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The Police

Origen: Inglaterra

Premios:
  • Grammy a la Mejor Interpretación Instrumental de Rock por “Reggata De Blanc” (1980)
  • Grammy a la Mejor Interpretación Instrumental de Rock por “Behind My Camel” (1981)
  • Grammy a la Mejor Interpretación de Rock por un Dúo o un Grupo con vocalista por “Don't Stand So Close to Me” (1981)
  • Grammy a la Mejor Interpretación de Pop por un Dúo o un Grupo con vocalista por “Every Breath You Take” (1983)
  • Grammy a la Mejor Interpretación de Rock por un Dúo o un Grupo con vocalista por “Synchronicity” (1983)
  • En 2003 ingresan en el Rock and Roll Hall of Fame

Web: http://www.thepolice.com/

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Historia

Pocos grupos han dejado tanta huella en tan poco tiempo. En plena eclosión punk, con la new wave llamando a la puerta, un joven power trío inglés surge de la nada y, con un coctel perfecto de raíces jazz, ritmos reggae, base rock, pegadizas melodías pop y frescura punk, crean un sello propio que se contagia rápidamente, por todo el planeta.

Una vertiginosa carrera que, con un talento instrumental y compositivo al alcance de muy pocos, en tan sólo cinco años y cinco discos (75 millones de copias vendidas en todo el mundo), dejó algunos de los himnos más importantes de la música popular, grabados a fuego en el inconsciente colectivo.

El estilo de The Police fue el más imitado en los ochenta y se extiende por toda la corteza de la cultura pop-rock siguiente. Ninguna banda sonaba como ellos y todas querían conseguir su hipnótica y ganadora fórmula. El otro grupo inglés y coetáneo, que también introdujo y mezcló el reggae de una forma singular y significativa en su música, fue The Clash.

The Police dejó huella en cada rincón del mundo, pero muy relevante fue la influencia del grupo en la entrada del sonido new wave en Sudamérica, que conectó y se extendió como la pólvora. De Soda Stereo, con Gustavo Cerati a la cabeza, a toda la nueva ola de pop-rock que le siguió en latino américa. De Los Fabulosos Cadillacs a los Rodríguez, pasando por músicos y bandas de diferentes estilos, que pulverizaron los muros comerciales internacionalmente, como Bruno Mars o Maroon 5.

The Police se formó a principios de 1977, cuando, el bajista y vocalista Gordon Matthew Sumner, conocido más tarde como “Sting” (“Aguijón”, por las camisetas de rayas negras y amarillas que solía llevar y lo asemejaban a una gran abeja), el batería Stewart Copeland y el guitarrista Andy Summers (que sustituyó al efímero Henry Padovani), formaron equipo.

Pero los cimientos de la banda fueron adquiridos por cada uno de sus integrantes en el camino previo que recorrieron por separado, antes de fundar en Londres el trío más famoso de la historia del rock.

El futuro líder, compositor y carismático vocalista rubio, Sting, nació como Gordon Matthew Sumner, el 2 de octubre de 1951 en Wallsend, una zona industrial cercana a Newcastle. Es el mayor de cuatro hermanos, en el seno de una familia de clase trabajadora. Su madre era peluquera y su padre un ingeniero que perdió el empleo y tuvo que trabajar en una central lechera. Aunque vivían en medio de una acentuada pobreza, sus padres insistieron en que el joven estudiara y fuera a la universidad.

La música llega de forma azarosa a su vida, cuando un tío suyo se muda a Canadá y, antes de irse, le regala su guitarra. Pronto aprende a tocar canciones de The Beatles y The Rolling Stones para adentrarse poco después en el jazz, estudiándolo y empapándose de toda su esencia. Embelesado por los ritmos jazzísticos, dejó la guitarra y se pasó al bajo.

Llega a la universidad, pero su periplo dura sólo cuatro meses. Trabaja un tiempo en una empresa de construcción y, tras hacer un curso de formación de profesorado, como docente en varios centros. Pero no, ni eso ni nada era para él. Él era para la música.

