Metallica: una vía de escape

Cocinado a fuego lento gracias a Bob Rock, con ‘The Black Album’, Metallica consiguió lo que ninguna banda de Metal podía llegar esperar

 

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Este disco es la puerta de entrada a un universo que, para mí, era desconocido: el Heavy, una palabra tan grande que es imposible de definir, porque engloba todos los géneros con los que me he hecho mayor. Muchos criticaron el ‘Black Album’ porque dejaban a un lado el thrash que había predominado en los cuatro discos anteriores, pero si no es por él, quizás yo no hubiera descubierto las joyas que esconden ‘Master Of Puppets’, ‘…And Justice For All’ o ‘Ride The Lightning’; no hubiera ahondado en bandas como Iron Maiden, Black Sabbath o Motörhead; no hubiera cantado a pleno pulmón “Breaking The Law” ni “Highway Star”; no puedo estar más agradecido.

Metalllica en 1991

 


Para comprender qué llevó a la banda a construir este trabajo, hay que remontarse ocho años, era 1983 cuando Ulrich y Hetfield reclutaron a Mustaine y McGovney, el primero alcohólico y con una trayectoria autodestructiva que le costó la expulsión; el segundo abandonando la banda por el comportamiento violento del primero. Ambos son sustituidos por Hammett y Cliff Burton, quien fallece de forma trágica en plena gira en 1986: el autobús en el que viajaba la banda volcaba, aterrizando sobre el cuerpo de Cliff, que había salido despedido por la ventana. Tras unos meses de reflexión y bajo estas circunstancias, llega Newsted para dar a la banda una forma definitiva (la llegada de Trujillo es tema aparte, todo el mundo necesita ver, al menos una vez en su vida, el documental ‘Some Kind Of Monster’; esta cuarentena os brinda una oportunidad de oro). 

En este punto, tras cuatro discos que confirmaban a Metallica como una de las grandes bandas de Thrash, sentían que su mejor trabajo estaba por llegar, pero para ello necesitaban un chef de nivel, y lo que Bob Rock había hecho con Mötley Crüe y Bon Jovi les parecía suficiente aval como para contratarlo. Pero claro, Rock tenía sus normas, y si antes grababan cada pista de forma separada, ahora necesitaban ser una banda compacta, había que plasmar la fuerza de sus directos en un disco de estudio. El pobre Bob tuvo que soportar los abusos y los egos durante los primeros meses, en los que no pararon de ponerlo a prueba, criticar sus técnicas, burlarse de él a su espalda y negarse a cumplir sus órdenes; los jefes eran Hetfiel y Ulrich, ¿quién se había creído? Eso sí, cuando, a fuerza de tener razón, se ganó su confianza todo cambió. El bajo ganó en consistencia (por fin se escucha tras cuatro discos casi en la sombra), las guitarras recobraron los medios que habían eliminado en todos sus trabajos, la batería se grabó con los medios propios de una superproducción, las letras adquirieron consistencia y la voz de Hetfield sufrió un cambio de 360º.

Metallica con Bob Rock (1991)

 

A pesar de todo lo dicho, el disco se tuvo que remezclar hasta tres veces y tuvo un coste total de un millón de dólares. Una inversión que, sin duda, mereció la pena. Bob Rock aseguraba, nada más acabar el trabajo, que jamás volvería a trabajar con Metallica; ese jamás se convirtió en una colaboración de 12 años: lo que une el heavy, que no lo separe el hombre.

Ahora que estamos en cuarentena, conviene recordar que estos cinco personajes estuvieron cerca de ocho meses conviviendo para sacar adelante este trabajo; en ese tiempo, Hammet, Newsted y Ulrich se divorciaron y Hetfield se quedó sin voz, lo que le hizo ir a tomar clases con una cantante que le ayudó, no solo a recuperarla, sino a trabajarla como nunca antes había hecho. 

Las aportaciones de Bob Rock fueron inmensas, basándose en el “Muro de sonido” inventado por Phil Spector, en el que creaban multitud de capas y se agregaban un gran número de arreglos a la producción, Bob trató de recrear ese muro solo con guitarras, lo que le da ese sonido tan compacto y potente. Abrió los ojos a la banda demostrando que la potencia no tiene que ver con la rapidez de las canciones, por lo que, bajando el tempo a la mayoría de los temas conseguían transmitir una sensación de fuerza aún mayor que en los anteriores discos. 
No hay en todo el álbum una sola nota en la que alguien discrepara, llegaron al acuerdo de no dar ninguna canción por terminada hasta que todos estuvieran 100% convencidos del resultado, y, eso, es quizás otro de los puntos clave para que este trabajo sea un gigante con un impacto cultural de tal magnitud que puede gustar a un amante del Death Metal, del Rap o del Pop. 

