Paul McCartney (The Beatles) fue detenido por cultivar marihuana hace justo 50 años

El emblemático Beatle tuvo que pagar una multa tal día como hoy pero en 1973

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Hace justo 50 años, el 8 de marzo de 1973, Paul McCartney tuvo un muy mal día. Bien es sabido el amor que el emblemático Beatle tenía, en su momento, por el cannabis. Y es que, desde que, en 1964, los de Liverpool acabaron en una habitación de hotel con Bob Dylan, que les dio de fumar a los cuatro, al bueno de Paul nunca le faltaron los “canutos”.

Y así, aquel aciago día de marzo, la policía escocesa se presentó en la granja del artista solo para descubrir una sorpresa de lo más verde... e ilegal: el ex-Beatle estaba cultivando plantas de marihuana en su propiedad. Por supuesto, McCartney acabó arrestado y teniendo que pagar una multa que, dentro de lo malo, no fue muy cuantiosa: la broma le costó 240 dólares, el equivalente a unos 1600 a día de hoy. Nada que el artista no se pudiera permitir.

Cuando fue detenido, McCartney afirmó que un fan le había regalado las semillas y que no sabía qué era lo que florecería de ellas. Lo que quizás le hizo menos gracia al de Liverpool es que, por culpa de su detención, se le negó una visa para poder ir a Estados Unidos. Esto no cambiaría hasta diciembre de aquel año.

McCartney y el cannabis

Lo cierto es que esta no fue la primera -ni la última- desventura de Paul McCartney con la ley y el cannabis. El año anterior, el artista ya había sido multado en Suecia por posesión de marihuana. Dos años después, en 1975, la policía de Los Ángeles le volvió a pillar con “hierba” y le multó de nuevo.

Todo esto, sin embargo, es una broma comparado con lo que le pasó en Japón, un país muy duro con sus leyes sobre el cannabis, cuando McCartney tuvo que cancelar un concierto (y pagar todos los costes del mismo) por estar encerrado cuando la policía se encontró una generosa cantidad (¡medio kilo!) de maría en su maleta. En 1984, en Barbados, el músico también acabaría esposado por llevar cannabis encima.



"El cannabis es menos perjudicial que el ponche de ron, el whisky, la nicotina y el pegamento. Todos esos perfectamente legales", argumentó McCartney en su momento. "No creo que estuviera perjudicando a nadie en absoluto".

En 2015, McCartney reveló que había dejado de fumar marihuana, entre otras cosas porque le parecía una mala influencia para sus hijos y nietos: "En lugar de fumarme un porro ahora me tomo una copa de vino tinto o un buen margarita", dijo. "La última vez que fumé fue hace mucho tiempo".

¡Parece que McCartney ya no tendrá que ser multado ni arrestado más veces en el futuro!

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