Cara B: "Cuñaos y Todólogos" del rock

¿Cansado de leer y escuchar las soluciones a la crisis de la industria musical, por gente que no trabaja en ella? Diego Cardeña responde
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Locutor RockFM

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Antiguamente, no se interrumpía cuando hablaban los mayores, no se opinaba sin saber e incluso la ignorancia era un estigma, no un orgullo. Digamos que mientras que en muchos aspectos hemos avanzado en buen sentido, por otro lado, la sociedad española (que es con la que convivo, la que amo y sufro) ha perdido ciertos puntos de educación (no toda la culpa fue de la L.O.G.S.E.), saber estar, precaución y miedo. Miedo a quedar como un/a iletrado/a o miedo a parecer vanidoso/a, me es igual. Pero gran parte de la sociedad, está más preocupada de tener seguidores en Instagram o dar su opinión (no pedida), que de su nivel cultural y saber estar.

Si bien es cierto que los mensajes lanzados por los nuevos iconos de la comunicación, no son los mejores. No podemos escudarnos continuamente en frases tipo “a mí me han educado as픓tengo mucha personalidad”“es la moda”, y ese largo etcétera de frases que no hacen más que demostrar la falta de argumentos consistentes en el/la emisor/a de la misma. Pero como te comentaba, a todo ello hay que sumarle el flaco favor que hacen los medios de comunicación, con los mismos colaboradores para hablar de cualquier situación planteada. Las mismas veinte caras y voces, en los diversos espacios audiovisuales, para parlamentar sobre la crisis del coronavirus, que, de la economía, la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal, del auge del nacionalismo en Cataluña o la industria farmacéutica. 

Y la especie humana, que, entre otras virtudes, tiene una habilidad o capacidad única para la imitación de sus individuos, lleva repitiendo desde el pleistoceno (y que seguimos haciendo con los bots y lo que te rondaré, morena) aquellas conductas que a otros les funciona o les ha servido para conseguir un fin común. Saciar el ego. O lo que es lo mismo, que, si ves en la televisión y escuchas en la radio, a una serie de ignorantes (hay rangos) defender una posición sobre una materia que no conocen…, tú creerás ser líder de opinión en tus redes sociales. Y lo que es peor, creerás que nos interesa tu veredicto

Hagamos un alto con The Smiths y las impecables frases de Morrisey.
 


Pues con todo, después de escuchar el “Bigmouth Strikes Again” y una vez puestos en situación, reflexiona sobre tu papel en el mundillo del rock. Estoy convencido que tú, o venga…, en tu entorno, hay alguien que haría mejor el papel de mis compañeros en antena, haría sonar más canciones y grupos de los que suenan (porque sabes y has hecho un estudio de mercado que concluye que las canciones menos conocidas, son las que quiere escuchar la mayoría de la audiencia, así como los grupos que no meten ni 2.000 personas en una sala), y con todo… ¡ya tiene un informe sólido para aplacar la crisis de la cultura a causa del coronavirus!

Cuñaos, todólogos o ilustres charlatanes/as que llevan desde el sábado catorce de marzo, sí, el día después al inicio del confinamiento, aportando su nula sabiduría al servicio de la desinformación, la histeria, el miedo y la confusión en las redes sociales. Claro está que ya tenemos cientos de empresas del sector con graves problemas económicos. Innegable. Pero augurar fechas para el inicio de los conciertos, opinar sobre soluciones que a día de hoy son papel mojado, e incluso buscar reos por una advertida muerte del rock…, hace un flaco favor a toda la industria. 

Desde profetizar que hasta octubre de 2021 no habrá conciertos en España, a configurar un nuevo escenario en el aforo de los espectáculos, o anunciar la desaparición de muchas bandas de rock a lo largo y ancho del país. Facundos y agoreros personajes, que se nutren los unos de los otros, sin haber aportado ninguna solución real. Cuando, además, a la mayoría no les toca ni de cerca la crisis del sector musical. Su mayor desgracia es no poder ver al artista internacional en cuestión o perderse su festival preferido este verano, y nada más. Pero ha sido a raíz de un cartel con el hashtag #SomosMúsica, cuando se han percatado de todo el personal y familias que trabajan, viven y no descansan alrededor de la música. 

¿Cuánto hace que no compras un disco de rock español?, ¿Cuántos conciertos has visto de bandas nacionales en los últimos cuatro meses? Y no me refiero a bandas consagradas, sino a las formaciones que no aparecen en ningún lado y son la banda de tu compañero de trabajo o colega del barrio. Probablemente tú sí (se entienda ironía), pero la mayoría de la masa no compra rock en español no consolidado, ni acude a los conciertos de las bandas emergentes. Ahora me vendrás con el discurso de “pues en RockFM…”. Anda, pásate por el apartado de entrevistas de la web, que a lo mejor te sorprendes.

Entonces…, ¿qué lección moral comienzas a verter en las redes sociales? ¿No será mejor intentar poner luz sobre el asunto? ¿Esperar a que El Gobierno y las autoridades sanitarias despejen dudas y a partir de ahí, volvamos a construir en pro de nuestra industria musical, sin torpedearnos desde el minuto uno y mejorando lo que ya teníamos? Pero eso sí, aceptando que al igual que hay “café para muy cafeteros”, que diría mi querido y respetado Alberto G. Mazcuñán, no puedes pretender que el café brûlé sea el más consumido y con el que la industria prefiera trabajar y rentabilizar su inversión. 

Seguro que más pronto que tarde, podemos volver a disfrutar de nuestros ídolos musicales sobre un escenario, así como de la banda del colega. Que todo lo que ha ocurrido y está ocurriendo, nos sirva para valorar y reflexionar sobre todo lo que tenemos y lo rápido que lo podemos perder. Que no hay nada que el ser humano no pueda conseguir, ni vencer, siendo tan afinadamente imperfectos y deliciosamente insoportables. Aprendamos a opinar sin ofender y mucho menos…, atacar sin saber. 

Espero que tanto tú, como los tuyos, estéis bien.


Diego Cardeña
@DiegoCardenaFM

 

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