michael Stipe, Peter Buck, Mike Mills y Bill Berry se conocerán a principios de los 80 compartiendo intereses musicales por el post punk y artistas como Patti Smith o The Velvet Underground. Sin grandes aspiraciones, comenzarán a trabajar en sus primeras composiciones de las que acabará saliendo su primer single: ‘Radio Free Europe’. Editado por la pequeña compañía Hib-Tone, la canción se convertirá rápidamente en un inesperado gran éxito dentro del circuito independiente y universitario, agotando en muy poco tiempo las escasas 1.000 copias que se fabricaron para su distribución.

A pesar de la grabación casi amateur, la banda ya asienta desde el primer momento lo que serán sus señas de identidad más reconocibles con los arpegiados acordes de la Rickenbacker de Buck, los coros de Mills y la áspera e indescifrable poesía vocal de Stipe. El cuarteto, que finalmente elegirá las siglas R.E.M. (Rapid Eye Movement, que hacen referencia a una fase del sueño), colocará de esta manera la primera piedra de una de las carreras más solidas de la música indie y alternativa.

Impulsados por la buena acogida, no serán pocas las ofertas que les lleguen desde diferentes casas discográficas, siendo finalmente I.R.S. la escogida para publicar su debut de 1983, Murmur. Aún sin llegar a cotas mainstream, el álbum alcanzará un reconocimiento notable, llegando a ser destacado por la Rolling Stone como el mejor disco del año. A pesar de su juventud, canciones como la citada ‘Radio Free Europe’, ‘Sitting Still’ y ‘Talk About The Passion’ pondrán encima de la mesa la marcada personalidad que irán desarrollando en posteriores entregas, caso de su continuación Reckoning, que verá la luz justo al año siguiente.

Para la grabación de su tercer largo, R.E.M. viajarán hasta Londres e inevitablemente el clima de las Islas Británicas acabará por colarse de alguna forma en el tono del material con el que trabajan. Las duras circunstancias durante las sesiones en el estudio (la climatología, la distancia lejos de su hogar) provocan que Fables Of The Reconstruction represente una cara más sombría en comparación a lo que habían hecho hasta el momento. Incluso llegarán a plantearse la disolución, pero finalmente saldrán adelante.

En un ritmo de creación imparable, Life Reach Pageant retomará los ritmos pop más alegres de sus comienzos. Las letras de Stipe comenzarán a resultar menos crípticas y más cercanas, lo cual acabará dando paso a la que posiblemente sea su mejora obra durante la década de los 80: Document. Aquí los de Athens alcanzarán la madurez de su primera etapa como banda de referencia del indie americano. Propulsados por la contagiosa vitalidad de singles como ‘The One I Love’ o los frenéticos fraseados de Michael en la divertidamente apocalíptica ‘It’s The End Of The World As We Know It (And I Feel Fine)’, cada vez serán más las ofertas de grandes compañías interesadas en ficharles. A pesar de su fuerte compromiso con los ideales del underground, finalmente firmarán con la multinacional Warner y el gran salto al estrellato mundial no tardará mucho en llegar.

Su primer disco para un sello grande será Green en 1988. No supone un gran cambio estilístico, aunque juegan con distintas dinámicas siendo capaces de endurecer su sonido en ‘Orange Crush’ y ‘Turn You Inside Out’ sin perder su esencia, al tiempo que canciones tan pegadizas como ‘Stand’ conseguirán colarse en las radios. Es la antesala de lo que supondrá su gran explosión a nivel comercial tres años más tarde.

Justo en 1991, el mismo año que Nirvana desatarán con Nevermind toda una oleada de nuevas formaciones dispuestas a renovar la corriente del rock contemporáneo, R.E.M. estarán ahí para recoger su parte del pastel como uno de los padres de la escena alternativa. Su séptimo LP, Out Of Time, se convertirá en uno de los grandes pelotazos del año. Sus canciones adquieren un gancho comercial irresistible para las FM, caso de la melódica ‘Near Wild Heaven’, las cadencias pseudo funkies de ‘Radio Song’ o la alegría desvergonzada de ‘Shinny Happy People’, donde cuentan con la voz de Kate Pierson de The B-52’s.

Pero todos los cortes del disco se verán eclipsados ante el rotundo éxito de la que a la postre se convertirá en la canción bandera de R.E.M.. Con el original y reconocible riff de mandolina de Peter Buck y su cuidado videoclip (otra de sus señas de identidad ha sido el mimo que siempre han puesto en su imagen), ‘Losing My Religion’ se convertirá en un éxito a nivel mundial consiguiendo que el álbum despache más de 10 millones de copias. Aún a día de hoy sigue sonando en cualquier emisora del planeta con asiduidad, siendo uno de los temas más radiados de todos los tiempos. Stipe y compañía dejarán de ser una banda de culto para entrar por la puerta grande en el star system de la industria musical.

