Un camaleónico soulman

Nathaniel Ratelieff cambió el folk por el soul, llevó al estudio a una banda de siete músicos (The Night Sweats) que dieron forma a un disco enorme

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Cambiar de piel no es siempre fácil, la crisálida que encerraba un buen artista folk se abrió para dejar paso a un soulman atípico. Cuando escuchas por primera vez este disco no te das cuenta de lo que esconde, ni siquiera te planteas si esto es soul, folk o gospel canalla. Y es eso, precisamente, lo que te atrapa. Porque no se encierra en el sonido clásico, sino que ha creado una variante tan llena de personalidad, que conmueve.

De todas las vidas que hubiera deseado Nathaniel Ratelieff, ésta es, de largo, la más completa. Cuando su padre murió en un accidente de coche mientras lo esperaban en la iglesia, él tenía 13 años, por lo que dejó los estudios y aprendió a tocar la guitarra y comenzar con sus propias composiciones.

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Cinco años más tarde cambiaba Missouri por Colorado junto a sus mejores amigos, entre los que se encontraba Joseph Pope III, bajista de la banda y con el que ha compartido todos sus proyectos musicales. Durante su primera etapa, las canciones folk que mostraba por todo el estado no le daban para comer, por lo que tuvo que emplearse a fondo en trabajos que no le compensaban del todo: carpintero, depósito de camiones y jardinero. Aquí ya tocaba fondo, por lo que decidió dar un vuelco a su carrera y llamó a siete musicazos que formaron The Night Sweat. Era su última oportunidad para no caer en barrena.

Así comienza esta aventura que me atrapó con los primeros acordes que escuché, que fueron con la canción “S.O.B.”; el salto que pegué en el asiento del coche fue definitivo para ponerme a escuchar el disco. “¿Ha dicho: Hijo de Puta, ponme un trago? ¿Lo ha dicho?” Correcto, ya tienes mi atención, ahora conquístame con todo el disco. Y lo hizo, el muy Son of a bitch.

También me conquistaron el resto de trabajos, especialmente el último ‘Tearing at the Seams’, un disco que grabaron en Nuevo México, donde no había más distracciones que las estrellas y un escorpión que picó al batería, Patrick Meese. Eso sí, la concurrencia al lugar era grande, no por que ellos llamaran demasiado la atención, sino por que es un lugar al que la gente va a buscar OVNIS. Ellos eran los extraterrestes de la zona.

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Pero volviendo al álbum debut, es una genialidad que se siga prestando atención a un género como el soul o el R&B, que transitan intermitentemente por los gustos del público. Particularmente me llama la atención la voz profunda y melancólica de Nathaniel, que sube, baja, grita y susurra dentro de una lírica que define perfectamente su montaña rusa vital. A veces parece Sam Cooke y otras Van Morrison. Una genialidad.

EL DISCO

1. “I Need Never Get Old”. Está clara la intención, empezar con ritmos soul es el mejor avance para avisar del cambio. Sutil y directa sin caer en el soul clásico. Sonidos muy graves que van a ser la tónica del disco. Y por pedir que no quede, no envejecer nunca, claro que sí. No te pierdas el videoclip.

"All of these lies, oh and never again
Come on and say it now, say it's a game
"

2. “Howling At Nothing”. Tres acordes más efectivos que el azafrán en una buena paella. La segunda canción que me conquistó de esta banda. No sé que tienen las canciones de Nathaniel que quieres tener siempre la letra delante para cantarla con él o hacer los increíbles coros que le acompañan.

"We were howlin at the moon
We were shaking our hips
Danced until we flat out falling into bed
But I won't let you go"

3. “Trying So Hard Not To Know”. Una lucha interna por sus fallos amorosos con sonido crudo y directo. Golpea con fuerza cuando se atiende a la letra.

"You never stand up long enough to pull it together
Well who gives a damn and very few can
When they're trying so hard not to know"

4. “I’ve Been Failing”. Lo que le gustan las palmas a este hombre. Lo verás a lo largo de todo el disco. Una canción conmovedora con un piano espectacular al que se juntan los metales para terminar a lo grande.

"I know it all seems
Dark and light has gone away.
I been out there Bending in the wind"

5. “S.O.B.”. Este fue el fin de una debacle y el inicio del éxito. Durante una gira en Londres, presentando sus temas en solitario, no paraba de beber, más de un litro de alcohol al día, cuando se despertó una mañana vio un correo electrónico de su mujer que le decía que no volviera a casa. Tras este episodio se dio cuenta de que tenía que cambiar su vida y años más tarde escribía este tema que narra su relación con el alcohol. Ni siquiera es la mejor canción del disco, pero se ha convertido ya en un himno. Mezcla de partes casi a capela y una instrumentación descomunal en los estribillos. Y la voz desgarradora de su protagonista casi pidiendo ayuda al camarero.

"Son of a bitch
If I can't get clean
I'm gonna drink my life away"

6. “Wasting Time”. No quiere olvidar sus inicios folk en esta espectacular producción que provoca una dulzura muy endiablada.

"Think of all the hours
I spent in constant reflection
Well it gets you down but, it don't make it right"

7. “Thank You”. Posiblemente una de esas canciones que muestran al Nathaniel más religioso. Un Rhythm And Blues de agradecimiento.

"I was looking back there,
Lord Could have been no one else
I would have been so cold
Laying here by myself
Ever since you found me"

8. “Look It Here”. Aquí se demuestra la importancia de toda la banda, no han querido dar protagonismo a la voz poniéndola casi en el mismo plano que el resto de instrumentos. Cada vez que la escucho me gusta más.

"I got a love so hard
I can't stand it
And with a heart so weak and abandoned"

9. “Shake”. Una notable influencia de los clásicos del soul, pero con un sonido más contemporáneo. Podría ir perfectamente a una peli de James Bond. Sensual y provocadora.

"Take off that dress don't make a scene now
Stick out your hip and squeeze me a while"

10. “I’d Be Waiting”. Simple y delicada. Una de esas canciones imprescindibles que hacen al disco respirar.

"Somehow they're gone
Somehow they're playing I'm tired and worn
But I'm still standing"

11. “Mellow Out”. Y así es como se acaba un disco: dejándote con ganas de más. Porque te sugiero que escuches el último trabajo que han hecho; no tiene tantos hits, pero es igual de brillante de principio a fin.

"Way to pressure till it's looking like it finally broke down
Let's bury it together and maybe find some time to just sit down"

RockFM