Oasis: la eterna pelea

Los hermanos más polémicos de la historia del rock se aliaron para firmar un gran disco, después, nada volvió a ser lo mismo

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La historia de los dos hermanos más indeseables del panorama del rock tiene dos vertientes: la buena (los dos primeros discos y algunas canciones del resto) y la mala (todo lo demás, tanto en lo musical como en lo personal). No digo que a partir del ‘Be Here Now’ (1997), que no está nada mal, pero que está a años luz de los anteriores, todo sea malo, pero no es necesario un análisis compositivo para darse cuenta de que lo personal afectaba, directamente a lo profesional.

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No me explico cómo me puede gustar tanto una banda por la que manifiesto un odio tan visceral hacia Liam Gallagher y un poco menos hacia Noel Gallagher, me caen mal por muchos motivos, estos son solo algunos:

1. Siendo un grupo internacional con una base de fans destacada, hacen todo menos dar ejemplo con esas absurdas disputas familiares, con insultos e, incluso, llegar a las manos: durante la grabación de la canción “Don’t Look Back in Anger” pasó algo que se veía venir de hace tiempo. Que esa canción la cantara el mayor de los Gallagher, Noel, no sentó demasiado bien a Liam, que mientras grababan se fue a tomar cervezas a un pub cerca del estudio y, con toda la moña, invitó a una treintena de fans que había en el bar a acercarse a ver los estudios, allí se pusieron a jugar con instrumentos que no eran, precisamente, baratos. Esto provocó que los hermanísimos acabaran a puñetazo limpio, hubo, incluso, una persecución por los pasillos con Noel blandiendo un palo de cricket, afortunadamente, no llegó a más y la grabación siguió su curso dos semanas más tarde.

2. La chulería de Liam no muestra más que es un ególatra con un punto de sociopatía superior al resto. Eso sí, a los dos les daba igual disparar a otros músicos, a los propios miembros de la banda o a cualquiera que pasara cerca, el caso era polemizar.


3. Que se comparen con The Beatles, Led Zeppelin o Fleetwood Mac ya es una osadía, pero afirmar que son mejores que ellos es hacer el ridículo de una manera tan espantosa que podría ser considerado un delito.

4. El concierto que presencié en 1995 me dio la razón en todo, a mí y a todos los que allí nos encontrábamos. Su actuación fue casual, yo tenía entradas para ver a R.E.M., pero Michael Stipe tuvo problemas con su voz y anuló el concierto; ese mismo día mi hermana me dijo “¿Has escuchado la radio? Hay nuevos grupos en sustitución de R.E.M. y creo que te van a gustar más…” Efectivamente, el cartel había dado un giro espectacular, en él estarían Amphetamine Discharge, una banda española que lo dio todo, Faith No More, con un sonido desastroso, Oasis y The Cure, inmejorable para una entrada de 3.500 pesetas. Todo hacía presagiar que Oasis podría eclipsar a The Cure, pero Liam se lo curró para que no fuera así: llevábamos desde las 16.00h. en la plaza de las Ventas, un 18 de julio con un sol abrasador y los dos primeros grupos habían hecho lo imposible para mojar, al menos, a las primeras filas, por lo que comenzamos a pedir a Liam que nos echase un poquito de esa botella de litro y medio que tenía detrás, él se acercó lentamente hacia donde descansaba el preciado líquido, agarró el recipiente y se acercó al borde del escenario, dio un pequeño sorbo y lo escupió al foso de fotógrafos, acto seguido vació la botella sobre sus pies; era la primera o segunda canción y un silencio abrumador precedió a un sonido infernal que se alargó hasta que tocaron el último compás del show, ese sonido no era otra cosa que toda la plaza coreando al unísono tres palabras que no llegaron a dejar a los pocos fans que no lo gritaban disfrutar del concierto: “Hijo de P#*a”. Conociendo a Liam, podría asegurar que fue uno de los momentos más felices de su vida.

Pero este artículo no es solo para hablar de las vendettas de los Gallagher, sino de su música que, afortunadamente, sobrepasa toda su historia personal. Al margen de la pareja de odiadores profesionales, la banda venía del proyecto anterior de Liam, The Rain, al que se incorporó Noel para dar un nuevo aire a las canciones. A la guitarra estaba Paul "Bonehead" Arthurs, al bajo Paul "Guigsy" McGuigan y a la batería Tony McCarroll, que tras la grabación del primer single “Some Might Say” fue sustituido por Alan White (que hizo un trabajo enorme), según Noel Tony no iba a ser capaz de tocar el resto de temas, así se trataban.

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El segundo trabajo de la banda venía precedido de ‘Definitely Maybe”, un gran disco, muy visceral y con grandes melodías; para superarlo decidieron bajar la intensidad, lo que antes era saturación, ahora se convierte en sonidos brillantes; lo que antes era odio, ahora es casi amor. La aparición de este disco hizo que la línea temporal del British Pop se trastocara por completo.
El trabajo del productor, Owen Morris, también fue notable, con la inclusión de grandes coros y una mezcla casi perfecta, digo casi porque no soporto demasiado el ruidito de las panderetas de Liam, de las que abusa de una forma, para mí, casi irritante. ‘(What’s the Story) Morning Glory?’ fue también el punto de inflexión de la banda, con el siguiente disco perdieron el título mundial de pesos pesados y comenzaron a ser “una banda más” en el panorama.

