El Francotirarock y el hombre que redactó su propia esquela

El humor, ese recurso tan humano y a la vez tan delicado, puede tejerse incluso en los momentos más inusuales de la existencia. Álex Clavero, con su agudeza característica, nos presenta una historia singular: la de un hombre que escribió su propia esquela con tintes de humor negro y sarcasmo, desafiando así la solemnidad de la muerte y enfrentándola con una sonrisa. "Hoy voy a hacer la sección sobre una esquela… ¿De humor? Sí, de humor porque la escribió la persona fallecida…" Este es el punto de partida de una historia que despierta la curiosidad y la incredulidad a partes iguales.

El protagonista de esta historia, Manuel Brañas de Barcelona, decidió dejar un último mensaje cargado de ironía y desparpajo. "Bueno. Ha llegado el día. Tenía por costumbre leer las necrológicas -un deporte como otro cualquiera- hasta hoy, 9 de marzo, que aparece la mía", relata Clavero, quien señala la naturaleza autopremonitoria de la esquela de Brañas. Es este el detalle que confiere a la situación un matiz particularmente desconcertante: el hombre, consciente de su salud precaria, opta por tomar las riendas de su despedida de este mundo, redactando su propio epitafio de una manera tan poco convencional como conmovedora.