R.E.M.: cuando fueron reyes

Tras el éxito arrollador de ‘Out Of Time’, R.E.M. volvió al estudio para completar su obra maestra: ‘Automatic For The People’

Tiempo de lectura: 9’

La evolución de la música va dejando sorpresas, pero también víctimas a su paso, el reinado en el ámbito del rock nos ha dejado cientos de bandas y solistas que, atados de pies y manos, han visto como su corona llegaba a otras cabezas sin piedad. Así pasó con R.E.M., que, lejos de seguir una línea fija para mantener el trono, decidieron hacer lo que más les apetecía en cada momento. Su evolución está marcada por el fin del post-punk y new wave, pero pasaron por etapas de más marcado folk hasta llegar a la cresta de la ola del rock alternativo con el enorme ‘Out Of Time’. Fue tal la repercusión que decidieron no hacer gira de presentación, ya que el disco se vendía solo y, además, llegaban exhaustos de la gira de once meses de presentación de ‘Green’.

En ese momento eran los amos del género, pero la suerte para los amantes de la música y mala suerte para ellos, quiso que, meses después, se publicaran ‘Ten’ de Pearl Jam, ‘Blood Sugar Sex Magik’ de Red Hot Chili Peppers y ‘Nevermind’ de Nirvana, algo que acabó con su reinado, pero no con las ganas de hacer las cosas bien.

Lejos de amilanarse con la situación se encerraron en el estudio para grabar su octavo disco de estudio, pero no lo hicieron todos, Michael Stipe quedó al margen para que Bill Berry (batería), Peter Buck (guitarra) y Mike Mills (bajo) pudieran trabajar en sesiones que acabarían con una treintena de demos instrumentales para presentarlas a Michael y que él elaborara la letra; habían conseguido abordar el trabajo intercambiando sus instrumentos para conseguir abarcar un mayor abanico de sonidos. Aunque había de todo, se intuía un cambio a algo más oscuro, que Stipe aprovechó para crear una lírica basada en la muerte pero que no nos dejara un poso de melancolía en el alma.

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No entendieron esto los más críticos cuando encontraron muerto al gran amigo de Michael, Kurt Cobain con el CD de ‘Automatic For The People’ en el reproductor y comenzaron a oírse voces que señalaban directamente a R.E.M. como inductores del suicidio, si bien el disco, analizado a fondo, lo que transmite es justo lo contrario. A pesar de todo, el debate continuó sin complejos y los más atrevidos aseguraron que Stipe había escrito todo sabiendo que tenía Sida, no hay que olvidar que acababa de fallecer Freddie Mercury y que el aspecto tan esquelético del líder de R.E.M. dejaba correr un rumor muy alejado de la realidad, que no quisieron alimentar saliendo a la palestra a desmentir o afirmar semejante bulo.

Pero seguimos con esta joya musical, que tenía por delante una carrera que pocas veces se ha visto desde los 90’s, hacer circular nada menos que seis singles de un mismo trabajo con éxito de crítica y público no es tan fácil, ‘Automatic For The People’ lo consiguió por muchos motivos: primero, la calidad indiscutible de las composiciones, segundo, y de forma totalmente deliberada, contaron con una superestrella que vino a agrandar el trabajo del cuarteto, nada menos que John Paul Jones, bajista eterno de Led Zeppelin, que aportó su particular punto de vista al proyecto con los arreglos de orquesta que nos sumergen aún más el viaje, pero que no suenan desmesurados ni grandilocuentes para no salirse del cometido de mejorar la canción.

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En un principio, el trabajo se iba a titular “Star” por la estrella que aparece en la portada, que está firmada por el propio Stipe y que había sacado de la fachada de un motel en Miami cerca de los estudios donde grabaron parte de la obra, una carátula que, a mí, personalmente, me espanta, aunque tampoco es que sea yo muy fan de las portadas de sus discos de estudio, a excepción de ‘Murmur’ y ‘New Adventures in Hi-Fi’. Por su parte, el título del disco lo extrajeron del claim que tenía el cartel de un restaurante que solían frecuentar en los primeros años de banda, en Georgia, llamado Weaver D’s Delicious Fine Food.

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Un disco de muchos colores, entre los que predominan los ocres y grises, pero con un sonido brillante en todo su esplendor. Sí, R.E.M. es mucho más que “Losing My Religion”.