Comienza a tocar esporádicamente en un pub con un grupo de jazz, Phoenix Jazzplayers, del que pronto pasa a ser miembro oficial. Poco después, lo invitan a tocar en la banda de jazz más famosa de Newcastle, The Riverside Men y, en 1970, Sting se enrola en la reputada The Newcastle Big Band, banda muy conocida incluso fuera de Reino Unido, con la que gira y toca en festivales de prestigio, como el de jazz de San Sebastián y el de Pau.

En 1972, Sting, junto a Ronnie Pearson, John Hedley y Jerry Richardson, dejan la Big Band y forman Last Exit, donde Sting sigue perfeccionando su técnica con el bajo y, además, comienza a cantar.

Sting prueba suerte con Last Exit en Londres, y aunque dan bastantes conciertos, vuelven a Newcastle desilusionados, al no conseguir un contrato discográfico. La magia comienza a surgir cuando Stewart Copeland, batería de Curved Air, estando de gira por Newcastle, acude a un concierto de Last Exit. La forma de tocar de Sting y su presencia escénica noquean a Copaland, que buscaba bajista para un nuevo grupo. Le propone volver a Londres y, esta vez, ir a por todas.

Sting se muda a principios de 1977 a la capital y junto a Copeland y el guitarrista francés Henri Padovani, constituyen la primera formación de The Police. Lanzan el sencillo “Fall out”, compuesto por Copeland, que contiene toda la energía y frescura punk, movimiento que comenzaba a respirarse por cada rincón. La banda no despega y deciden sustituir a Padovani, que limitaba la capacidad creativa de la banda por su falta de experiencia, por Andy Summers, un virtuoso que había tocado con Eric Burdon and The Animals, Zoot Money, Soft Machine y Kevin Ayers entre muchos otros.

“Roxanne, You don't have to put on the red light”.

De un paseo por Pigalle, el barrio parisino frecuentado por prostitutas, Sting compone la eterna “Roxanne”. Ritmos reggae, energía punk y una luz roja que se nos refleja en la cara, la encienda o no Roxanne, desde la primera escucha. Un hit instantáneo que conquista a Miles Copeland, hermano de Stewart y manager de la banda, antes de que pueda parpadear. Miles lleva la canción al sello A&M y aunque el single no tiene el impacto que esperaban, The Police no tarda en conseguir contrato discográfico.

Fue el primer sencillo de la banda en entrar en las listas americanas, llegando al número 32 del Billboard, provocando la posterior reedición en Reino Unido y alcanzando el puesto 12.

En la toma de “Roxanne” que formó parte del disco debut de la banda, durante sus segundos iniciales, Sting se sienta sin querer en el teclado del estudio y se ríe. La efervescente espontaneidad y vitalidad que queda grabada en esa pista maestra, es la que se desborda por cada uno de los surcos de 'Outlandos d'Amour' (A&M Records, 1978). Del inicio a quemarropa de “Next to you”, a la bala inmortal que le sigue con “So lonely”, pasando por el magnetismo del segundo single y primera rompe listas “Can't Stand Losing You” o el manifiesto generacional de “Born In The 50's”.

Estas son canciones grabadas en pocas tomas que desprenden inmediatez de universos cercanos, de amores encontrados y perdidos, de soledad y desesperación, de rabia contenida y ganas de vivir por encima de todo. El trío quería comerse el mundo y este primer bocado fue casi definitivo. La banda crece como la espuma y llega a emprender una gira por Estados Unidos, con una veintena de conciertos. El álbum alcanzó el puesto número 6 en Reino Unido y el 23 en EEUU.

En menos de un año, con las presiones externas y lo egos internos en continua ebullición, reaparecen con su segundo largo, 'Reggatta de Blanc' (A&M Records, 1979)”, superando en aceptación al debut y consiguiendo ya un éxito total. Con el tema “Message in a Bottle”, se estrenan como número uno en Reino Unido, y el tema que da nombre al álbum, “Reggatta de Blanc”, les vale su primer Grammy a la Mejor Interpretación Instrumental.

