El Francotirarock y los autotest de antígenos

Se ha ido ya una de las Navidades más raras de los últimos años. Más, aún si cabe, que la de 2020. Como dice Clavero, no ha sido la de los cubatas sino la de los test. En los días previos a las fechas señaladas hubo un tsunami de gente pasando por farmacias a la búsqueda de test de antígenos. Han sido, por desgracia, el objeto más codiciado para intentar salvar las reuniones familiares. “Yo me he hecho más test que la Reina de Inglaterra y mira que la Reina de Inglaterra entiende… ¡De cubatas!”, aclara Álex Clavero.

Nuestro humorista ha puesto en duda la fiabilidad de un español haciéndose un test de antígenos. Por aquello de que en cuanto sentimos dolor, dejamos de meter el palito. Y lo sabes. Esos dos centímetros y medio que hay que introducir se nos antojan una barbaridad. Es menos longitud que una PCR pero aún así da miedo. “Con lo que duele eso, tú no aprietas igual… Eso en cuanto toca un poco moco dices… ¡Paro!”, comenta Álex Clavero. Y sabe de lo que habla porque tiene gente en su entorno que ha hecho cosas inverosímiles con tal de no taladrarse el tabique nasal: “Yo he llegado a escuchar argumentos del tipo…Yo me lo meto por la oreja que también llega a la garganta… Y me lo metí por la oreja y fíjate que bueno es el test de antígenos que me salió mi nombre… ¡Alex! ¡Como se nota que le he metido cera!”. Y luego hay personas con mucho vicio: “Un colega mío que se mete cera, cera… ¡Se ha hecho un test en casa y le han quitado 600 euros y 3 puntos del carné!”.