The Beatles y The Rolling Stones compartiendo taxi, y una canción entre medias

Recordamos el día en que dos Beatles y dos Stones se cruzaron en la calle y terminaron juntos en un estudio de grabación
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Locutor RockFM

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Según a quién le preguntes, la historia puede variar ligeramente; pero, en líneas generales, es más o menos así. Parece que la discográfica de The Rolling Stones andaban presionando a la banda para lanzar un segundo single (el primero fue "Come On", publicado el 7 de junio de 1963). Habían pasado tres meses desde entonces, y el mánager de la banda, Andrew Loog Oldham estaba ansioso por encontrar una canción nueva para los Stones.

Por otro lado andaban The Beatles, quienes en esos momentos estaban trabajando en una canción que pudiera cantar en los directos el batería Ringo Starr. Según recuerda McCartney, él y Lennon se encontraban caminando por Charing Cross Road (Londres), cuando escucharon como les saludaban Mick Jagger y Keith Richards desde un taxi que pasaba por su lado. Los dos Beatles les gritaron algo así como, "Hey, llevadnos"; el taxi paró y siguió viaje con los cuatro músicos.

Durante el trayecto, Jagger les comentó que estaban grabando en el estudio y si, quizás, tenían alguna canción que pudieran compartir con ellos. A esto, McCartney y Lennon les hablaron sobre la canción que estaban escribiendo para Ringo: "I Wanna Be Your Man". A Jagger y Richards les pareció bien, y todos juntos se plantaron en el estudio de grabación.

A partir de ahí, los dos Beatles terminaron de darle forma a la canción y se la presentaron a The Rolling Stones. Éstos trabajaron en la música y el 7 de octubre de 1963 la grabaron, para publicarla un mes después. Por su parte, The Beatles también publicaron la canción, pero ya en el mes de noviembre, como parte del disco 'With The Beatles'. De todos modos, The Beatles tampoco dejaron pasar mucho tiempo para ponerse a grabar esta misma canción. De hecho, fue el día siguiente de estar con los Stones cuando se lanzaron a por un primer intento; pero pasarían varias sesiones de grabación hasta que finalmente quedara terminada.

No es una de la canciones más representativas de ninguna de las dos bandas, pero sí es una pieza que ha acompañado a Ringo durante toda su carrera en solitario, y una que tiene una historia relamente peculiar: imagínate ese momento en el que dos Beatles y dos Stones viajan en taxi charlando de música, como buenos colegas. Una imagen, por cierto, muy alejada de esa polémica que pretendía enfrentar constantemente a ambos grupos.





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