Solo a modo de compilación, antes de empezar a analizar el disco, me gustaría dejaros alguna de las frases más espléndidas de los hermanos, al menos para que nos echemos unas risas: “Prefiero beber petróleo directo del bidón en un garaje, que escuchar una entrevista de Alex Turner de Arctic Monkeys”, "Todas las bandas que se reúnen, todas las que mencionaste (Fleetwood Mac, Led Zeppelin), no tienen a nadie tan brillante como yo", "Solo porque vendas muchos discos no significa que seas bueno. Mira a Phil Collins", "Espero que el bajista de Blur (Alex James) y su cantante (Damon Albarn) pillen el sida y mueran", "Si diesen medallas por tomar drogas en Inglaterra, tendría una montaña repleta", "Es grosero, intimidante y vago. Es la persona más enfadada que te encontrarás en la vida. Es como un hombre con un tenedor en un mundo de sopa" (Noel sobre Liam). Pues nada, puestos en situación, dadle al play.

EL DISCO

1. “Hello”. Ellos sabían que su gran éxito iba a ser “Wonderwall”, así nos lo hacen saber en la intro antes de que comience su primer tema con una fuerza brutal, no le dan margen a la guitarra acústica para tirar de saturación con todo supercomprimido, algo que no da margen a la calma. Noel expresa sus ganas de vivir la vida como un juego, sin dar explicaciones ni querer ser quien los demás pretendan que seas. Los últimos versos tienen su polémica, ya que una de las grandes influencias del brit-pop, Gary Glitter dijo que pertenecían a su canción “Hello, I’m Back Again”, por lo que hoy en día sigue cobrando las regalías, eso sí, no las disfruta demasiado, ya que desde 2015 está en prisión por abuso infantil.

And it's never gonna be the same
'Cause the years are falling by like the rain


2. “Roll With It”. Al contrario que en la canción anterior, comienzan las guitarras distorsionadas para dejar paso a los acordes limpios de acústicas y eléctricas. Con esta canción comenzó lo que se denominó la “Batalla del Britpop” que protagonizarían durante años Blur y Oasis. Todo comenzó cuando el sello decidió sacar este single seis semanas antes de la publicación del disco, la editorial de Blur tenía previsto lanzar su sencillo “Country House” la semana siguiente, por lo que decidió adelantarlo y publicarlo el mismo día que los Gallagher, lo que les llevó al número uno directo y a vender más copias, mientras que “Roll With It”, a pesar de ser uno de los temas preferidos de los fans de Oasis se quedó en el número 2, lo que desató el enfrentamiento verbal en todos los medios musicales del mundo. En cuanto a la lírica de la canción trata otra vez de coger las riendas y caminar sin temor por tu propia vida.

You gotta say what you say
Don't let anybody get in your way
'Cause it's all too much for me to take

3. “Wonderwall”. ¿Qué tiene esta canción que engancha tanto? La pregunta del millón, si analizamos la estructura vemos que es de lo más simple, cinco acordes, pero muy bien explotados gracias al cambio de tonalidad de las estrofas al puente y estribillo. Las guitarras acústicas suenan brillantes y las eléctricas acompañan con arpegios que dan un color muy especial al tema. Pero tiene mucho más, aunque el bajo a penas tenga nada de protagonismo tiene la fuerza suficiente como para que todo camine a la perfección, el patrón de batería es excelente y el violonchelo remata la jugada. La voz y los coros conectan con el alma de la canción. El resultado es: un tema muy agradable, fácil de escuchar y digerir, fácil de cantar y con una buena melodía. ¿Cómo no va a enganchar? Aunque la canción está dedicada a la que era, por entonces, novia de Noel, este le dio a Liam la posibilidad de cantar “Wonderwall” o “Don’t Look Back in Anger”, no lo dudó y se apropió de la canción más famosa de la banda. Mientras que la curiosa palabra tiene una clara referencia a la película de mismo título de 1968 a la que puso música George Harrison.

I said maybe, you're gonna be the one that saves me
And after all, you're my wonderwall

4. “Don’t Look Back in Anger”. La enorme influencia que The Beatles causó en Noel se ven reflejadas en muchas de sus canciones, en este caso, “Imagine” o “Watching The Wheels” de Lennon están muy presentes, tanto en la intro como en ciertas progresiones que se pueden escuchar a lo largo de la pista. Pero al margen de esta observación, es, posiblemente, el mejor tema de la banda, cantado por Noel que, incluso, sacó alguna frase de Lennon para incluirla en la letra (So I start a revolution from my bed / 'Cause you said the brains I had went to my head – Así que empiezo una revolución desde mi cama / Porque dijiste que el cerebro ya había llegado a mi cabeza). Aunque Noel afirmó que ni él mismo sabe lo que significa la letra (quizás tenga que ver, llámame loco, que la escribió bajo los efectos de cosas chungas), lo cierto es que el mensaje es claro, el camino se hace al andar, mirar hacia atrás no servirá de nada. Me gustaría destacar la gran voz de Noel y que, a pesar de no ser un tipo de grandes solos de guitarra, en esta pista se defiende realmente bien.

