¿Qué supone Elvis para Marta Vázquez?

Siempre recordaré la primera vez que escuché a Elvis. Aquella noche de camino al autocine, mi novio sintonizó una nueva emisora en la radio de su Cadillac granate. El impacto fue tal, que tuvimos que parar en el Drive-In más cercano a por unos batidos y luego... ¡JA! ¡Ya me gustaría que hubiera sido así!

Cambia el Cadillac por un viejo Fiat; Memphis por La Manga del Mar Menor; el Drive-In por "Bar Juanito"; y mi novio con su irresistible encanto sureño por una familia deseosa de vacaciones. Es cierto que no tiene nada de glamuroso. Menos mal que de eso ya se encargó 'El Rey'.

Entonces tenía seis años y mi hermana para animar el viaje sacó un cassette de la guantera.

Fue ponerlo y automáticamente sentir ALGO que nunca antes había sentido con ningún artista, le pregunté que quién era y me dijo que era Elvis, el rey del rock & roll, pero que había muerto hacía unos años. Es curioso porque en ese momento yo sentí precisamente todo lo contrario: que mi historia con su música y su universo no había hecho más que empezar. Más tarde y con total naturalidad llegaría el fanatismo por Vicente Ahumada y y su Club Elvis en la radio, la afiliación al Club Elvis España y el coleccionismo cuasi enfermizo de todo su material y rarezas. También los viajes a Memphis , las vigilias con aficionados venidos de todos los rincones del mundo y las conversaciones con algunas de las personas más importantes de su entorno; DJ Fontana, Joe Esposito, George Klein, Alfred Wertheimer. Me autodefino como una “nostálgica empedernida” y echo de menos una época que aunque no viví, pero que me habría encantado conocer de primera mano. ¿Cómo es esto posible? La respuesta está en este disco y en sus canciones, las mismas que escucharon mis padres, las que estoy disfrutrando a lo largo de mi vida y las que también disfrutarán mis hijos.

Espero que la experiencia de conocer a Elvis a través de sus mejores canciones te resulte tan maravilloso y enriquecedor como a mi.