U2

U2, el grupo cuyo nombre con doble significado (‘tú también’ o ‘vosotros dos’) tanto nos costó entender en España, liderados por Bono y The Edge (apodos que les pusieron sus amigos del barrio en referencia a la ‘buena voz’ de uno y a la forma ‘picuda’ de la cabeza del otro) han traspasado los límites de su propia música convirtiéndose en una de las formaciones más mediáticas de todos los tiempos.

Se formaron a mediados de los 70 durante sus años de instituto y seguramente jamás hubiesen presagiado tras editar sus dos primeros discos de marcado sonido Post-Punk y repletos de letras religiosas y espirituales (‘Boy’ de 1980 y ‘October’ de 1981) que se acabarían convirtiendo en una de las formaciones más famosas de la historia sobrepasando los 170 millones de discos vendidos ostentando el record de premios Grammy ganados con un total de 22.

Su suerte cambio cuando empezaron a definir un sonido propio centrado en las melodías experimentales de guitarra de The Edge, el peculiar y versátil tono de voz de Bono y en unas letras políticamente muy comprometidas acordes a los duros años que se vivían en Irlanda con la violenta lucha del IRA por su independencia del Reino Unido.

El título del álbum ‘War’ (1983) no pudo ser más acertado en ese momento dejando temas imprescindibles en su discografía como ‘Sunday bloody Sunday’ o ‘New year’s day’ que les abrieron las puertas del éxito fuera de las Islas Británicas culminando ese año con la edición de su primer y más famoso directo, ‘Under a blood red sky’.

Joyas como ‘Pride (in the name of love)’ incluidas en ‘The unforgettable fire’ (1984) les llevaron a actuar en el famoso concierto Live Aid de Wembley de 1985 junto a las mayores estrellas del momento con el fin de recaudar dinero paran ayudar a los países más necesitados de África.

Esa faceta solidaria fue incrementándose con el paso de los años hasta llegar a convertirlos en unos activistas (especialmente Bono, a quien han llegado a nominar en dos ocasiones para el Premio Nobel de la Paz) colaborando asiduamente con organizaciones como Greenpeace o Amnistía Internacional hasta tal punto que su labor social casi podría equiparse a la musical.

La fama mundial les llegó con el que para muchos es su mejor álbum, ‘The Joshua tree’ (1987), que contenía himnos conocidos por todos como ‘Where the streets have no name’, ‘With or without you’ o ‘I still haven’t found what I'm looking for’ dando un paso de gigante en su carrera.

Eran los años fuertes de la Mtv y comenzaron a cuidar mucho la elaboración de sus videoclips y de sus impresionantes giras a la vez que daban carpetazo a los años 80 con ‘Rattle and hum’ (1988), donde colaboraron leyendas como B.B. King o Bob Dylan y que incluía temas como ‘Desire’.

La crítica no recibió muy bien aquel trabajo y reaparecieron en los 90 con un cambio radical de imagen (con el eterno gorro de lana de The Edge y la creación del alter ego ‘The fly’ con el que Bono no se separó más de sus gafas de sol y su pelo peinado hacia atrás) y sonido (coqueteando con la Electrónica y el Techno) para lanzar ‘Achtung baby’ en 1991, considerado su otra gran obra maestra, dando tanta importancia a las canciones como a los videoclips dejando temas como ‘Mysterious ways’ o ‘One’.

Su fama en los 90 no tuvo límites, sus giras fueron cada vez más masivas y espectaculares en la época de ‘Zooropa’ (1993), lanzaron el disco ‘Original Soundtracks 1’ bajo el pseudónimo de Passengers pasando totalmente desapercibidos y su sonido se alejó completamente del Rock en 1997 con ‘Pop’ cosechando sus peores críticas.

Probablemente por eso con la llegada del nuevo milenio quisieron reencontrarse con sus fans en los geniales discos ‘All that you can't leave behind’ (2000) y ‘How to dismantle an atomic bomb’ (2004) que les devolvieron a su sonido Rock Alternativo gracias a bombazos como ‘Elevation’, ‘Beautiful day’ o ‘Vertigo’.

Cada movimiento que da la banda, cada disco que edita, cada videoclip y cada gira se convierten en un fenómeno social que aún dura en nuestros días demostrando que son una de las mejores bandas que ha dado la historia del Rock.

Por Antonio Valseca