Stand up beside the fireplace
Take that look from off your face
'Cause you ain't ever gonna burn my heart out

5. “Hey Now!”. En el indie de aquel tiempo ganaban protagonismo las guitarras saturadas y patrones de batería como el que nos encontramos aquí. Pixies, Blur, The Verve eran grandes ejemplos y Oasis no se iba a quedar atrás. Posiblemente sea el tema más irrelevante del trabajo, con una letra que no da para mucho, conocer a la persona que tienes enfrente para ver si sus ideas pueden tener algo de conexión contigo mismo; de no arrepentirte de llegar donde has llegado.

What am I gonna do while I'm looking at you
You're standing ignoring me

6. “The Swamp Song (Excerpt 1)”. Aunque no es estrictamente una canción, sino una especie de puente de conexión entre partes que no acabo de entender muy bien, y que tendrá una segunda parte más extraña aún, sí existe un tema completo en directo que interpretan junto a Paul Weller y que se incluyó como cara B del single de “Wonderwall”, aquí se escucha solo un pequeño fragmento.

7. “Some Might Say”. Una pista que ejerce de bicho raro del disco, pero curioso nexo de unión con su primer trabajo, no solo porque fue el único en el que participó Tony McCarroll a la batería antes de ser fulminantemente despedido, sino por ese sonido tan específicamente rockero y de saturación guitarrera. Fue, además, el primer single que sacaron antes de tener el disco y primer número uno. Cantado fabulosamente por Liam. Aunque los versos de Noel son una especie de collage de imágenes, parece hablar de la clase media trabajadora que en aquellos momentos no tenía trabajo ni sustento.

Some might say that sunshine follows thunder
Go and tell it to the man who cannot shine

8. “Cast No Shadow”. Tenían ya por entonces tantos dardos envenenados para todo el mundo que, si alguno de los Gallagher te alaba es que te lo has ganado con creces. Fue el caso de Richard Ashcroft, cantante de The Verve, al que dedican esta canción. Todo un gesto inédito de amabilidad de Noel que habla de un tipo tan delgado que no tiene ni sombra, intentando animarle a expulsar sus demonios, que parecían pasar por su banda, a la que dejó tres meses después de escuchar esta canción. Fabulosa balada casi de tintes heroicos.
Bound with all the weight of all the words he tried to say
As he faced the sun he cast no shadow

9. “She’s Electric”. Una canción pop al uso, divertida y bailonga con unos arreglos muy al estilo George Harrison. Noel nos presenta a una chica que lo ilumina todo con su presencia, nos habla de su familia, especialmente de su hermana, con quien parece haber mantenido algo sexual, aunque es a ella a quien quiere conquistar, pero, ¡oh sorpresa! Está embarazada, se acabó la magia.

She's electric
She's in a family full of eccentrics
She's done things I never expected

10. “Morning Glory”. Con el título tenemos ya el debate servido, la expresión “Morning Glory” significa, en jerga británica “erección matutina”, pero también puede estar conectado con la semilla de la gloria de la mañana, que es un alucinógeno similar al LSD, nos hablan de las drogas como un medio claro de abstraerse de una vida aburrida y pide continuamente lo que en España llamamos “cinco minutitos más”. Un nuevo éxito de la banda que está por encima de la media rockera del álbum.

All your dreams are made
When you're chained to the mirror and the razor blade
Today's the day that all the world will see

11. “The Swamp Song (Excerpt 2)”. Nuevo puente entre dos canciones con un extracto de “The Swamp Song”, pero esta vez diluida por el ruido del agua.

12. “Champagne Supernova”. Con esa marea comienza una de las mejores canciones de Oasis, quizás por su simplicidad compositiva o quizás porque han sabido conjugar una progresión de acordes básica con melodías y armonías de lo más hermoso. Cada instrumento entrando en el momento preciso y pasajes instrumentales muy bien construidos, especialmente en la segunda mitad de la canción, justo antes de volver a bajar la intensidad. La letra psicodélica y casi sin sentido también me hace pensar que las drogas volvían a estar presentes, no solo en los versos, sino también en el momento de construirlos. Como artistas invitados, encontramos en esta pista al líder de Jam, Paul Weller, a la guitarra y coros y Owen Morris, productor del disco, silbando. Es la última canción suya que tocaron juntos en directo, digo la última suya porque solían acabar con “I am the Warlus” de The Beatles, aunque ellos la han seguido tocando en sus proyectos en solitario.

Someday you will find me
Caught beneath the landslide
In a champagne supernova in the sky

RockFM