Para los que no lo sepan, este disco se llama ‘The Black Album’ por aclamación popular, ya que no tiene título, pero de tanto repetirlo fans y prensa, los propios Metallica se dieron por vencidos y aceptaron el nuevo título con agrado. El que tenga la fortuna de poseer las primeras ediciones en vinilo verá como la portada era totalmente negra con la serpiente y el nombre de la banda en relieve; hoy en día todas las ediciones tienen esos detalles en gris para que se pueda distinguir de otras portadas.

EL DISCO

1. “Enter Sandman”. Es una de las primeras canciones que te aprendes cuando empiezas a tocar la guitarra y no se puede empezar con un sonido más limpio y un riff más potente, que, por cierto, se le ocurrió a Kirk Hammett a eso de las tres de la madrugada mientras preparaban ya las canciones del disco, inspirándose en el disco de Soundgarden ‘Louder Than Love’. En este tema ya se ve claramente que el sonido es otro, sientes la punzada de los medios de la guitarra y así el bajo cobra un protagonismo que hace que la distorsión no necesite tirar solo de graves y esconder el sonido de Newsted. No puedo disfrutar más con el trabajo de Hammett (esto lo podría poner en todas las canciones del disco, pero como va a ser muy previsible, lo anotáis mentalmente y lo añadís vosotros). El juego que Bob Rock hace con el sonido estéreo es muy notable. La canción recrea una pesadilla de principio a fin, con oración incluida. 

"Somethings wrong, shut the light
Heavy thoughts tonight
And they aren't of Snow White"


2. “Sad But True”. Basada en la película “Magic”, en la que Anthony Hopkins interpreta a un ventrílocuo que es absorbido por su propio muñeco. Antes de llegar Bob Rock a sus vidas, prácticamente todas las canciones las tocaban en la tonalidad de Mi, ya que era lo más grave que alcanzaban sus guitarras, pero el productor pidió que bajaran a Re la afinación de sus instrumentos para que tuviesen ese grave que nunca habían probado. El resultado es un tema casi Thrash Metal con un riff contundente y pesado que te golpea en pecho como si estuvieras dentro de un subwoofer. Fue Rock quien les pidió que bajasen el tempo de la canción para que tuviera aún más fuerza. El solo hace justicia a la pista.

"I'm your dream, make you real
I'm your eyes when you must steal
I'm your pain when you can't feel
Sad but true"

3. “Holier Than Thou”. No se olvidan de sus discos anteriores y, con este tema, vuelven un poco al ritmo frenético que les había caracterizado en sus cuatro discos anteriores. Otro de los cambios que proporciona Rock son los coros armonizados en prácticamente todas las canciones, que dan profundidad a la voz de Hetfield. Precisamente es a Bob a quien dedican este tema que no está entre los favoritos de la banda, ya que que han considerado en un sinfín de ocasiones que es el más tonto que han hecho en su vida. 

"Before you judge me take a look at you
Can't you find something better to do
Point the finger, slow to understand
Arrogance and ignorance go hand in hand"

4. “The Unforgiven”. La calma llega con ese toque de corneta que va de menos a más, un sonido reproducido al revés, ya que era una pista “robada” del western con el mismo título que la canción y no querían tener problemas legales. Podemos ver a lo largo de toda la carrera de la banda, que son aficionados al género western, el comienzo de cada uno de sus conciertos es el duelo de “El bueno, el feo y el malo” con Ennio Morricone de fondo, por eso os aconsejo que no os perdáis el documental “Desenterrando Sad Hill”, no os va a decepcionar. Así se abre paso la guitarra española de Hetfield y esas castañuelas que marcan que va a ser un medio tiempo épico. Guitarras supercomprimidas en los versos y más nítidas y elegantes en los estribillos para que James trabaje la voz como no lo había hecho hasta ese momento. Sublime la intro de guitarra que da paso al solo. La letra puede ser de las mejores que tiene el disco, una aproximación a Huxley y Orwell, con un mundo que podría ser diferente si el personaje viese la luz. Como ya sabéis, esta canción tiene su continuación en el ‘Reload’ y el ‘Death Magnetic’ para dar forma a una trilogía totalmente inesperada.

"Throughout his life the same
He's battled constantly
This fight he cannot win
A tired man they see no longer cares"

5. “Wherever I May Roam”. Para romper todos los esquemas a los que aún quedan en pie a estas alturas del disco, la canción comienza con el riff de un sitar eléctrico acompañado de un bajo de 12 cuerdas, con lo que los armónicos que sacan entre ambos instrumentos nos llevan de viaje, algo que James quiere plasmar en la letra: la interminable gira que cada día los lleva a un lugar diferente. Puede que, si no hubieran existido temas como “Nothing Else Matters” o “Enter Sandman”, esta canción se hubiera convertido en la principal del disco. Es obligatorio prestar atención al solo de Hammett, en el que usa una gran cantidad de técnicas al alcance de muy pocos, eso sin contar la elección de la escala, que da más argumentos orientales a un tema espectacular.