EL DISCO

1. “Drive”. Queda claro con este tema que el disco va en la línea del anterior, sonido muy elaborado con una brillantez que te va levantando los pelos de la piel a medida que avanza, con ese contraste de sonidos que se van incorporando poco a poco, hasta que la orquesta eleva la canción a un estadio superior, a pesar de tener esa grandilocuencia no quisieron incorporar ningún coro a la canción; Buck utiliza para el solo una moneda de cinco centavos como púa para obtener aún más brillantez a la mezcla. Homenaje de Stipe a la canción “Rock On” de David Essex, aunque la letra no nos deja ver claro el mensaje, que parece una advertencia a los niños para que escojan ellos mismos su camino por encima de lo que nos impone la sociedad. El mareante e hipnótico vídeo se grabó con miles de personas durante dos días en los que se pasaron por allí amigos de los artistas, entre los que destacaron River Phoenix y Oliver Stone, que, por cierto, se metieron en una de las peleas con el público; tremendo. Fue el primer single que sacaron a pesar de la negativa de la compañía, que veía en él todo lo contrario a un sencillo de éxito, ¡qué equivocados estaban!

Hey, kids, where are you?
Nobody tells you what to do, baby
Hey kids, shake a leg
Maybe you're crazy in the head, baby

2. “Try Not To Breath”. Cuando la abuela de Stipe estaba a punto de fallecer, él no podía dejar de pensar en qué le pasaría por la cabeza en esos momentos, y quiso aferrarse a que no quería que nadie sufriera ni llorara por ella porque había tenido una vida plena. Toca de lleno el tema de la muerte asistida. Bonitas melodías y unos coros que le dan más vida al estribillo.

I can hold my head still with my hands at my knees
These eyes are the eyes of the old
Shivering and fold
I will try not to breathe

3. “The Sidewinder Sleeps Tonite”. Quisieron rebajar el tono medio del disco con este tema ligero y amable que pone la nota alegre y que está muy influenciado por la canción de ‘El Rey León’, “The Lyon Sleeps Tonight”, incluso se puede escuchar en las notas iniciales que canta Michael y en partes del estribillo, tal era la influencia que decidieron comprar los derechos para utilizarla antes de que hubiera una demanda por plagio, la aceptación conllevaba que la Cara B del single tenía que tener una versión del tema de Disney. Espectaculares los arreglos de John Paul Jones para la orquesta. Es una de esas canciones en las que si no tienes delante la letra difícilmente entenderás la frase “Call me when you try to wake her up” (llámame cuando intentes despertarla), y fue elegida como una de las letras que peor entiende la gente en Reino Unido, que, como alternativa, votaron que decía “calling Jamaica”, igualito.

Always had a smile and a reason to pretend
But their world has flat backgrounds
And little need to sleep but to dream

4. “Everybody Hurts”. Hay una encuesta de esas raras que hacen los americanos que coloca a esta pista como la canción que más hace llorar a los hombres; por supuesto, me encuentro dentro de esta lista. Pocos temas hay tan desgarradores y a la vez tan honestos y vitales como este, en el que nos muestran las virtudes de la vida y nos animan a seguir en el mundo, aunque sea, un día más. Brett fue quien escribió el grueso de la canción y, precisamente, él no aparece a los mandos de la batería hasta el final, siendo sustituido por una caja de ritmos que costó 20$ con el fin de unir lo humano y el lado desnaturalizado de la vida. Aunque Michael había pensado que la segunda voz le convenía a Patti Smith, lo cierto es que no funcionó y decidieron seguir adelante sin ella, ya que Stipe sonaba tan potente que no querían empañar la mezcla. A todo esto, se sumó la orquestación de John Paul Jones que imprimió a la canción una energía que contrasta con algo tan emocional y conmovedor. El vídeo, realizado por Jake Scott, hijo del gran Ridley Scott, es otra maravilla.

Sometimes everything is wrong
Now it's time to sing along
When your day is night alone (Hold on, hold on)
If you feel like letting go (Hold on)
If you think you've had too much
Of this life, well, hang on

5. “New Orleans Instrumental No.1”. En su reto por encontrar estudios interesantes donde grabar sus temas para el disco, se encontraron en una antigua casa encantada en Nueva Orleans donde, a las dos de la madrugada se pusieron a improvisar. El resultado fue una jam session que cobró mucha magia gracias al sonido que lograron sacar de la guitarra, pero hay que reconocer que el contrabajo te sumerge en una atmósfera en la que solo falta el humo de los cigarrillos para hacerte creer que estás a orillas del Misisipi. Hay una instrumental No.2 que se esconde en la Cara B de “Man On The Moon”. Además, la canción sirve como preludio para la siguiente pista.

6. “Sweetness Follows”. ¡Cómo suena esta guitarra!! Afinada en Drop D y acompañada por un fantástico cello y un órgano hipnótico, Stipe canta nuevamente sobre la muerte, pero sin nostalgia, sin verlo con miedo, más bien con la intención de mostrar que la dulzura es el siguiente paso. Inspirados todos en el universo de David Lynch, aparece, a mitad del disco, esta joya.

