Ben Harper voló alto en las Noches del Botánico

Las Noches del Botánico siguen dejando joyas como la de anoche, Ben Harper & The Inocent Criminals lograron crear un ambiente mágico sobre las tablas
  • Víctor Moreno

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Vivir una noche como la de ayer pasa muy pocas veces, recuerdo el año 2004 en el mítico Festimad tocaba Ben Harper, era cabeza de cartel junto a Patti Smith, aquella noche me conquistó como pocos artistas lo habían hecho hasta el momento. Comparecía junto a sus queridos Inocent Criminals y el recuerdo me persigue como un perro de caza.

Ayer pude comprobar que están en plena forma, que, aunque el repertorio sea como la noche y el día con respecto a hace casi 20 años, la fuerza que tienen sobre el escenario es imbatible. Además venían con nuevo disco debajo del brazo, el que sacaban el viernes pasado, 'Bloodline Maintenance' y del que dio buena muestra en uno de los escenarios más increíbles de este año, el de las Noches del Botánico de Madrid.

Comenzaba a oscurecer y saltaron a las tablas los seis miembros de la banda para desatarse con un canto a capella que nos presentaba las credenciales de quienes eran los que nos iban a asaltar sin miramientos, “Below Sea Level”, tal y como se presenta su nuevo trabajo lo hacían en el show. Los ritmos afroamericanos que nos deja este disco se podían ver también en la puesta en escena, sin parafernalias para centrarnos en lo importante.

Ben Harper voló alto en las Noches del Botánico

Víctor Moreno

No es una casualidad que su primer concierto, a los 9 años, fuera el de Bob Marley, anoche apuntó en esa dirección con mucho reggae, mezclado siempre con otras influencias, especialmente las bluseras. La banda estuvo inmensa, la sutileza en la tocata fue muy especial, entre otras cosas porque cuando parece que cada uno va a su bola, haciendo melodías que aparentemente no parecen de esa canción, cuando se juntan son como un bálsamo. Por otra parte, la generosidad de Ben es de agradecer, aunque su maestría a la guitarra está sobradamente contrastada, dejó casi todo el protagonismo a su compañero de fatigas, que llevó el peso de todos los solos, salvo cuando Harper se sentaba a tocar la slide guitar; ese momento llegó con el tercer tema, que entró como un mantra, ya con “Steal My Kisses” sentó bases más funky con toques fronterizos, pero llegó otra de las que tiene pinta de convertirse en un hito de la banda, “We Need to Talk About It” (“You're either a Christian or a racist/You can't be both”) (“Puedes ser Cristiano o racista/pero no puedes ser ambos”).

Una de las dificultades que el técnico superó con solvencia fue la distorión que tenían las dos guitarras y el bajo, lejos de provocar un ambiente ruidoso, lo que creaba era una intimidad muy especial; entre todos los ruidos, Harper se quedó solo bajo el foco, haciendo una llamada divina con el slide, cuando alguien te mete tanto en un solo de estas características me da por pensar si en mitad del mismo es mejor que el público siga en su nirvana particular o que surgan los aplausos espontáneos para jalear la interpretación como ocurrió anoche en ese punto.

El folk también apareció en el set provocándome un nudo en la garganta hasta que el batería se pasa a la percusión para convencernos de la longitud de ritmos africanos que son capaces de ofrecer. La calma vuelve con “Amen Omen” que llegó a todos los rincones conocidos y desconocidos del alma. En recuerdo de su etapa más íntima nos regaló “Diamonds on the Inside”.

Ben Harper voló alto en las Noches del Botánico

Víctor Moreno

No podía dejarnos con la miel en los labios y los bises llegaron con fuerza haciendo cantar a las miles de voces que poblaban los jardines del Botánico. Después llegó “She's Only Happy in the Sun”, esta vez con un silencio sepulcral hasta que la banda hace su aparición estelar, momento para reencontrarnos con el reggae de “With My Own Two Hands”.

Como no podía acabar de rodillas surrurando melodías profundas, se levantó para rendir tributo al baile más visceral junto a todo el Botánico. No fue una noche más de julio, fue un anochecer mágico que refresca de este calor estival y ensancha el espíritu con la grandeza de la música de Ben Harper & The Inocent Criminals.


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