Aunque aún se encuentran ciertas reminiscencias punk, abrazan de pleno la new wave y el reggae les sale por cada poro de la piel, dejándolo claro desde el explícito título del LP ('Reggae de blancos'). Jamaica como latido principal en pistas como la estratosférica “Walking on the moon”, también número uno en Reino Unido, o en la colosal fusión de géneros de “The Bed's Too Big Without You”.

La banda suena más conectada que nunca y cada uno de sus componentes, brilla en su campo hasta cegarnos. Gran parte de la crítica y fans, consideran 'Reggatta de Blanc', uno de los mejores trabajos de la banda.

Además, la popularidad de Sting, que crecía cada vez más rápido por sus méritos compositivos e interpretativos, se elevó más aún ese año, debido a la repercusión mediática que tuvo su participación en el film 'Quadrophenia' de The Who. A esa interpretación le seguiría un pequeño idilio con el cine, formando parte de clásicos como 'Dune' (David Lynch, 1984) y 'Lock, Stock and Two Smoking Barrels' (Guy Ritchie, 1998).

Las giras comienzan a solaparse y reclaman a The Police en cada punto del globo. La presión de la discográfica por tener nuevo material para comenzar otra serie de conciertos interminables, se junta con las drogas y con las crecientes discusiones en el seno de la banda. A Sting, líder ya total del grupo, cada vez le costará más dar su brazo a torcer e interpretar canciones que no lleven su firma, para desesperación de sus compañeros y en detrimento de algunas buenas composiciones que jamás verán la luz.

La banda va a una velocidad incontrolable, encadenando discos y enlazando una gira mundial con otra. Así, sin pausa creativa posible, con la discográfica ansiosa por hacer caja, lanzan apresuradamente, 'Zenyattà Mondatta' (A&M Records, 1980). Con los sencillos “Don't Stand So Close to Me” y “De Do Do Do, De Da Da Da” como estandartes del nuevo álbum, consiguen repetir el número uno en Reino Unido y Australia, además de coronarse en Estados Unidos, donde el disco llega al número 5 y se mantiene en las listas casi tres años. Además la formación vuelve a ganar dos Grammys, uno a la Mejor Interpretación Instrumental de Rock por “Behind my camel”, y otro a la Mejor Actuación de Rock de un Dúo o grupo con Vocal” con “Don't Stand So Close To Me”.

Los de Sting dejan de girar y entran por fin a grabar con tranquilidad -pasaron dos meses en un estudio de la isla caribeña de Monserrat- su cuarto disco, 'Ghost in the Machine' (A&M Records, 1981), con giro a la producción incluido, de la mano de Hugh Padgham.

Aunque contiene canciones luminosas como el sencillo “Every Little Thing She Does Is Magic”, las preocupaciones socio-políticas se filtran mas que nunca por los surcos de este cuarto álbum, con una atmósfera experimental más oscura, que se distancia de la frescura y matices de su sonido primigenio. Disminuyen su esencia reggae-rock y se adentran de pleno en el pop, introduciendo teclados, sintetizadores y una creciente sesión de vientos.

La lucha espiritual en la sociedad de consumo de “Spirits in the Material World” y la emotividad desgarradora de “Invisible Sun”, con las tensiones de Irlanda del Norte a la espera de ese sol invisible, fueron los otros dos singles elegidos para catapultar el álbum, una vez más, hacia el éxito rotundo. Coparon los primeros puestos de las listas del mundo entero y comenzaron una nueva gira infinita que, tras pasar por América del Sur, dejaría plantada la semilla de una new wave que no tardaría en germinar y florecer, por cada palmo de Suramérica.

Con todo, aunque 'Ghost in the Machine' fue la consolidación internacional del trío, y eran ya considerados por muchos “la banda de rock más grande del momento”, el álbum tiene cierto carácter de transición en la carrera de The Police, intentando catalizar la energía desbordante de sus trabajos previos y la sofisticación madura de tres músicos que, con la punta de los dedos, rozaban su cima creativa.

