El comentario más incendiario y polémico pocas horas después de la muerte de John Lennon

Eduardo Haro, el “maldecido” poeta y novelista (que no maldito, según él mismo comentaba) se acercó a hablar con Mariskal Romero el día en que se anunciaba la muerte de John Lennon. Un hombre sin pelos en la lengua, al que no le temblaba el pulso al deicr cosas tales como que la única contracultura que vale, y que existe, es “coger una metralleta y matar”.

Al hilo del asesinato de Lennon, Haro declaró que “desgraciadamente, todavía quedan tres”. Pero no nos aventuremos a rasgarnos las vestiduras. Lo dijo en un contexto más amplio. Haro era un gran fan de The Beatles, una banda que dibujó gran parte de su infancia y adolescencia. Y, en ese sentido, uno tiene que “matar” su infancia a medida que va creciendo. Con la muerte de Lennon, moría una pequeña parte de esa infancia. Pero, igualmente, declaraba su descontento con el homenaje que se le estaba rindiendo a John Lennon, porque consideraba que llevaba asociado una estrategia de las multinacionales “para vender discos”... Pero como Haro no dejaba a nadie indiferente, enseguida comentó que también le parecía bien, porque a todos interesa que se vendan más discos y libros...

Eduardo Haro encontró en John Lennon, y en The Beatles, una voz que le representaba en torno a muchas de sus inquitudes. Como despedida, Mariskal pinchó “Maxwell's Silver Hammer, del disco 'Abbey Road', en recuerdo de John Lennon.

"No hay camino para la paz, la paz es el camino". Estas palabras fueron pronunciadas por Mahatma Gandhi, aunque bien podría haberse tratado de John Lennon. El asesinato de Lennon le pilló a Jimmy Carter ocupando el cargo de presidente de los Estados Unidos (39º). Al enterarse de la notica, Carter declaró: "Es repugnante que Lennon, un pacifista, haya muerto asesinado". Ésa es la imagen que ha dejado Lennon: ser un hombre de paz, posiblemente uno de los títulos más hermosos que alguien pueda recibir.