Cara B: Sam Cooke, la voz apagada

Diego Cardeña nos acerca una de las historias más brillantes y turbias de la música
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Locutor RockFM

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“A Change Is Gonna Come” rezaba uno de los clásicos de la historia del soul, desde la voz de Sam Cooke. Un himno en la historia de los Movimientos por los Derechos Civiles en Estados Unidos, que, a día de hoy, seamos sinceros…, sigue sin cumplirse. Según sales de las costas, el país de las oportunidades, se adentra en su más oscura visión.

Aquel texto, junto a su música, datan de 1963. Poco más de un año antes del asesinato de una de las grandes figuras soul y góspel. Pero antes de llegar a una de las noches más tristes de la historia de la música, recordemos la evolución personal y musical de uno de los dos “Reyes del Soul”.

Nacer en la década de los treinta en Clarksdale, Mississippi, más conocida en el siglo XIX como “La hebilla de oro en el cinturón de algodón”, no auguraba buen futuro si tu tez no era pálida. Es por ello, que el padre de nuestro protagonista decidió mudarse con la familia a Chicago en 1933, donde comenzaría a trabajar como ministro de La Iglesia de Cristo, donde el pequeño Sam se formaría en el góspel, para más tarde, entrar en The Soul Stirrers. 


Con ellos empezó a conocer la fama y a adentrarse en el mundo discográfico, que rápidamente se fijó en el potencial de una de las voces más especiales de la historia. Arrancó su carrera en solitario bajo el nombre de Dale Cook, con el fin de no recibir críticas al pasar a la música secular, pero a nadie le pasaba desapercibido que esa voz era de Sam Cooke. Así las cosas, tuvo que pedir permiso al genio de Art Rupe, quien le dio su bendición esperando un camino similar al inicio de Little Richard, pero lo que escuchó, no le convenció, y tuvo que buscarse el camino en Keen Records con el apoyo de su padre: "Mi padre me dijo que lo que yo cantaba no era lo importante, sino que Dios me dio una voz y talento musical. Y el verdadero uso de su don era compartirlo y hacer felices a las personas". De este modo, en 1957 editaba “You Send Me”, el cual registraron a nombre de su hermano LC Cook por error, con el que llegaría al nº1 del Billboard.


El resto de su carrera musical, siendo el primer afroamericano en crear su propia compañía discográfica (SAR), cargada de éxitos y canciones únicas, la conoces de sobra. Pero con el paso del tiempo, Cooke comenzó a intentar ayudar al pueblo afroamericano, liderando los Movimientos por los Derechos Civiles, junto a otros referentes como Muhammad Ali, el jugador de fútbol americano Jim Brown y Malcolm X








Y ese hecho convirtió a Sam Cooke en uno de los tipos más peligrosos para la América blanca, que hasta entonces, adoraba al joven muchacho que puso el soul en el panorama musical. Pero comenzaba a señalar temas como el racismo, que, para la doble moral yanqui, no era conveniente mostrar. Si a estos hechos, le sumas las guerras comerciales y contractuales con su manager, Allen Klein, que a la postre no tuvo una carrera especialmente pulcra, así como un Departamento de Policía de Los Ángeles, que nunca ha disfrutado de buena fama…, nos encontramos con uno de los hechos más trágicos de la música. El 11 de diciembre de 1964, Sam Cooke es asesinado en la conserjería de un motel, donde minutos antes había llegado junto a una joven, que había conocido en un restaurante esa misma noche.

El informe policial afirmaba que la muerte de Sam Cooke había sido causada por las heridas de bala que la conserje del motel disparó contra él a quemarropa, tras un forcejeo en el que Sam Cooke había agredido a la dueña. En ese mismo momento, la mujer que le acompañaba, estaba llamando a la policía desde una cabina telefónica cercana, diciendo que había sufrido rapto e intento de violación. Más tarde, se supo que aquella mujer era una conocida prostituta que solía robar el dinero y ropa a sus clientes. Muhammad Alí aseguró que “si en vez de Sam Cooke, se hubiese terminado con la vida de un Beatle, Sinatra o Ricky Nelson, se hubiese realizado una investigación monumental”. Tampoco su mujer, a la que engañaba y la que le engañaba, así como sus representantes, quisieron que se ahondara en una de las noches más tristes de la música y de la justicia, que dictaminó homicidio justificable.

Si tienes oportunidad de ver el documental “Las dos muertes de Sam Cooke”, podrás adentrarte en la historia de una de las figuras más importantes e influyentes de la música del S. XX, así como una de las teorías conspirativas menos comentadas de la historia criminal. Un punto y final, al que muchos músicos y amigos de Sam Cooke, siguen intentando encontrar explicación y poder limpiar su nombre.
 


Diego Cardeña
@DiegoCardenaFM

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