"Only knowledge will I save
To the game you stay a slave
Rover, wanderer
Nomad, vagabond
Call me what you will"

6. “Don’t Tread On Me”. Durante la Guerra de la Independencia de los EE.UU. el Movimiento Libertario portaba una bandera amarilla en la que se podía leer el lema “Don’t Tread On Me” (“no me pises”) sobre las letras una serpiente de cascabel, que es la que podemos ver en la portada del disco. Se escucha al inicio una referencia a la canción “America” del musical ‘West Side Story’, llamando a la revolución con un tema que habla de lucha constante por las libertades. 

"So be it
Threaten no more
To secure peace is to prepare for war"

7. “Through The Never”. Un sonido demoledor que se acrecenta con la batería de Ulrich y los dos riffs principales de la canción. La búsqueda del conocimiento a través del Thrash Metal. Otro de los títulos que no te puedes perder en esta cuarentena es el docu-peli-concierto de la banda con este mismo título, si tienes la posibilidad de verlo en 3D, mejor.

"Time and space never ending
Disturbing thoughts, questions pending
Limitations of human understanding"

8. “Nothing Else Matters”. Todos hemos crecido escuchando este himno, una de las baladas más poderosas de la historia que se forjó de la manera más tonta; estaba Hetfield hablando por teléfono con su novia y con la mano que le quedaba libre comenzó a tocar esas seis notas que forman el inicio y leit motiv del tema, al colgar consiguió darle forma, pero cuando lo tenía construido no quería enseñarla al resto de la banda, ya que sospechaba que no era la típica canción de un grupo de sus características, pero Ulrich, al escucharla no dudó ni un instante en que sería un hit de los grandes. Para redondear el tema llamaron a un director de orquesta, Michael Kamen, quien introdujo la orquestación, que apenas se aprecia en la pista original. Fue él quien se hizo cargo de la Orquesta Sinfónica de San Francisco para su disco S&M, que, para mí, es un desacierto en toda regla, ésta es una de las pocas canciones que se salvan de la quema que haría yo a ese imprudente concierto. Es en esta ocasión el único tema del disco en el que el solo lo hace Hetfield, en lugar de Hammett.

"Never opened myself this way
Life is ours, we live it our way"

9. “Of Wolf And Man”. Una pequeña película de cuatro minutos en la que no solo un hombre se transforma en lobo para entender el significado de la vida, sino que es la propia canción la que va evolucionando, especialmente después del solo, del que destacaría la segunda parte. Enorme el bajo, con un sonido y una armonía épica. Genial final. 

"We shift pulsing with the earth
Company we keep
Roaming the land while you sleep"

10. “The God That Failed”. Abordar un tema como éste siempre conlleva una dificultad extra, parece que cuando diagnosticaron cáncer a la madre de Hetfield, ella prefirió no medicarse, ya que creía firmemente que su fe en Dios iba a salvarla, meses después fallecía. Y es este punto en el que James analiza la situación para asegurar que la fe no basta, hay veces en las que hay que recurrir a la ciencia. Por estos senderos transcurre la canción, que contiene uno de los solos más brutales de Kirk, diseñado junto a Bob Rock, ya que el original había quedado demasiado “bonito” como para que se adecuara a una canción tan pesada. Aquí descubrieron la afinación en Mi Bemol que aplicarían en sus siguientes trabajos.

"Broken is the promise, betrayal
The healing hand held back by the deepened nail
Follow the god that failed"

11. “My Friend Of Misery”. Basada en un riff que construyó Newsted al bajo y que se puede escuchar desnudo al inicio de la canción. Quizás por este motivo no quisieron que las guitarras robaran el protagonismo al bajo, algo que no desmerece, para nada, el trabajo brutal que hicieron todos. Para mí, es una de las grandes joyas del disco, de hecho, durante los ensayos todos pensaban que acabaría siendo instrumental, pero el productor dijo que no, por lo que Heatfield se desmarcó con asuntos existenciales.

"One man's fun is another's hell
These times are sent to try men's souls
But something's wrong with all you see"

12. “The Struggle Within”. Gozada. Desde el inicio de Ulrich se ve que va a ser una locura, los cambios de ritmo y las guitarras te dejan totalmente cao. Y cuando llega el solo ya estás en éxtasis, entonces es cuando te pasa esa apisonadora que te deja con las tripas fuera. Machacante final. 

"Home is not a home it becomes a hell
Turning it into your prison cell"

RockFM