La historia del cactus y el gramófono

El Pirata y sus trucos para escuchar música en reproductores antiguos

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  • Lucía Campo

Tiempo de lectura: 2’

¿Es el Pirata un gurú del Rock? Está claro que sabe mucho, muchísimo, pero en lo que sí te aseguro que es un gurú es en ahorrar pasta. No siempre los tiempos han sido boyantes y cuando El Pirata comenzó en este mundo, como es lógico, no tenía un duro. Se las apañaba como podía para conseguir discos, vinilos, reproductores y todo tipo de accesorios necesarios para vivir de la música y para disfrutar de su pasión. Entonces, entre los miles de trucos que se sabe El Pirata y su conocimiento musical, es normal que cuando en el staff de Rock FM surge alguna duda o adquirimos algún aparatito nuevo, nos pongamos en contacto con él para que nos solvente las dudas que podamos tener. Eso es lo que ha hecho nuestra compañera Marta Vázquez. Su padre le ha regalado un gramófono pero... ¡No tiene aguja!

Gramófono

Y ojo porque las agujas de un gramófono tienen mucha historia y evolución tras ellas. En un principio, por lo general, solían ser de acero aunque existían de otros materiales también. Pero, si eran de acero había una premisa importante: utilizarla sola una vez y luego tirarla. ¿Por qué? Porque el desgaste de la aguja podía rallar nuestros discos debido a la abrasión que sufren por el roce con el registro. Eso sí, también existía la posibilidad de, en lugar de tirarla, volver a afilar la aguja con unas pequeñas maquinas fabricadas expresamente para eso.

Cierto es que las agujas son más baratas que los discos ¡y menos mal! Porque sino, ¡vaya ruina! Y atención que aquí viene ese truco del Pirata. El truco que le ha dado a Marta. A falta de aguja para su gramófono y hasta que la consiga, le ha recomendado que utilice... ¡Una espina de cactus! Como lo lees. Es verdad que hay agujas de muchos tipos de materiales como tungsteno y fibra o bambú, pero mira, ¡también de cactus!

Agujas-de-cactus

¿Tienes gramófono? Tengas o no, no sé si recuerdas que las agujas venían envasadas en pequeñas cajitas de hojalata, de muchos tipo y marcas. Yo no tengo gramófono pero he visto esas cajitas y me encantan. Son unas cajas chiquititas que a los coleccionistas les gusta mucho tener. Hay de múltiples tipos y marcas.

Cajas

Las agujas similares a la fibra de madera blanda o bambú, como las de cactus, se vendían también cuando la Victrola estaba en su máximo apogeo y daban un sonido muy suave. Es verdad que se entumecían rápido, pero podías volver a cortarlas y afilarlas con un pequeño kit de corte a cuchilla. Con el paso de los años, llegaron al mercado agujas de tungsteno, que duraban mucho más y no había que reemplazarlas cada vez que la usabas.

Gramófono aguja

Hablando del Pirata, de sus trucos y de todo lo que conoce: ¡NOTICIÓN! El próximo jueves 27 de mayo se publica el que va a ser el cuarto libro de su carrera literaria. Ayer pudimos conocer la portada del libro que se llama “Historias del Rock. Leyendas, cuentos y mitos alucinantes”. La ilustración de la portada es de Goyo Rodríguez.

Portada libro Pirata






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