El ex-mánager de Guns N' Roses carga contra Axl Rose: “Frasco de bilis resentida y poco agradecida”

Si no conoces a Alan Niven, es el hombre responsable, al menos en parte, del éxito de Guns N' Roses. Cuando aceptó ser su mánager en 1986, no se esperaba que aquel grupo de la calle acabara llenando estadios y sacando discos tan emblemáticos como 'Appetite For Destruction' o los 'Use Your Illussion'. En 1991, Alan fue despedido por exigencia de Axl Rose.

Ahora, en una nueva entrevista con Classic Rock, Niven ha aprovechado para cargar duramente contra el vocalista: "Los Guns consumían muchísima de mi energía. No me cabe duda de que Great White habría tenido un mayor perfil de no haber sido así. Llevé a Guns de las calles a vender todas las entradas en Wembley. No hubo ningún tipo de gratitud por parte de Axl, con quien, de vez en cuando, tenía que trabajar en contra. Izzy, Slash y Duff a veces llamaban y decían, '¿Has oído lo que quiere hacer ahora, Niv? Tienes que cortarlo de raíz'”.

"Un ejemplo claro es que Axl se negó a hacer la gira de Aerosmith. Me dijo que la cancelara. Yo había firmado un contrato con cinco individuos conocidos colectivamente como GN'R. Mi responsabilidad era con el conjunto, con la entidad, no con el cantante principal. Me negué. Se enfadó. Me prohibió participar en la gira durante tres semanas, momento en el que todo el mundo sabía que iba de maravilla y que era el momento álgido de la carrera de la banda”.

"Tuve que enviar policías a su apartamento para arrastrarle a él y a Erin al Coliseo para que actuaran antes de los Stones. De nuevo, no estaba contento, pero acabó siendo un triunfo. No me cabe duda de que ha sido un impedimento para otros proyectos: Universal Music hubiera hecho cualquier cosa para conseguir algo, lo que sea, de Axl, aunque eso signifique que me tuvieran que ignorar”.

"Me quitaron la energía principal de mi vida, y me devolvieron muy poco: todavía me deben dinero por el caso judicial de Adler y por pagar a su tour mánager. Los clientes no son amigos. No son familia", se sincera.

A todo esto, ¿sigue llevándose Niven, por ejemplo, con Slash? ¿Qué piensa de un posible nuevo disco de Guns N' Roses?

"Slash y yo solíamos mantener el contacto -incluso vino a tocar en un acto benéfico en nuestro pequeño pueblo de montaña de Arizona-, pero desde la reunión nos hemos distanciado. Axl es un tarro de bilis resentido y poco agradecido. Es mejor esperar que la tapa siga puesta, supongo. Solía enviarle libros para que los leyera durante la gira: Balzac, Russ Baker, Tolstoi, Colin Wilson, lo que fuera...”.

"No tengo ningún interés en volver a ver a la banda - su momento fue el 2 de febrero de 1988, la fecha en que se filmó 'Guns N' Roses: Live at the Ritz'. La gira de Aerosmith también fue muy buena - tremenda respuesta de la banda a la tremenda respuesta del público. No tengo ninguna esperanza ni interés en un nuevo álbum de Guns N' Roses... las rabietas de la juventud parecen absurdas en una persona de 60 años. Es una pena que sean creativamente impotentes desde 1991".