Tras digerir la resaca del éxito cosechado con Out Of Time, el grupo lo habría tenido muy fácil para repetir la jugada y asegurarse nuevamente su posición en la listas de ventas. Sin embargo, y en un inesperado quiebro que evidencia su enorme personalidad artística, se desmarcarán un año después con Automatic For The People. Un trabajo en el que se alejarán de los puntos comunes más obvios del pop-rock para adentrarse, a su manera, en las raíces del folk y el country americanos. Si alguna vez os habéis preguntado qué diablos significa la etiqueta “americana”, este álbum es uno de los mejores ejemplos que encontraréis.

La apertura sosegada de ‘Drive’ (una vez más los fraseados de Michael Stipe valen su peso en oro) ya es un indicio de que R.E.M. no han tomado el camino sencillo… y no parece importarles tampoco. Se sienten de lo más seguros y cómodos en la solemnidad de ‘Sweetness Follows’, la belleza hecha canción en ‘Nightswimming’ y la perfección pop de ‘Man On The Moon’. En ‘Everbody Hurts’ encontrarán ese single que recoja el testigo de ‘Losing My Religion’. Esta balada acerca de la soledad que todos sentimos en los momentos de debilidad se transformará en un nuevo himno de su cancionero, contando con otro videoclip que será de los más emitidos por la MTV durante los 90. Nunca más en toda su carrera volverán a estar tan arriba como en este momento.

Ya sea por su inconformismo o por la influencia de sus compañeros de generación, el siguiente paso volverá a suponer otro escalón más en su particular evolución. En 1994 llegará el que muchos llaman “el disco grunge de R.E.M.” (curiosamente en el mismo curso que el género comenzará su descenso de popularidad). No es que Monster sea un intento de impostar la rabia punk de Nirvana o la energía desatada de los primeros Pearl Jam, pero sí que se trata de un trabajo mucho más rockero donde la Rickenbacker de Peter Buck gana en distorsión. Prueba de ello es ‘What’s The Frecuency, Kenneth?’, con una pulsación más nerviosa y vibrante que lo mostrado en Out Of Time y Automatic For The People. Tampoco es que estemos ante una obra más directa, ya que la final ‘Let Me In’ (dedicada a Kurt Cobain, quien era buen amigo de Michael Stipe) también otorga una mayor profundidad al álbum, que aún recibiendo alabanzas por parte de la prensa, no conseguirá replicar las ventas de sus dos discos previos.

La consecuente gira de presentación de Monster traerá noticias desagradables e inesperadas al seno de la banda. Durante un concierto en Suiza, el batería Bill Berray sufrirá un aneurisma cerebral que obligará a cancelar toda actividad. Por suerte, conseguirá recuperarse pero abandonará la formación por cuestiones de salud. El vínculo entre los cuatro miembros que se había mantenido intacto desde sus inicios cuando apenas eran unos adolescentes se romperá. A pesar de todo, terminará la grabación de su décimo LP, New Adventures In Hi-Fi. Musicalmente podríamos considerarlo el hermano pequeño de Automatic For The People por su sonido acústico y pausado. Tampoco será un trabajo especialmente destacado, salvo el tema ‘E-Bow The Letter’ en la que colaborará a los coros una de las grandes inspiraciones para los de Athens: Patti Smith.

Aunque obviamente para los conciertos en vivo seguirán contando con varios baterías, Stipe, Buck y Mills deciden no buscar un sustituto de manera oficial para Berry, quedando como trío. Fruto de la ausencia de un percusionista al uso, R.E.M. se animarán a experimentar con bases y elementos más propios de la electrónica en Up. Una decisión arriesgada y no exenta de polémica entre sus seguidores, pero que será aplaudida por parte de la crítica, aún sin contar con canciones con vocación comercial. ‘Daysleeper’ (dedicada a los trabajadores nocturnos) y la más tradicional ‘At My Most Beautiful’ serán las más populares dentro de un disco que pasará un tanto desapercibido.

Todo lo contrario sucederá con el inicio del nuevo milenio, ya que con Reveal y gracias a otro de sus grandes singles como es ‘Imitation Of Life’ (nuevamente con un fantástico videoclip de un plano fijo que avanza y retrocede en loop durante todo la canción), volverán a posicionarse en las listas de éxitos. Esto les servirá para afianzarse ya como una banda más que consolidada y respetada a todos los niveles. Sin embargo, la crisis de los 40 hará su aparición en Around The Sun, seguramente el álbum más flojo de toda su trayectoria. Aquí encontramos a una banda con la inspiración bajo mínimos y una falta de chispa alarmante. Años más tarde admitirán no sentirse en absoluto satisfechos con él, vetando la gran mayoría de sus temas en los repertorios en vivo.

