Taylor Hawkins (Foo Fighters) explica cómo le afecta la presión de tocar para Dave Grohl

Ser el batería del ex-batería de Nirvana no es tarea fácil

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En una nueva entrevista con Kerrang!, el batería de Foo Fighters, Taylor Hawkins, ha explicado cómo se unió a Foo Fighters, dejando a Alanis Morissette antes de que ella, supuestamente, le fuera a despedir. Además, el batería ha explicado cómo es tocar para un tipo de la talla de Dave Grohl, quien desarrolló, dejando una marca en la historia, un rol similar al suyo pero en Nirvana.

"Yo era muy fan del primer disco de Foo Fighters. Me había encontrado con Dave un par de veces estando de gira y nos hicimos colegas", relata Hawkins, explicando cómo entró a Foo Fighters. "Un día, estaba conduciendo con mi novia de aquel entonces y estábamos escuchando la radio de Los Ángeles KROQ. De repente, dieron la noticia de que William Goldsmith lo había dejado y que la banda estaba buscando a un nuevo batería. Me las apañé para conseguir el número de Dave y le llamé".

"Le dije: 'He escuchado que estáis buscando un nuevo batería', y él me contestó: 'Sí, ¿conoces a alguno?'. Yo veía venir que Alanis iba a ir en otra dirección musical, y parecía el momento adecuado para irme. ¡Ella no me necesitaba!".

"Así que, básicamente, le dije a Dave que yo tocaría la batería para él y quedamos para tocar un par de canciones. Recuerdo que estaba en casa viendo 'Showgirls' con mi novia y Dave me llamó para preguntarme si quería unirme a la banda definitivamente".

Sin embargo, incluso después de haberlo conseguido, la presión de tocar con el batería de Nirvana seguía estando ahí.

"Me sentía cómodo y al mismo tiempo no, ¿me entiendes? Este tío es un batería legendario y tiene su propio estilo. Tuve que encontrar una manera -y sigo haciéndolo a día de hoy- de ser creativo y, al mismo tiempo, darle lo que quiere escuchar. No es nada fácil tocar para él".

"En directo no hay problema, hacemos lo nuestro. Sin embargo, siempre ha sido un proceso difícil en el estudio de grabación, y lo entiendo. No es un trabajo fácil, no te voy a mentir. No es porque Dave sea un idiota, porque no lo es. Lo que pasa es que es difícil impresionarle. Intentamos tener una visión global y hacer que la música funcione. Definitivamente, nuestro proceso es único".

Lo que también ha confesado Hawkins es que sufre de miedo escénico, aunque no siempre.

"Solo me pasa tocando con Foo Fighters. Cuando toco con mis otras bandas, no es así. Sin embargo, cuando tienes 100.000 personas esperando a que salgas al escenario, me siento de esta manera. Me meto mucha presión para tocar perfectamente -sea lo que sea lo que signifique eso- y mantener mi tempo preciso".

"No somos una de esas bandas que se encanchen a un ordenador o toquen con tracks pregrabados. No tenemos una red de seguridad, que sea lo que tenga que ser. Somos un desastre, un jodido desastre".

"Vivimos y morimos por y para la espada del rock and roll. Cuando nos ves, te llevas algo real: sangre, tripas, intercambio humano. Nosotros nos alimentamos de la audiencia y de su emoción".

RockFM