El Francotirarock y el susto en la casa rural

La vida de nuestro monologuista muchas veces parece sacada de un guion de cine. Él mismo lo reconoce por las cosas tan raras que le pasan. La última es que hace varios fines de semana estuvo en una casa rural con amigos y amigas. No pudo ir desde el inicio porque tenía actuación pero nada más acabó se acercó a la fiesta que tenían montada sus colegas. Llegó tarde. O el mejor momento. Según se mire. Era la una de la madrugada.

La casa tenía dos plantas y sin pensarlo mucho nuestro astro de las risas mañaneras se dirigió hacia la puerta de la casa que no tenía picaporte así que optó por asomar el cuezo a la ventana de al lado donde se veía luz. “Salté frente a la ventana en plan… Tachan, ¡Ya estoy aquí!”, recuerda el Francotirarock. Pues su intento de sorpresa quedó bañado por una oleada de terror porque dentro había un grupo de chicas que no conocía de nada y nada más ver el cabezón de Clavero en la ventana empezaron a gritar como poseídas. Y no solo había gritos: “Una de ella empezó a tirar lo que había encima de la mesa hacia la ventana... Dos de ellas se levantaron corriendo como si las persiguiera Ben y Hill y se metieron en sus habitaciones… Y yo, haciendo gestos de tranquis, que me he equivocado de casa…”.