La cláusula Van Halen: "... bajo pena de cancelación del concierto y pago total a la banda"
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Que la extravagancia estaba a la orden del día cuando las estrellas del rock pedían cosas en el backstage está claro. Iggy Pop, por ejemplo, necesitaba un imitador de Bob Hope en su camerino o Steven Tyler (Aerosmith) llevaba su cocodrilo siempre a sus conciertos y necesitaba "acomodarle"... Pero hoy, en el día que recordamos la figura de Eddie, quiero hablarte de la cláusula Van Halen.
?? Celebramos lo que serían los 69 años de Eddie Van Halem
— RockFM (@RockFM_ES) January 26, 2024
?? ¿Conoces esa anécdota en la que Eddie amenazó con una pistola a Fred Durst (Limp Bizkit) con la intención de recuperar parte de su equipo de sonido?
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Todo comienza con los escenarios que llevaba Van Halen en los conciertos de los años 70. El éxito que había cosechado la banda era acorde a los shows que montaban allí donde ibán (hasta el nivel de llevar 9 tráilers con ellos a cada ciudad). Y es por eso que firmaban contratos con todo lujo de detalle de cómo montar cada equipo, la altura de las luces... al mínimo detalle. Y entre todas las clásulas había una muy importante, la 126, que decía textualmente: "No habrá ningún M&Ms marrón en la zona del backstage, bajo pena de cancelación del concierto y pago total a Van Halen".
Esto aparecía en la lista de comida que el grupo quería tener antes de ir a cantar. Y el truco está en que si aparecían M&M´s marrones es que no se habían leído el contrato al completo, y entonces podría haber fallos en la estructura que montaban para los conciertos, la instalación eléctrica... peticiones que habían colocado justo después de la famosa cláusula 126. Teniendo en cuenta que muchos contratos rondaban las 500 cláusulas pues a partir de ahí... su directo podría comprometerse a nivel físico y, también de calidad para la propia banda.
Y, desde entonces se denomina "cláusula Van Halen" a aquellas que, aunque parezcan muy absurdas y no son importantes para que el contrato se lleve a cabo, son efectivas para comprobar el cumplimiento íntegro del contrato. Rock y derecho, quién lo iba a decir.