La gira mastodóntica que siguió al plástico hizo mella en la moral de la banda que, con sus fuerzas restantes, comenzaron la grabación de su quinto disco, proceso que terminaría por colmar el océano de egos y tensiones que inundaba el grupo. Cada uno de los miembros grabó sus partes en salas separadas por razones de sonido y “sociales”, según el co-productor Hugh Padgham, que volvía a repetir funciones.

Se acercaba el fin de The Police, pero antes nos regalaron 'Synchronicity' (A&M Records, 1983), su disco más exitoso, considerado una las grandes obras maestras de la década de los 80. Marca la evolución perfecta del sonido de la banda, bajo una medida experimentación y combinación de géneros en la que, con fuerza, palpita toda la esencia del trío. Número 1 en Reino Unido y en Estados Unidos, rompiendo la hegemonía del omnipresente 'Thriller”'de Michael Jackson (Epic, 1982).

Este trabajo es concatenación de masterpieces. De la adictiva explosión inicial con “Synchronicity I”, a la sublime “King of Pain”, con el bajo de Sting latiendo a corazón abierto, seguida del creciente resplandor de “Wrapped around your finger”. Mención aparte para “Every Breath You Take”, una de las mejores canciones de todos los tiempos, con la que encabezaron la lista Billboard durante ocho semanas y, en los Grammy, fue elegida Mejor Canción del Año y Mejor Interpretación Pop por un Dúo o Grupo.

El 4 de marzo de 1984, tras el último concierto de la gira del disco 'Synchronicity' en Australia, The Police desaparece. Sin comunicado oficial, con todos sus miembros en plena forma y en la cima del estrellato, la banda se separa. Puede que esta fuera la despedida más silenciosa y poderosa de la historia del rock.

Desde entonces, el trío comenzó carreras en solitario a diferentes niveles. Sting fue el único que, no sólo prosiguió la estela sideral de su ex banda, sino que multiplicó los éxitos y premios. Ha seguido llenando estadios y encabezando festivales a lo largo de una discografía brillante, ecléctica y comprometida como pocas. Entre los innumerables méritos y premios que ha recibido, destaca un Globo de Oro y, a los 6 Grammys que consiguió con The Police, ha sumado, a día de hoy, diez más.

Copeland se centró en las bandas sonoras para la pequeña y gran pantalla, además de colaborar esporádicamente es discos de artistas de primer nivel, formar parte del grupo de rock experimental Animal Logic y, más tarde, de Oysterhead.

Andy Summers, por su parte, colaboró con grupos de jazz y rock progresivo, intercalándolo con su carrera fotográfica. Se reencontró con Sting en la gira de 1991 de "The Soul Cages", actuando como invitado en algunos conciertos del cantante. Sting le devolvió el favor apareciendo en uno de sus discos.

Summers publicó sus interesantes memorias en 2006, 'El tren que no perdí' (Global Rythm), donde cuenta sin pelos en la lengua, la lucha de egos y autodestrucción de la banda.

Tras separarse, The Police se unió y tocó en tres ocasiones especiales: En junio de 1986, en un festival benéfico (Amnesty International), en la boda de Sting (1992) y al ingresar el trío en el Salón de la Fama del Rock and Roll (2003).

La gran sorpresa llegó en febrero de 2007, en la entrega de los premios Grammy, donde la banda tocó “Roxanne” y anunció su vuelta. Una gira mundial para conmemorar los 30 años de su primer single. 150 exitosos conciertos en los que rememoraron sus clásicos inmortales y demostraron una vitalidad envidiable. El punto final lo pusieron en el Madison Square Garden de Nueva York, el 7 de agosto de 2008.

Pero quién sabe, cruzaremos los dedos porque puede que el día menos pensado el trío británico aparezca por sorpresa en un escenario y, tocando los primeros acordes de alguno de sus hits, Sting vuelva a pronunciar aquellas palabras mágicas de 2007: "Somos The Police y estamos de vuelta”.

Por David Pérez Marín