Sacando fuerzas de flaqueza, volverán a remontar el vuelo cuatro años después. Accelerate, como bien deja adivinar su título, se trata de un disco más inmediato y vivo (de hecho es el más corto de su discografía, con apenas media hora de duración), en el que el grupo suena rejuvenecido y con ganas de rockear. Las buenas sensaciones continuarán en 2011 con Collapse Into Now, madurando el sonido pero conservando esas energías renovadas. Tras varios altibajos, R.E.M. parecen encontrar la estabilidad a nivel de estudio ya como grupo veterano. Es el momento de poner el broche a más de 30 años de carrera.

Apenas un par de meses más tarde de la edición de Collapse Into Now, los tres componentes originales anunciarán a través de un comunicado en su web que deciden poner punto final y de manera amistosa a una de las carreras más influyentes de la música americana de las últimas décadas. Elegantes y coherentes con lo que ha sido su trayectoria, Stipe, Buck y Mills se despiden en el momento correcto: Habiéndolo dicho y hecho todo, sin necesidad de arrastrarse por los escenarios por pura ambición económica.

Aún a día de hoy hay quienes les siguen añorando y sueñan con que llegue alguna oferta millonaria de un gran festival que vuelva a reunirles en un escenario. Aunque cada uno por su cuenta continúan ligados a la música desde un discreto segundo plano alejados de los grandes titulares, no parece que ese comeback se vaya a producir a corto plazo. Pero entre tanto podremos seguir soñando con los recuerdos que un día nos hicieron vivir con una colección de canciones verdaderamente geniales al alcance de unos pocos privilegiados.

Sería fácil señalar el momento exacto en el que el llamado rock alternativo explotó a nivel mundial. En 1991 el videoclip de ‘Smells Like Teen Spirit’ de Nirvana llegaba a través del tubo catódico a todos los hogares del planeta via MTV. Aquello fue todo un antes y un después en la industria musical y uno de los acontecimientos más relevantes de la historia del rock. Sin embargo, antes de que Nirvana, Oasis o Green Day dominasen las ondas, hubo una serie de bandas pioneras que de algún modo allanaron el camino a todas esas formaciones surgidas de la escena independiente. Una de ellas la encontramos en un grupo de jóvenes estudiantes universitarios de Athens, Georgia (Estados Unidos).

Coincidiendo durante sus estudios en la universidad, Michael Stipe, Peter Buck, Mike Mills y Bill Berry se conocerán a principios de los 80 compartiendo intereses musicales por el post punk y artistas como Patti Smith o The Velvet Underground. Sin grandes aspiraciones, comenzarán a trabajar en sus primeras composiciones de las que acabará saliendo su primer single: ‘Radio Free Europe’. Editado por la pequeña compañía Hib-Tone, la canción se convertirá rápidamente en un inesperado gran éxito dentro del circuito independiente y universitario, agotando en muy poco tiempo las escasas 1.000 copias que se fabricaron para su distribución.

A pesar de la grabación casi amateur, la banda ya asienta desde el primer momento lo que serán sus señas de identidad más reconocibles con los arpegiados acordes de la Rickenbacker de Buck, los coros de Mills y la áspera e indescifrable poesía vocal de Stipe. El cuarteto, que finalmente elegirá las siglas R.E.M. (Rapid Eye Movement, que hacen referencia a una fase del sueño), colocará de esta manera la primera piedra de una de las carreras más solidas de la música indie y alternativa.

Impulsados por la buena acogida, no serán pocas las ofertas que les lleguen desde diferentes casas discográficas, siendo finalmente I.R.S. la escogida para publicar su debut de 1983, Murmur. Aún sin llegar a cotas mainstream, el álbum alcanzará un reconocimiento notable, llegando a ser destacado por la Rolling Stone como el mejor disco del año. A pesar de su juventud, canciones como la citada ‘Radio Free Europe’, ‘Sitting Still’ y ‘Talk About The Passion’ pondrán encima de la mesa la marcada personalidad que irán desarrollando en posteriores entregas, caso de su continuación Reckoning, que verá la luz justo al año siguiente.

