Bob Dylan vende los derechos de sus grabaciones pasadas y futuras: esta es la cantidad que se ha embolsado

En el pasado, Dylan ya había vendido los derechos de publicación de todo su catálogo

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Tal y como informa Ultimate Classic Rock, Sony Music ha adquirido los derechos de todo el catálogo de música grabada de Bob Dylan así como los de “múltiples futuras publicaciones”, según ha anunciado la compañía.

El acuerdo entre ambas partes se alcanzó el pasado mes de julio. No se han desvelado las cifras oficiales de este acuerdo, pero Billboard estima que los masters de Dylan estaban valorados en unos 200 millones de dólares, generando unos 16 millones anuales en todo el mundo. Esta clase de acuerdos, según la fuente suelen alcanzar cifras equivalentes “a un múltiplo de unas 15 a 20 veces lo que generan anualmente”.

El acuerdo afecta a todo el catálogo de grabaciones de Dylan, incluyendo 39 discos de estudio desde su debut en 1962 hasta 'Rough and Rowdy Ways' de 2020, así como su 'Bootleg Series' de 16 volúmenes y sus distintos singles. Este acuerdo sigue al alcanzado en diciembre de 2020 con Universal Music Publishing Group, en el que Bob vendió sus derechos de publicación por, aproximadamente, 300 millones de dólares.

Pero, ¿qué diferencia hay entre vender tus masters y tus derechos de publicación? Pues bien, se podría decir que los masters son, básicamente, las grabaciones sonoras, mientras que los derechos de publicación se refieren a la composición musical, las palabras y la música. La diferencia, por lo tanto, es que una sola composición musical, como una letra, puede incluir cientos de grabaciones distintas, como versiones o remixes. En muchos casos, no en el de Dylan, los artistas que han vendido su catálogo lo han hecho desprendiéndose, al mismo tiempo, de los derechos de publicación y de los masters al mismo tiempo.

“Columbia Records y el presidente de Sony Music Group, Rob Stringer, no han sido nada más que buenos conmigo durante muchos, muchos años y a través de muchos discos”, dice Bob Dylan en un comunicado. “Estoy feliz de que todas mis grabaciones puedan quedarse donde pertenecen”.

Por otra parte, Stringer declaró: “Columbia Records ha tenido una relación especial con Bob Dylan desde que comenzó su carrera”. Después, también alabó al cantautor como “uno de los grandes iconos de la música y un artista de genialidad inigualable”.

En los últimos años, no han sido pocas las discográficas y conglomerados empresariales que se han dedicado a adquirir los derechos de publicación y los masters de diferentes artistas. Uno de los últimos ha sido Bruce Springsteen, que se desprendió de ambos por 500 millones de dólares. Otros acuerdos recientes han incluido a ZZ Top (50 millones), Mötley Crüe (150 millones) o Neil Young (150 millones por la mitad de su catálogo).

Si tienes curiosidad por saber el motivo por el que tanto autores venden los derechos de su música, la premisa es sencilla. Compañías como Sony o Hipgnosis, a las que cada vez les ha salido más competencia, ofrecen una cantidad ingente de dinero, equivalente a lo que podrían cobrar por derechos de autor en una o dos décadas, a los autores de los temas. En el caso de músicos de avanzada edad, resulta más económico recibir un gran ingreso de liquidez al momento antes que mantener unos ingresos estables por sus obras que se prolonguen en el tiempo. Por ejemplo, en el hipotético caso de que a Nikki Sixx, que vendió sus temas el año pasado, le hubieran ofrecido 15 o 20 años de ingresos por su música, el bajista se embolsaría directamente todo lo que podría ganar -en potencia- en las próximas décadas por sus canciones. La empresa, mientras tanto, invierte en un catálogo al que le sacará muchísima más rentabilidad en los años venideros e incluso a largo plazo.

"Hay una serie de factores, algunos de ellos arcaicos y que se pasan por alto, como los impuestos: vender un catálogo suele tratarse como una ganancia de capital y, por tanto, se grava a un tipo mucho menor que un cheque por derechos de autor. También está el hecho de que el consumo de música sigue aumentando, con un incremento del 26,3% de las reproducciones de streaming en todo el mundo. Esta cifra recibió un gran impulso de la escucha de temas de catálogo, que aumentó un 19,3% este año y representó el 69,8% de las escuchas totales. Además, los bajos tipos de interés en todo el mundo hacen que megacompradores como la empresa de capital riesgo KKR y el fondo Hipgnosis Songs Fund de Merck Mercuriadis puedan permitirse préstamos baratos, lo que les impulsa a pagar múltiplos más altos y extender cheques más grandes", explicaba la Rolling Stone el mes pasado sobre los motivos por los que cada vez se venden más catálogos.

RockFM