Roy Orbison: una despedida sublime

Una vida de gloria y desgracias llevó a Roy Orbison a firmar, ‘Mystery Girl’, su obra cumbre que no pudo ver publicada

 

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Yo juro que pensé que era ciego, toda mi infancia rodeada de un falso misterio que no descubrí hasta que llegó uno verdadero: ‘Mystery Girl’. Claro, ves a un tipo con gafas de sol oscuras, que casi no se mueve en el escenario, cantar como ausente, con esa tristeza que desprendía su voz y ese don sobrenatural, que ni siquiera te planteas si no es ciego; pues resulta que, a pesar de sus problemas de vista, que no eran pocos (hipermetropía, astigmatismo, anisometropía y estrabismo), lo de las gafas oscuras tiene que ver con un despiste al dejarse las que llevaba de forma habitual en un avión y no quedarle más remedio que ponerse las gafas de sol graduadas en el concierto de esa noche, en el que teloneaba a The Beatles; algo que le marcó para siempre y que aprovechó para construir una imagen única e icónica.

Hablamos de uno de los mejores y más influyentes cantantes de la historia, que forjó, en tan solo cuatro años, su carrera, para después destruirla, debido a una serie de desgracias personales y volver al estrellato meses antes de morir de un ataque al corazón en 1988.

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Su vida siempre transcurrió en esa zona americana en la que el country es casi una religión, él se empapó de este estilo al que, una vez cogidas las riendas de la composición, no hace el más mínimo caso (salvo lo que compone para otros artistas y sus grabaciones con The Nashville A-Team) y, a pesar de grabar en Nashville, Orbison no entró jamás en las listas country, quizás por incluir un sonido de acompañamiento vocal al estilo de los coros góspel, con lo que sus discos, teñidos de pop, se podrían acercar más al Rythm and Blues que al country.

El gran número de actuaciones en televisión con su banda Wink Westerns, cuando aún estaba en la universidad, fraguaron su fortaleza escénica y le acercaron a Sam Phillips, que dirigía el sello del momento: Sun Records, que ya contaba con Elvis Presley o Johnny Cash como abanderados. Con Sun grababa sus primeros trabajos junto a los Teen Kings, con los que no acabó demasiado bien, igual que con la compañía, de la que se cansó pronto para fichar por RCA y, dos años después, por Monument Records, con quienes graba ‘Sings Lonely and Blue’ su primer disco en solitario, que recoge su primer exitazo, “Only The Lonely”, que habían intentado vender a Everly Brothers y a Elvis, que al escucharla editada por primera vez, se arrepintió de tal manera, que compró una caja entera de discos para regalar a sus amigos.

Desde entonces y hasta que en 1964 salió su icónica “Pretty Woman” se convirtió en el mejor cantante solista de rango agudo. Tanto, que salió de gira con The Beatles, Beach Boys o The Rolling Stones; pero fue al año siguiente cuando todo se vino abajo, comenzó con su divorcio con Claudette por las múltiples infidelidades de ella, siguió la absorción de Monument Records por MGM y acabó con el drástico cambio de la música hacia el universo pop.

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Desde entonces todo fueron tragedias; tras perdonar a Claudette y unos meses después de volver a casarse con ella, un accidente de moto en la que viajaban los dos acabó con la vida de su joven esposa. Intentó, en vano, meterse en el mundo del cine con una película que rozó el desastre, ‘The Fastest Guitar Alive’, y aunque tenía contrato para otras cuatro cintas más, lo anularon sin contemplaciones.

En el 68, mientras giraba por Inglaterra, le llamaron para decirle que dos de sus hijos habían fallecido en un incendio en su casa de Tennessee, algo que acabó por rematar su triste

historia. Y, aunque sus éxitos pasados seguían teniendo tirón gracias a diferentes versiones de los grupos punteros del momento, sus nuevas canciones no vendían, por lo que su autoestima no hacía más que caer a las profundidades del abismo. Por si fuera poco, su salud era endeble, un triple bypass y varias úlceras duodenales le hicieron arrastrar un nuevo problema a su desdicha, que se vio puntualmente superada por un disco de grandes éxitos que le hizo volver a la carretera con The Eagles; pero era un espejismo, porque su disco ‘Regenerator’, posiblemente, el más completo de su carrera, pinchó nuevamente en las listas.

Pero fue David Lynch quien le puso nuevamente en la picota al estrenar su ‘Blue Velvet’ con la canción “In Dreams” como eje de la banda sonora. Ese vuelco obligó a Orbison a replantearse su carrera, para lo que empezó a tirar de amigos; primero grabó un increíble concierto con Springsteen, Tom Waits, Elvis Costello, Bonnie Rait y un elenco enorme de músicos que firmaron un show único; después creó una superbanda, Travelling Wilburys, junto a Bob Dylan, Tom Petty, George Harrison y Jeff Lynne para firmar una serie de canciones únicas. Y, por último, tiró de todos ellos para elaborar su mejor obra, ‘Mystery Girl’, en la que participan más de 30 artistas que lo único que hacen es agrandar aún más la inspiración vocal de Roy, a la que puso especial énfasis gracias a su inspiración en sentimientos como la tristeza o la desesperación.

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Mientras combinaba las primeras acciones de promoción, previa a la publicación del disco, con actuaciones de Travelling Wilburys, estaba preparando su propia biografía para una película en la que quería que Martin Sheen interpretara su papel, pero no le dio para más, después de cenar en casa de su madre y pasar una agradable tarde jugando con sus hijos, fallecía de un ataque al corazón, sin ver el disco editado, sin saber que sería una de las leyendas más grandes de la música moderna.