Para la grabación de su tercer largo, R.E.M. viajarán hasta Londres e inevitablemente el clima de las Islas Británicas acabará por colarse de alguna forma en el tono del material con el que trabajan. Las duras circunstancias durante las sesiones en el estudio (la climatología, la distancia lejos de su hogar) provocan que Fables Of The Reconstruction represente una cara más sombría en comparación a lo que habían hecho hasta el momento. Incluso llegarán a plantearse la disolución, pero finalmente saldrán adelante.

En un ritmo de creación imparable, Life Reach Pageant retomará los ritmos pop más alegres de sus comienzos. Las letras de Stipe comenzarán a resultar menos crípticas y más cercanas, lo cual acabará dando paso a la que posiblemente sea su mejora obra durante la década de los 80: Document. Aquí los de Athens alcanzarán la madurez de su primera etapa como banda de referencia del indie americano. Propulsados por la contagiosa vitalidad de singles como ‘The One I Love’ o los frenéticos fraseados de Michael en la divertidamente apocalíptica ‘It’s The End Of The World As We Know It (And I Feel Fine)’, cada vez serán más las ofertas de grandes compañías interesadas en ficharles. A pesar de su fuerte compromiso con los ideales del underground, finalmente firmarán con la multinacional Warner y el gran salto al estrellato mundial no tardará mucho en llegar.

Su primer disco para un sello grande será Green en 1988. No supone un gran cambio estilístico, aunque juegan con distintas dinámicas siendo capaces de endurecer su sonido en ‘Orange Crush’ y ‘Turn You Inside Out’ sin perder su esencia, al tiempo que canciones tan pegadizas como ‘Stand’ conseguirán colarse en las radios. Es la antesala de lo que supondrá su gran explosión a nivel comercial tres años más tarde.

Justo en 1991, el mismo año que Nirvana desatarán con Nevermind toda una oleada de nuevas formaciones dispuestas a renovar la corriente del rock contemporáneo, R.E.M. estarán ahí para recoger su parte del pastel como uno de los padres de la escena alternativa. Su séptimo LP, Out Of Time, se convertirá en uno de los grandes pelotazos del año. Sus canciones adquieren un gancho comercial irresistible para las FM, caso de la melódica ‘Near Wild Heaven’, las cadencias pseudo funkies de ‘Radio Song’ o la alegría desvergonzada de ‘Shinny Happy People’, donde cuentan con la voz de Kate Pierson de The B-52’s.

Pero todos los cortes del disco se verán eclipsados ante el rotundo éxito de la que a la postre se convertirá en la canción bandera de R.E.M.. Con el original y reconocible riff de mandolina de Peter Buck y su cuidado videoclip (otra de sus señas de identidad ha sido el mimo que siempre han puesto en su imagen), ‘Losing My Religion’ se convertirá en un éxito a nivel mundial consiguiendo que el álbum despache más de 10 millones de copias. Aún a día de hoy sigue sonando en cualquier emisora del planeta con asiduidad, siendo uno de los temas más radiados de todos los tiempos. Stipe y compañía dejarán de ser una banda de culto para entrar por la puerta grande en el star system de la industria musical.

Tras digerir la resaca del éxito cosechado con Out Of Time, el grupo lo habría tenido muy fácil para repetir la jugada y asegurarse nuevamente su posición en la listas de ventas. Sin embargo, y en un inesperado quiebro que evidencia su enorme personalidad artística, se desmarcarán un año después con Automatic For The People. Un trabajo en el que se alejarán de los puntos comunes más obvios del pop-rock para adentrarse, a su manera, en las raíces del folk y el country americanos. Si alguna vez os habéis preguntado qué diablos significa la etiqueta “americana”, este álbum es uno de los mejores ejemplos que encontraréis.

La apertura sosegada de ‘Drive’ (una vez más los fraseados de Michael Stipe valen su peso en oro) ya es un indicio de que R.E.M. no han tomado el camino sencillo… y no parece importarles tampoco. Se sienten de lo más seguros y cómodos en la solemnidad de ‘Sweetness Follows’, la belleza hecha canción en ‘Nightswimming’ y la perfección pop de ‘Man On The Moon’. En ‘Everbody Hurts’ encontrarán ese single que recoja el testigo de ‘Losing My Religion’. Esta balada acerca de la soledad que todos sentimos en los momentos de debilidad se transformará en un nuevo himno de su cancionero, contando con otro videoclip que será de los más emitidos por la MTV durante los 90. Nunca más en toda su carrera volverán a estar tan arriba como en este momento.

