El Francotirarock y lo buenos que somos los españoles poniendo motes

Desde los primeros días de la infancia, solemos aprender la importancia de los motes como una manera de estrechar lazos y crear una conexión cercana con amigos, familiares y compañeros de trabajo. Los motes pueden basarse en diversos aspectos, como el físico, la personalidad, los intereses o incluso eventos especiales en la vida de una persona. En muchas ocasiones, estos motes pueden parecer irreverentes o incluso un poco burlones, pero en su esencia, reflejan el afecto y la camaradería entre las personas. “Los españoles somos los mejores poniendo apodos, eso es así… A un pavo de un lugar que no voy a decir le dio un parraque, se le quedó la boca con el labio haciendo una curvilla… ¡Y lo llamaron Bocanike!¡A este le cortan los testículos y le llaman bolsa Kappa!”, insinúa Álex Clavero.

Muchas veces los motes se utilizan para resaltar características únicas y peculiares que hacen que cada individuo sea especial. Los españoles tenemos mucho talento para esto. “¡En mi clase había un chaval gordito y le encantaba la poesía y le llamaban Federico García Lorza! Que yo sólo podía pensar, ¡Menos mal que no es de la generación del 98!”, señala el cómico pucelano.

Otro ejemplo que nos ha expuesto Clavero es el de un compañero que tenía en clase de matemáticas. “Siempre estaba preguntando… Profe, isi la raíz cuadrada sale redonda, isi… ¡¡Pues era el Isis!! Que en aquella época no lo valorabas, ¡Pero ese apodo es la bomba! En los 90 muchas risas… ¡Ahora el Isis te tira la mochila al suelo en clase y se te queda el gesto como a bocanike!”, comenta el Francotirarock.