Él creó un mundo, que se vio reflejado en sus composiciones, rara vez ha exisitido una figura como la de Roy, un personaje al que todos los músicos que él idolatraba, mostraban su admiración más profunda hacia su persona. Un hombre humilde, que supo trenzar su camino a pesar de (y gracias a) las adversidades que intentaron minarlo.

EL DISCO

1. “You Got It”. Una composición extraordinaria. Llena de giros y cambios tonales que hacen que no puedas perder la atención. Con una producción que hace que la canción parezca más de los años 70 que de finales de los 80’s, fue su compañero de fatigas Jeff Lynne quien se encargó de la misma y añadió a la pista guitarra, teclados y bajo; mientras que Tom Petty se encargó de la acústica y parte de los magníficos coros. Son casi inapreciables los arreglos de cuerda de Michael Utley, pero absolutamente indispensables, ya que hacen que la canción cobre la fuerza que necesita. La voz de Roy suena especialmente vulnerable en un tema en el que le dice a su amor que nunca le faltará nada. La interpretó solo una vez en directo 17 días antes de fallecer.

"Every time I hold you I begin to understand
Everything about you tells me
I'm your man"

2. “In The Real World”. Con ese agudo vocal que le caracteriza comienza este tema apoyándose en una acústica, hasta que llega el estribillo, en el que entra toda la banda para quedarse. Increíbles, nuevamente, los coros, que en este caso tienen como protagonistas a su última esposa e hijo, Barbara y Roy Jr., junto a Tom Petty. Muy acertados los arreglos de cuerda de Michael Utley. Casi una ópera en la que le gustaría poder vivir dentro de los sueños para hacer la vida más llevadera.

"In the real world
There are things that we can't change
And endings come to us In ways that we can't rearrange"

3. “(All I Can Do Is) Dream You”. Monta una nueva banda para recrear este fabuloso rock escrito por David Malloy y Billy Burnette, que toca la acústica y acompaña en los coros a Roy, además de producir el tema junto a “T-Bone” Wolk quien se enfunda el bajo. Sigue persiguiendo sueños, pero esta vez para pasarlos junto a su amor.

"But look who's sorry now
'Cause every time
I wake up and you're not around It only brings me down"

4. “A Love So Beautiful”. Solo con empezarla a escuchar ya intuyes que puede ser algo épico, baladón escrito junto a Lynne y al que se quiso sumar George Harrison con su acústica. Espectaculares los arreglos de cuerda que hace Louis Clark. Si con esto no conquistas a la persona que te guste, yo ya no sé… Orbison demuestra, una vez más, su potencia vocal de tenor y su gusto por las melodías bien construidas.

"The summer sun went down on
Our love long ago But in my heart I feel the same
Old afterglow
"

5. “California Blue”. Vuelve a rodearse de Petty y Lynne para construir esta melodía country que puede ser de lo menos elaborado del disco, pero que guarda igualmente esa magia esencial que tiene Roy Orbison y que nadie se explica. Un canto de amor hacia California.

"Everyday I pray I'll be on my way
Saving love for you California blue"

 

6. “She’s a Mystery to Me”. Uno de los momentos más mágicos del disco por muchas cosas: primero, que es un tema precioso, con un Roy Orbison que demuestra que es uno de los mejores cantantes de la historia; segundo, el cómo surgió la canción: parece que la noche que U2 iba a actuar en Wembley durante la gira del ‘The Joshua Tree’, Bono se quedó dormido con la B.S.O. de ‘Blue Velvet’ (David Lynch), en la que salía “In Dreams”, de Roy; por la mañana se levantó con una melodía que mostró al resto de la banda durante los ensayos del concierto, tras el cual, en el backstage apareció por sorpresa Roy y se pusieron a dar forma a la canción. Al final, le llegó tanto, que el disco tiene esa referencia en el título. Es una sorpresa deliciosa.

"Haunted by her side is the darkness in her eyes
That so enslaves me
But if my love is blind Then I don't want to see"

7. “The Comedians”. Cuando escuché esta canción por primera vez, solo deseaba que nunca me dejaran para no sentir el pesar de este tema. Dio una vuelta de tuerca a la original, que publicaba Elvis Costello cinco años antes, y la convirtió en uno de himnos implacables del desaliento que deja la ruptura. La batería de Keltner, acertadísima, con ritmo fúnebre va marcando las estrofas que adelantan la melancolía del estribillo. Obra maestrísima.

"They say that you will always be the last to know
They say that all that glitters is not gold
It's not just that you're never coming back to me
It's the bitter way that I was told"

8. “The Only One”. Se acerca al soul con esta locura. Las guitarras son asombrosas, en parte, por la colaboración de uno de esos guitarristas que no han sido lo suficientemente valorados por la historia, como Steven Lee Cropper, que se encarga, además de los arreglos de metales de The Memphis Horns, uno de los grupos de viento más importantes del mundo. Es de esas canciones que te apetece volver a reproducir nada más escucharla. La composición fue de Wesley Orbison y Craig Wiseman, mientras que la producción corrió a cargo del propio Roy junto a Campbell. Preciosos coros.

"What you wouldn't give right now
To be another face in the crowd"

9. “Windsurfer”. Junto a Bill Dees coescribió esta canción que dedica a un surfista solitario que busca dos sueños, el mar y un amor que reniega de él. Rick Vito es quien le pone el punto a la canción con su slide guitar, dejando momentos mágicos, a los que se suma la orquesta rematando la jugada.

"He practiced in his dreams
Trying to coast the waves
Most of the time he sailed alone
Endless summer days"

10. “Careless Heart”. Para concluir el disco, quiso escribir este tema junto a dos números uno: Diane Warren y Albert Hammond; el resultado es una canción con tintes comerciales muy al estilo de los 80’s, pero con una letra interesante de culpa por perder lo que quería gracias a su corazón descuidado.

"If not for my careless heart.
You'd still be loving me"

RockFM