Ya sea por su inconformismo o por la influencia de sus compañeros de generación, el siguiente paso volverá a suponer otro escalón más en su particular evolución. En 1994 llegará el que muchos llaman “el disco grunge de R.E.M.” (curiosamente en el mismo curso que el género comenzará su descenso de popularidad). No es que Monster sea un intento de impostar la rabia punk de Nirvana o la energía desatada de los primeros Pearl Jam, pero sí que se trata de un trabajo mucho más rockero donde la Rickenbacker de Peter Buck gana en distorsión. Prueba de ello es ‘What’s The Frecuency, Kenneth?’, con una pulsación más nerviosa y vibrante que lo mostrado en Out Of Time y Automatic For The People. Tampoco es que estemos ante una obra más directa, ya que la final ‘Let Me In’ (dedicada a Kurt Cobain, quien era buen amigo de Michael Stipe) también otorga una mayor profundidad al álbum, que aún recibiendo alabanzas por parte de la prensa, no conseguirá replicar las ventas de sus dos discos previos.

La consecuente gira de presentación de Monster traerá noticias desagradables e inesperadas al seno de la banda. Durante un concierto en Suiza, el batería Bill Berray sufrirá un aneurisma cerebral que obligará a cancelar toda actividad. Por suerte, conseguirá recuperarse pero abandonará la formación por cuestiones de salud. El vínculo entre los cuatro miembros que se había mantenido intacto desde sus inicios cuando apenas eran unos adolescentes se romperá. A pesar de todo, terminará la grabación de su décimo LP, New Adventures In Hi-Fi. Musicalmente podríamos considerarlo el hermano pequeño de Automatic For The People por su sonido acústico y pausado. Tampoco será un trabajo especialmente destacado, salvo el tema ‘E-Bow The Letter’ en la que colaborará a los coros una de las grandes inspiraciones para los de Athens: Patti Smith.

Aunque obviamente para los conciertos en vivo seguirán contando con varios baterías, Stipe, Buck y Mills deciden no buscar un sustituto de manera oficial para Berry, quedando como trío. Fruto de la ausencia de un percusionista al uso, R.E.M. se animarán a experimentar con bases y elementos más propios de la electrónica en Up. Una decisión arriesgada y no exenta de polémica entre sus seguidores, pero que será aplaudida por parte de la crítica, aún sin contar con canciones con vocación comercial. ‘Daysleeper’ (dedicada a los trabajadores nocturnos) y la más tradicional ‘At My Most Beautiful’ serán las más populares dentro de un disco que pasará un tanto desapercibido.

Todo lo contrario sucederá con el inicio del nuevo milenio, ya que con Reveal y gracias a otro de sus grandes singles como es ‘Imitation Of Life’ (nuevamente con un fantástico videoclip de un plano fijo que avanza y retrocede en loop durante todo la canción), volverán a posicionarse en las listas de éxitos. Esto les servirá para afianzarse ya como una banda más que consolidada y respetada a todos los niveles. Sin embargo, la crisis de los 40 hará su aparición en Around The Sun, seguramente el álbum más flojo de toda su trayectoria. Aquí encontramos a una banda con la inspiración bajo mínimos y una falta de chispa alarmante. Años más tarde admitirán no sentirse en absoluto satisfechos con él, vetando la gran mayoría de sus temas en los repertorios en vivo.

Sacando fuerzas de flaqueza, volverán a remontar el vuelo cuatro años después. Accelerate, como bien deja adivinar su título, se trata de un disco más inmediato y vivo (de hecho es el más corto de su discografía, con apenas media hora de duración), en el que el grupo suena rejuvenecido y con ganas de rockear. Las buenas sensaciones continuarán en 2011 con Collapse Into Now, madurando el sonido pero conservando esas energías renovadas. Tras varios altibajos, R.E.M. parecen encontrar la estabilidad a nivel de estudio ya como grupo veterano. Es el momento de poner el broche a más de 30 años de carrera.

Apenas un par de meses más tarde de la edición de Collapse Into Now, los tres componentes originales anunciarán a través de un comunicado en su web que deciden poner punto final y de manera amistosa a una de las carreras más influyentes de la música americana de las últimas décadas. Elegantes y coherentes con lo que ha sido su trayectoria, Stipe, Buck y Mills se despiden en el momento correcto: Habiéndolo dicho y hecho todo, sin necesidad de arrastrarse por los escenarios por pura ambición económica.

Aún a día de hoy hay quienes les siguen añorando y sueñan con que llegue alguna oferta millonaria de un gran festival que vuelva a reunirles en un escenario. Aunque cada uno por su cuenta continúan ligados a la música desde un discreto segundo plano alejados de los grandes titulares, no parece que ese comeback se vaya a producir a corto plazo. Pero entre tanto podremos seguir soñando con los recuerdos que un día nos hicieron vivir con una colección de canciones verdaderamente geniales al alcance de unos pocos privilegiados.

Por Gonzalo Puebla