Rod Stewart: sepulturero, vago y maleante y... 'sir'

Dicen que "nunca debemos olvidar quiénes somos y de dónde venimos; la vida da muchas vueltas y podemos regresar siempre al mismo lugar."

Esto fue lo que debió pensar Rod Stewart al volver a sus orígenes para sorprender a la gente en 2017. Eso sí, por entonces ya era un "Excelentísimo Caballero" ('sir').

A pesar de que se haya hecho una ceremonia en tu honor en el palacio de Buckingham, uno no olvida sus primeros pinitos en el mundo de la música.

A Rod Stewart se le aplicó, en 1963, la ley de "vagos y maleantes" en plena dictadura franquista. Comenzó a ganarse su sueldo como sepulturero en el cementerio de Highgate (al norte de Londres, en Inglaterra), pero pronto se dio cuenta de que ese no era su destino.

Decidió irse a Francia con un amigo y solo llevaba dos cosas: una mochila y su guitarra. La misión era clara: quería probar suerte en el mundo de la música. Allí les fue bien.

Hasta que decidieron conocer España.

Hay algo con lo que se ve que no contaba el joven Rod: su aspecto desaliñado y dormir en la calle no estaba muy bien visto en nuestro país por entonces... más bien todo lo contrario.

Una noche decidió dormir debajo de un puente barcelonés y, solo unos minutos después, dos policías le despertaron y le levantaron del suelo. Trasladaron a Rod a comisaría y se le aplicó la ley de vagos y maleantes. Al ser extranjero y no conocer a nadie en España no hubo opción: fue deportado a Inglaterra inmediatamente.

"Gracias" a ese regreso a Londres, conocimos su faceta con The Jeff Beck Group, luego con los Small Faces y después vendría su aventura en solitario.

Mucho tiempo después, cuando Rod ("The Mod") cumplió 72 tacos, volvió a sus orígenes, a las calles de Londres, a rememorar sus tiempos mozos, dando un concierto improvisado en Picadilly Circus.

¿El tema que improvisó ahí con la fresca, en pleno mes de noviembre y en compañía de una guitarra acústica tocada por Henry Facey? "Handbags and Gladrags".

#ClassicRockVídeoConMartaVázquez