El Rock Salvó Mi Vida: Capítulo 1 - Little Richard

“El rock and roll me brindó una plataforma para expresar lo que sentía. También me ofreció  la posibilidad de cuidar de mi madre y mis doce hermanos”. Esas son palabras del primer protagonista de El Rock Salvó Mi Vida. No se nos ocurría nadie mejor para estrenar programa que el “Arquitecto del rock and roll”, Little Richard.

Como artista, Richard es insuperable, como ser humano es un ejemplo de superación. No solo lidió con una infancia difícil y violenta, no solo anhelaba salir de su pueblo natal (Macon, Georgia) y convertirse en una estrella, sino que también se vio arrastrado y confrontado a sus propias dudas. La música y sus inquietudes espirituales mantuvieron enderezado el timón de su vida. Obviamente Little Richard es un ser humano y, como todos nosotros, tiene sus luces y sombras. Sin embargo, en esta primera entrega de El Rock Salvó Mi Vida nos centraremos en Richard como fuente de inspiración, como ejemplo de superación. Después de todo, solía decir que “uno de nuestros mayores errores es que no expresamos el suficiente amor los unos a los otros”. 

Decía Miguel de Cervantes que “la música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu”. El Rock Salvó Mi Vida surge con el ánimo de compartir la historia de aquellos artistas que encontraron en la música un propósito de vida; una vía por la que sobrellevar un contexto que no siempre se mostró favorable.

Y si “la vida es algo que hay que morder, y en cada boca tiene un sabor” (Fito Cabrales), nosotros nos acercaremos, en cada programa, a la biografía de uno de los grandes artistas de la historia, no solo para conocerle un poco más de cerca sino, también, con la intención de buscar la inspiración en aquellos que recorrieron el camino antes que nosotros. Al fin y al cabo, ¿no es eso de lo que trata la vida? ¿De compartir lo aprendido y de volvernos un poco más grandes haciéndolo?