It's these little things, they can pull you under
Live your life filled with joy and thunder
Yeah, yeah, we were all together
Lost in our little lives

7. “Monty Got A Raw Deal”. Dedicada Montgomery Clift, mítico actor de Hollywood de la quinta de Marlon Brando y James Dean que tuvo un trágico final de adición a las anfetaminas por culpa de un accidente de coche al salir de una cena con Elizabeth Taylor, del que nunca se recuperó ni física ni emocionalmente; aunque continuó haciendo películas nunca fue el mismo y falleció a los 45 años de un paro cardíaco. Stipe recuerda su figura sobre la música que compuso Buck con un bouzouki en una habitación de hotel gracias a los ruidos de una pareja de amantes del cuarto contiguo que no le dejaban dormir. Ese instrumento está muy presente en la pista que sigue en la línea melancólica del trabajo.

Monty, this seems strange to me
The movies had that movie thing
But nonsense has a welcome ring
And heroes don't come easily

8. “Ignoreland”. Si ya es complicado comprender todas las palabras que suelta Michael, con la mezcla final de esta canción y la velocidad que cobra todo, es casi imposible. Quizás sea a conciencia, ya que la letra no deja títere con cabeza dentro del ámbito político, especialmente tirando contra los republicanos y la guerra fría en tiempos de elecciones entre Reagan y Bush. Stipe coge prestado un patrón de acordes que utilizaba mucho Neil Young y que otorga al tema algo que la hace muy especial. Aunque no acabaron contentos con el resultado final creo que es una canción que destaca por el compromiso de una letra dura y alejada del victimismo social.

These bastards stole their power from
The victims of the us v. them years
Wrecking all things virtuous and true

9. “Star Me Kitten”. R.E.M. siempre han sido políticamente correctos y esto influyó en el título de este corte, que a priori no significa nada, pero si escuchamos la canción vemos por dónde va, y nos damos cuenta que no quisieron poner ese fuck que nos suelta Stipe al final del tema. Por lo que, de forma no oficial, el título real de la canción es “Fuck Me Kitten” (Fóllame, gatita). La culpa de ese cambio en el nombre fue de Meg Ryan, que acudió a una de las sesiones de mezcla y le encantó la canción, pero les explicó que, en su ciudad, si había un fuck iba a ser complicado que se pudiera comprar, por lo que decidieron llegar a más gente haciendo ese quiebro a la censura. Nuevamente, las mezclas nos dejan una voz casi incomprensible, pero con una hermosa línea melódica que se ve acompañada de una poderosísima armonía vocal.

You, me, we used to be on fire
If keys are all that stand between
Can I throw in the ring? No gasoline, just fuck me, kitten

10. “Man On The Moon”. Quedaba una semana para que la banda tuviera que presentar el trabajo a la discográfica y lo único que faltaba era la letra de este tema que habían llamado “C to D Slide” por su progresión de acordes en las estrofas. Aunque Stipe quería que fuera un tema instrumental, Bill y Buck, compositores de la parte instrumental, lo convencieron para que construyera un pasaje lírico a la altura, por lo que una semana después se presentó con este poema críptico que nos deja imágenes espectaculares del cómico británico Andy Kauffman, junto a teorías de la conspiración como la llegada del hombre a la luna o la muerte de Elvis. La canción inspiró la película que lleva el mismo título de la canción y que relata la vida de Kauffman, interpretado de forma magistral por Jim Carrey (película totalmente recomendable, y, si te gusta, no te pierdas el documental ‘Jim & Andy’). La cantidad de yeah que aparecen en la letra fue una apuesta con Kurt Cobain, que solía introducir esa palabra muy a menudo en sus temas, especialmente en “Lithium”, por lo que le dijo que iba a batir el récord. Este tema será uno de los más recordados de la banda y uno de los más queridos por todos los que amamos a R.E.M.

Now, Andy, did you hear about this one?
Tell me, are you locked in the punch?
Hey, Andy, are you goofing on Elvis? Hey, baby
Are you having fun?

11. “Nightswimming”. Stipe tenía escrita la letra y todos pugnaban por ofrecer una música que se adaptara al ensueño que mostraban los versos, pero fue Mills quien se llevó el gato al agua con una melodía simple que se repite durante todo el tema; después John Paul Jones puso la magia con sus arreglos de cuerda y oboe. La letra contiene pasajes autobiográficos y nos adentra en un verano eterno, que es en el que vive la juventud. Como curiosidad, el piano que utilizó Mills fue el mismo que suena en la mítica “Layla” de Derek and the Dominos.

Nightswimming, remembering that night
September's coming soon
I'm pining for the moon
And what if there were two
Side by side in orbit
Around the fairest sun?

12. “Find The River”. Una melodía increíble para acabar el disco. Uno de esos temas que te deja definitivamente roto, con una letra que vuelve a la muerte, en esta ocasión, el río es el que te lleva hacia el océano -destino final-, dejando el testigo a las generaciones que vienen detrás. Hermoso el trabajo a la melódica de Berry y los coros junto a Mills. Épico el estribillo que crece de una manera majestuosa.

I have got to leave to find my way
Watch the road and memorize
This life that passed before my eyes
And nothing is going my way

RockFM